Capitulo 3

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Desde pequeña Yelena pensaba planear su boda a lo grande, como la de su hermana Rhaenyra.

Ella nunca asistió a su boda pero sabía que fue una de las mejores bodas aunque hubo una situación trágica.

Ella esperaba estar enamorada y poder disfrutar de su boda, pero al parecer eso no iba a ser posible.

Con un vestido blanco como la nieve, Yelena se encontraba despidiendo a su hermana y a su madre, desde lejos se podía observar a Aemond.

-Se nos informará cuando llegues...

Yelena se encontraba en una nube, sabía que su madre llevaba hablando como treinta minutos pero no se sentía con las energías para debatir.

-Madre- habló Aemond tras acercarse-, crep que ya es suficiente...

Con esas palabras, Yelena sintió como su madre le abrazaba para susurrarle unas palabras.

-Lo hago por ti, alejarte de esto.

Yelena observó con resentimiento a su madre, sabía que todo era su culpa.

-Lo haces por ti. La culpa te está comiendo por dentro y no puedes soportarlo. Te equivocaste con Helaena y quieres enmendar tu erro conmigo.

Las palabras fueron susurrados a la reina la cual se quedó callada tras dichas palabras.

El carraspeo de Aemond hicieron que madre e hija se separaran.

-Tu dragón Maegor ir detrás de ti.

-Vale.

Yelena subió a la carroza mientras observaba por última vez a las tres personas paradas.

-Suerte- habló Helaena.

-Gracias.









El camino fue tranquilo, tres días de viaje estaban llegando a su final. El valle estaba en su máximo esplendor, que pena seria mancharlo de sangre.

-Mi princesa ya llegamos.

La joven salió de la carroza, en la entrada del castillo Bracken se encontraban en fila una serie de sirvientes y el que parecía el jefe de la casa.

-Mi princesa, bienvenida. Debe estar cansada permítame dirigirla al cuarto.

-¿Donde está mi prometido?

-Aegon está entrenando, puede visitarlo cuando deje sus cosas.

-Guíame- dijo la princesa mientras señalaba a una de la siervientas.

Yelena comenzó a caminar detrás de la sirvienta, a través de los largo pasillos de la fortaleza. Un sonido de espadas chocando empezaron a sonar cada vez más fuerte.

-¿Cual es tu nombre?- hablo Yelena.

-Bea mi princesa.

-Desde ahorra seremos muy buenas amigas Bea.

La princesa unió los brazos con la joven.

- Cuéntame acerca de mi promitudo.

-El joven Bracken es un gran joven.

La risa de la princesa se hizo presente por esa confusión de palabras.

-¿Tiene amantes?

-No, el joven jamás haría algo así- comentó la sirvienta ofendida.

-Los hombres son hombres.

Sus palabras terminaron ahí debido a que llegaron a un palco que daba visión directa al patio, donde había entrenamiento.

-Dime Bea, ¿cual es mi prometido?

-El.

La sirvienta señaló a un joven delata, de cabello largo y castaño. En él destacan sus ojos verdes.

El joven se encontraba en una esquina junto a más chicos. Esté levantó la vista hacia al palco conectando miradas con la princesa, la cual le sonrió.


















Desaparecí pero tengo una buena razón, empecé la carrera y ando adaptándome.

Estudió arquitectura para no perderos cosas acerca de mi carrera o métodos de estudio, os invito a pasaros por mi Instagram.

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El último Bracken ~   Aeron Bracken Donde viven las historias. Descúbrelo ahora