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Hay un agradable aroma que entra por sus fosas nasales, Minji cree que aún está soñando, pero en cuanto abre los ojos se da cuenta de que el aroma es real. A medida que se levanta se da cuenta de dos cosas.

Una, esta no es su casa y dos, esta hambrienta.

Se gira un poco sobre el sofá y se encuentra con la imagen de Danielle en la cocina, de espaldas a ella, su cabello se ve húmedo, por lo que probablemente haya tomado una ducha antes. Hay un pequeño tarareo que sale de los labios de Danielle, una canción que Minji no puede reconocer.

Oh, despertaste – Danielle se gira y se encuentra con la imagen de una Minji somnolienta y cabello alborotado – estoy haciendo el desayuno.

¡Te ayudo! – Minji se levanta con rapidez.

Danielle la señala con el cucharon de madera y hace que Minji se detenga.

Tu – señala el baño – ve a lavarte y después vienes a desayunar – Mira a Minji que está a punto de decir algo, pero se calla en cuanto ve a Danielle levantando una ceja de manera desafiante – bien, así me gusta.

Y Minji hace lo que Danielle dice, lava sus manos, su cara y finalmente sale del baño para encontrarse con el desayuno en la mesa y una Danielle sentada mientras sirve un poco de té para ambas.

Vaya, se ve delicioso – Minji se sienta y no puede evitar quedar asombrada por las tostadas francesas frente a ella, luego mira el plato de Danielle que consta de lo mismo, solo que hay un pequeño plato adicional de zanahorias hervidas – la verdad es que me lo esperaba.

Danielle mira su guarnición de zanahorias y se ríe.

Podría darte, pero tienes el paladar de un niño de cinco años – se burla y toma un trozo de zanahoria.

Te dije que la zanahoria y la patata me gustaban – Minji prueba su pan francés y sus ojos brillan ante tal delicia – es delicioso, eres muy buena cocinera.

Danielle le guiña un ojo y continua con su desayuno – de cualquier forma, ¿a qué hora comienza tu primera clase?

Oh – Minji mira su teléfono – en una hora – dice – nueve de la mañana.

Vaya, tenemos el mismo horario – Danielle se levanta y camina a su habitación – iré a cambiarme, sigue desayunando.

Minji levanta la mesa y lava los platos una vez que termina de desayunar, camina hasta el sofá y dobla cuidadosamente la manta que Danielle le ofreció. Arregla un poco su cabello y hace un puchero en cuanto ve la hora, sabe que no tendrá tiempo para ir a su dormitorio y cambiarse de ropa, así que se resigna.

Pronto Danielle aparece a su lado, Minji la mira, lleva un bonito pantalón mezclilla a su medida y una blusa blanca con pequeños girasoles y unas botas negras que se adaptan al clima frio de la mañana. En sus manos lleva la sudadera de Minji y un suéter tejido azul que probablemente usara el día de hoy.

Creo que no podrás volver para cambiarte, ¿Por qué no usas la sudadera en lugar del abrigo? – Danielle le da la sudadera y procede a colocarse el suéter.

No me digas que solo llevaras ese suéter – Minji frunce el ceño – el clima es muy frio, no vas a soportarlo con algo tal liviano.

Danielle se ríe nerviosa – es solo, que aún no me han enviado toda la ropa – admite – mis padres trabajan todo el día, así que se les complica ir a paquetería entre semana, solo hasta este sábado podrán enviarme mis abrigos y el resto de mis zapatos.

Minji asiente y se estira para tomar su abrigo y ponerlo sobre el delicado cuerpo de Danielle.

Úsalo – dice e ínsita a la australiana a colocárselo – te prestare algunas sudaderas y chaquetas hasta que recuperes el resto de tu ropa – abrocha cada botón del abrigo y frota los hombros de la chica en cuanto termina – adorable.

En un rincón del mundo (Husseyz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora