🪽🔥🫠

1K 111 12
                                    

Baela está ilusionada, tiene todo planeado para hacer su declaración, porque para ella es muy arcaico que un alfa se decláre, entonces luego de salir del trabajo ella y Jacaerys irían a ese restaurante que ella sabía que era el favorito del mayor, cenarían, charlarían, se declararía y posteriormente si Jacaerys quería llevar las cosas a la cama ella no se negaría.

Pero ¿Como Baela llegó a estar tan enamorada? ¿Como está tan segura de que ese hombre le dirá que sí?

Todo inició cuando ella inició a trabajar como su asistente, la anterior persona se había retirado por su embarazo y luego no había vuelto porque quería hacerse cargo de sus hijos y su marido lo mantenía sin ningún pero.

Entonces cuando ella entró para hacer la entrevista vio al alfa, musculoso, bien vestido, su cabello caer hasta sus hombros en unos perfectos rizos, esa mandíbula tan perfectamente marcada y como fruncía el ceño al estar revisando unos documentos.

El carraspeo de otra persona llamó su atención, un omega rubio, sentado en el escritorio sosteniendo una tablet en sus manos que supuso ahí tenía su hoja de vida.

- ¿Eres Baela? - preguntó el omega a secas revisando rápidamente la hoja de vida y a nada tanto mirándola a ella.

- Sí señor. - rápidamente el omega la miró y enarcó una ceja y volvió a lo suyo, fue ahí donde noto la pequeña pancita que tenía el omega.

- Sígueme. - el omega se puso de pie, Baela noto como al instante el alfa dejaba los papeles de lado para intentar ayudarlo. - Iré a hacer la entrevista, ya vuelvo. - dijo el omega para luego caminar hasta la salida siendo seguida por la omega.

Para Baela había sido amor a primera vista, pero para Jacaerys había sido solo una persona más que venía a la entrevista.

••••

Se quedó con el trabajo, su eficacia y buenas respuestas a las preguntas repentinas del omega; que ahora sabía que se llamaba Aegon, la dejó quedarse con el trabajo, aunque no entendían porque era el omega el que elegía rotundamente quien se quedaba y quien no, intuía que era porque él quería dejar a alguien bueno para ser el asistente de su antiguo jefe y aquello la llenó de alegría, saber que Jacaerys era tan atento como para que su anterior trabajador se tomará la molestia de ayudar en ello.

Algunos trabajadores de la oficina no la querían, como era el caso de Jayne Westerling, Margaery Tyrell y uno que otro omega, ella no entendía que había hecho mal, al inicio se habían llevado bien con todos pero luego simplemente le dejaron de hablar. Aunque intuía que era porque ellas estaban enamoradas del jefe ya que después de decir lo mucho que a ella le gustaba Jacaerys y las atenciones que él tenía con ella, las otras personas les dejaron de hablar.

Pero como no alardear que el jefe siempre le llevaba café; aunque no era su favorito, la felicitaba por las cosas que hacía, el trato bonito, como le pedía concejos de la ropa que estaba utilizando para ir a una reunión. Sencillamente estaban enamorados y Jacaerys no sabía cómo decirle, afortunadamente su madre y abuela le enseñaron que no todo lo hace un alfa.

Entonces planeó la salida, pero ese día apareció un omega de cabello café, igualmente rizado.

- Hola, se encuentra Jacaerys. - preguntó el omega mientras cargaba a un bebé y sostenía otro de la mano, ambos niños con una cabellera tan rubia que parecía blanca.

- Si, pero se encuentra ocupado. - respondió, quería que ese omega se fuera, no querían que dañaran su cita y con tan poco tiempo que quedaba para que salieran.

- O querida, él siempre está disponible para mí. - el omega se alejó de su escritorio y empezó a caminar hacia la puerta, al abrirla rápidamente el niño mayor empezó a correr luego de gritar el nombre de su jefe.

- Tío Jace. - a Baela se le llenó el corazón de un infinito amor al ver cómo el hombre dejaba todo a un lado para cargar al niño.

- Aenys, que te he dicho de correr en las áreas de trabajo. - regaño el omega llendo hasta el escritorio y dejando al bebé; quien estaba en un portabebés, encima del escritorio.

- Déjalo, Luke, siempre tendré tiempo para mis sobrinos. - dijo el alfa poniéndose de pie y cargando a su sobrino.

- Seguro que puedes con ellos, si gustas los dejo en tu casa y Aeg...

- No tranquilo, de hecho ya me voy a mi casa. Baela, quedas a cargo. - la omega asintió con una sonrisa, Jacaerys confiaba tanto en ella como para dejarla a cargo de la empresa.

Se prometió así misma hacer absolutamente todo bien, para que el alfa se diera cuenta de que ella era un buen prospecto para ser su esposa y subjefe de la empresa.

El omega se fue dejando todo a su hermano, pocos minutos después llegó Robb, el hombre que hacía de todo por Jacaerys, era un tipo de asistente a tiempo completo, guardia, chófer y demás cosas.

El alfa le ayudó a bajar la pañalera y el bebé a su jefe mientras este acomodaba unas cosas y hablaba con su sobrino.

Eso le gustaba a Baela, ella quería ser madre y tener una familia numerosa, ver como Jacaerys amaba a los niños solo la había enamorado más.

El alfa se fue sin siquiera despedirse, más concentrado en el niño que lo estaba invitando a su recital de verano que en la omega de piel morena que se despedía de él. Poco le importo a Baela ser ignorada, que un hombre amara tanto a los niños le gustaba más.

••••

Y ahí estaba otra vez, esperando a que su jefe saliera para invitarlo a cenar, bajo a la primera planta del edificio, para recoger unas cosas en su carro; una lencería que podría ayudarle, se desconcertó al ver al omega que había dejado su trabajo allí con dos niños en corrales.

Prácticamente toda la empresa había ido a ver a los niños, los cuales tenían una cabellera igual de rubia que el omega, la diferencia era que está era rizada, no se acercó a ver a los niños, ella tenía que ir al baño a arreglarse para su cita.

Al volver del baño se sentó en su escritorio mentalizandose para lo que haría esta noche, vio el ascensor abrirse y por el ingresar dos carriolas completamente negras y a Aegon. El omega ni se tomó la molestia de saludarla, la miró de reojo y siguió su camino, intentó frenarlo pero antes de que lo hiciera la puerta se abrió dejando ver a Jacaerys quien al ver al omega se le iluminó la cara con una brillante sonrisa.

Baela se le borró la sonrisa al ver como el alfa tomaba al omega en sus brazos y lo besaba con tanto amor.

- No te esperaba. - dijo Jacaerys luego de alejarse de su omega e ir con sus hijos.

- Quise darle una sorpresa a mi esposo. - o más bien, las amigas de Aegon habían ido a visitarlos y contarles todas las estupideces que decía Baela. Aegon confiaba en su marido, Jacaerys había luchado mucho para que Aegon aceptará una cita, aceptará ser su novio y posteriormente casarse con él, pero no estaba de más ponerle un freno a las alas de la mujer.

Aunque más que un freno Aegon le había arrancado las alas y las había quemado.

Baela quería ser ese omega, ser la madre de esos niños, pero que iba hacer ahora.

Su padre había abandonado a su madre por otra persona, odió con todas sus fuerzas a su padre y a la novia de su padre por haber hecho lo que hicieron, ella no sería igual.

Ella no sería fan de esa relación.

••••

JAUAJJAJAJA EL FINAL FUE MUY RANDOM, no pensé poner eso pero al final salió natural.

Chaito
Mua 💋

Alas - Jacegon. -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora