Noruega 1400 D.C.
- En el inicio de mis tiempos, hasta el fin de los nuestro, min dømmekraft... - miré con cautela sus ojos grises, ojos qué asemejaba la tormenta más boraz. - tú eres mi juicio, mi sentencia a toda carga y pecado qué he cometido en esta vida eres ese castigo que resulta tan fascinante a la sed de vivir.
No entendía la razón de las palabras de Elerim, él sabe qué tengo que regresar a casa antes del alba.
- Elerim, sabes bien que no podemos estar juntos a solas antes de un compromiso, está mal visto y tu posición como duque no nos apcenta de esas reglas, prometiste qué pedirías mi mano a final de éste otoño y prácticamente el otoño está a su fin. - seguí observándolo pero el solo me observaba con pesar un pesar qué nunca olvidaría...
- Min dømmekraft... - no entendía su actitud, no tenía ningún tipo de sentido. Él siempre tenía ese característico misterio envolviendo su ser, a veces me cuestionaba si en verdad conocía al hombre qué entrege mi corazón.
- Elrim, llevas media luna distinto, cómo si me ocultaras algo. - lentamente él entendió su mano a mi mejilla y la acarició con tanta lentitud qué pareciese que el momento fuera eterno.
Y lo último que pude presenciar en mi vida fue al dueño de aquella, justamente lo último que admiré fueron sus ojos de ese gris tan tormentoso, Elrim me había incrustado una daga irónicamente en el núcleo de mi ser, mi corazón...
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Aeternum
FantasyEn el inicio de mis tiempos, hasta el fin de los nuestro, min dømmekraft... tú eres mi juicio, mi sentencia a toda carga y pecado qué he cometido en esta vida eres ese castigo que resulta fascinante a la sed de vivir.