I'm A Pirate You're A Princess (Hook × Bridget)

Capítulo 4: Jealous

"Es mi derecho a ser infernal
todavía me pongo celoso
Porque eres demasiado hermosa
Y todo el mundo quiere probar"
Nick Jonas - Jealous

Hook:

La sonrisa de Bridget quedó grabada en mi mente mientras la veía alejarse del comedor. Algo en mí se encendía cada vez que la veía con él, algo oscuro que no podía explicar. Me consumía una sensación tan fuerte que, en más de una ocasión, me había sorprendido fantaseando con hacer caminar al Príncipe Encantador por la plancha o meterlo en un saco y tirarlo al fondo del mar. Era ridículo. Odiaba que me afectara tanto, odiaba que me comportara tan distante con Bridget cuando lo único que quería era tenerla cerca.

Pero, al menos, esa última sonrisa que me dedicó al despedirse... esa sonrisa me tomó por sorpresa. Fue un destello sincero, y, por un momento, lo único que logré hacer fue quedarme ahí, observando cómo se alejaba con él. Su sonrisa me dejó pensándola más de lo que me habría gustado.

Me quedé un rato más en la mesa, observando cómo el comedor se vaciaba. Uliana, Maléfica, Hades y Morgie seguían allí, como siempre, ocultos entre las sombras. Sabía que estaban esperando. Esperando verme cometer un error, esperando que algo en esta extraña relación con Bridget explotara de la forma más dramática posible. Y, sinceramente, yo también lo esperaba. Solo que no de la manera que ellos pensaban.

Me puse de pie y me dirigí hacia la salida, dándome cuenta de que las cosas estaban cambiando más rápido de lo que había previsto. Desde el primer día en este lugar, había mantenido las distancias. Los villanos como yo no éramos bienvenidos, no realmente. Éramos tolerados, vigilados, y en algunos casos temidos. Pero Bridget... ella no parecía temerme. O si lo hacía, lo escondía bastante bien. Y esa era otra razón por la que no podía quitármela de la cabeza.

Cuando llegué a la puerta del comedor, los vi: Bridget y el Príncipe Encantador, caminando juntos. Su sonrisa brillante y su forma de inclinarse ligeramente hacia ella mientras hablaba me provocaron un nudo en el estómago. No era celos, al menos eso me repetía a mí mismo. Era... otra cosa. Una sensación de que él no la merecía, de que alguien como él, con su actitud arrogante y su sonrisa perfecta, jamás podría entender a alguien como Bridget.

Mi mandíbula se apretó sin que me diera cuenta. El Príncipe Encantador, con su constante necesidad de atención y su forma de pavonearse, no era más que un peón en este tablero. Y Bridget... ella merecía algo más. Merecía alguien que la viera por lo que realmente era, alguien que no se dejara engañar por su fachada de princesa perfecta. Y, aunque no lo admitiera en voz alta, ese alguien era yo.

La vi reír suavemente ante algo que él dijo. Mis dedos se crisparon alrededor del pomo de la puerta, resistiendo el impulso de ir tras ellos. Sabía que mi mirada estaba fija en la espalda del príncipe, casi deseando que se desvaneciera en el aire. Sentía una mezcla de ira y posesión, algo que nunca había experimentado con tanta fuerza. No me gustaba. No me gustaba ver a Bridget con él, y mucho menos notar que mi control comenzaba a desmoronarse.

"Es solo el Príncipe Encantador," me dije, tratando de calmarme. "No es competencia para alguien como yo."

Pero aun así, no pude evitar la sensación de que esto se estaba convirtiendo en algo más grande de lo que esperaba. Y mientras los veía alejarse, una pregunta comenzó a rondar mi mente: ¿Hasta dónde estaba dispuesto a llegar para tenerla solo para mí?

Mientras caminaba por los pasillos, sentí una presencia a mi lado. Uliana. No necesitaba girarme para saber que era ella; su risa suave, casi burlona, siempre anunciaba su llegada.