𝗢h, 𝗝ay, 𝗷𝘂𝘀𝘁 𝗹𝗼𝗼𝗸 𝗮𝘁 𝗺𝗲 the same..

𝗘𝗅 𝖼𝗈𝗆𝗂𝖾𝗇𝗓𝗈 𝖽𝖾 𝗎𝗇𝖺 𝖻𝖾𝗅𝗅𝖺 𝖺𝗆𝗂𝗌𝗍𝖺𝖽.

Para este inicio nos iremos unos tres años atrás, sin decir más comencemos.

Hola! Mi nombre es Oh Hae-won, actualmente tengo 18 años, hace dos años exactamente pude finalmente irme de la casa de mis padres.. Ya que era un infierno total vivir con ellos, pero bueno, finalmente pude salir de ese "Hogar" tóxico. Hoy me estaba preparando para irme a mi trabajo, no tenía otra opción más que trabajar allí, ya que por mi edad no tenía tantas opciones pero bueno, me arregle y al terminar sali de casa, iba algo apurada ya que me había levantado algo tarde, caminé por unos pocos minutos hasta que llegué al llegar corrí literalmente a mi oficina ya que tenía que entregar algunas cosas, al entrar acomode mis cosas y agarré unos cuantos papeles que debía entregarle al jefe, al ser estos varios se me dificultaba un poco ver pero iba bien, mientras caminaba por los pasillos de la empresa por estar de despistada por accidente me choque con alguien, haciendo que me cayera al suelo si me golpee un poco pero estaba bien, lo miré y lo escuche.

J- Ouh, lo siento mucho, ah.. ¿Nesecitas ayuda con eso?
Dijo aquél chico extendiendo su mano para ayudarme y poder levantarme, con su ayuda me levante y recogi los papeles que se me habían caído, al oírlo negué con mi cabeza mientras lo veía.
H- No te preocupes, fui yo que andaba de despistada.. No, no muchas gracias de igual manera.

Dije amablemente dandole una dulce sonrisa y me fui a la oficina hacia donde tenía que ir, entregué el trabajo que había hecho y me fui nuevamente a mi oficina algo avergonzada por lo que pasó.

Llegó mi descanso y bajé a la cafetería para comer algo, me serví algo de comer y me lo topé a el, por lo que decidí hablarle.

H- Holaa.. Muchas gracias por ofrecerme ayuda, fue algo lindo, por cierto.. ¿Como te llamas?

El chico se volteó y me miro, y luego de unos segundos contestó.

J- No es nada, y mi nombre es Jay, ¿Y el tuyo?

H- Yo me llamó Haewon, un gusto Jay!

J- Un gusto igualmente Haewon, ¿Gustas sentarte conmigo?

H- Claro, vamos.

Ambos nos dirigimos a una mesa mientras hablábamos, conociendonos un poco.

J- ¿Que edad tienes?

H- Tengo 18, ¿Y tu?

J- Soy tan sólo un año mayor que tu, tengo 19.

H- Me alegra encontrar a alguien de mi edad, la mayoría de los que trabajan aquí suelen ser mayores que yo.

J- También me pasá, pero bueno, es agradable hablar contigo.

Al oír esas palabras de aquel chico sonreí, luego de unos cuantos minutos termine de comer junto a él, al parecer teníamos el mismo horario, ya que ambos debíamos irnos.

H- Ya me tengo que ir, lo siento.

J- No te preocupes, yo también, bueno, bye.

H- Bye! Cuidate.

Dije para así irme a mi oficina y el hizo lo mismo, estuvimos hablando unos cuantos meses hasta que pasaron unos dos o tres meses nos terminamos haciendo mejores amigos. Todo iba muy bien y seguíamos con nuestras actividades laborales con normalidad, y de vez en cuando nos solíamos ver en otros lugares que no fuera el trabajo, y así seguimos por unos 3 años, hasta la actualidad.