En un sueño sin nombre, un eco distante,
emerge un ser, sin ojos, sin semblante.
Su rostro, o lo que debería ser,
es un abismo sin fondo, un abismo de abominación.Se acerca, lento, con silencio infernal,
a través del vacío, mi esencia comienza a absorber.
Siento cómo me arrastra, mi ser se desmorona,
y caigo profundo, donde el horror se entona.La oscuridad se espesa, reaparece él,
más grande, más voraz, con su vacío cruel.
El abismo me llama, me engulle una vez más,
mi carne se esfuma y mi mente se ahoga en la penumbra.Cada succión agudiza el pavor,
el aire se espesa, mi aliento se priva.
Me traga otra vez, el terror se intensifica,
mi esencia se disuelve, la desesperación avanza.Ahora, todo es sombra, mi cuerpo se desmorona,
y ese ser se alza, más oscuro, me envuelve.
Una última vez me devora su vacío sin fin,
despierto sin aliento, solo encuentro tinieblas.
El miedo persiste, en un abrazo helado,
y la desolación prevalece en mi alma...
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Manto Onirico de Penumbra
PoetryPesadillas Oscuras que se vuelven más y más tenebrosas