Capítulo 10: La silueta

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    ~Kaveh POV~

    Llevábamos días buscando a Alhaitham, aproximadamente 5 días desde que se había naufragado el barco en el que viajaba. Sabía que esto no sería sencillo, pero tampoco esperaba que la espera fuera tan eterna. Cada día que pasaba me parecía peor que el anterior. Supongo que, de alguna manera, esperaba que La Marca hiciera magia y que él simplemente apareciera en una nube de humo frente a mí.
    —Ya abarcamos todas estas zonas —dije desesperado mientras miraba el mapa—. Él está vivo, así que, ¿por qué no aparece?
    —Kaveh, debemos mantener la calma —dijo Tighnari.
    —También debemos mantener la cabeza fría —mencionó Cyno.
    —Sé que debe ser así, pero yo quiero saber si Alhaitham está bien. —Me senté en la silla, intentando apaciguar mi desesperación—. Han pasado días, puede tener frío, hambre y... debe pensar que no tiene razones para vivir. Él no sabe lo que sucedió con Kaeya, y eso me preocupa más, que él no quiera luchar por ese pensamiento.
    —No creo que el escriba Alhaitham tenga una mente tan débil, Kaveh. —Collei me brindaba una sonrisa mientras acariciaba mi hombro—. Alhaitham es un hombre fuerte en todos los aspectos, por lo cual pienso que él debe estar luchando mucho por su vida. Sé que él está luchando en algún lado, sobreviviendo por su cuenta.
    Las palabras de Collei estaban llenas de razón. Me sentía muy preocupado, pero sabía que Alhaitham no se daría por vencido tan fácilmente. Él era un hombre fuerte, tal y como Collei lo había dicho. Si se había sentido la reconexión de La Marca desde ambos lados, estaba seguro de que Alhaitham sabría que esto ya había revivido, que algo había cambiado y que yo aguardaba por él. Sólo podía confiar en que él se aferrara a esa esperanza.
    —Está bien, intentaré estar tranquilo. —Observé el mapa nuevamente—. Debemos buscar principalmente en las orillas, que es donde es más seguro que esté. Ya abarcamos prácticamente todo Sumeru, así que falta... Chenyu, y también Fontaine.
    —¿Quieres que pidamos un permiso especial a la geoarmada para hacer una búsqueda?
    —No, iré yo personalmente a buscar a Alhaitham. Quiero que ustedes se dividan y sigan buscando en las orillas de Sumeru, debemos buscar indicios, porque lo más seguro es que se haya movido para buscar alimento y...
    Me quedé en silencio unos segundos, odiándome un poco a mí mismo. Había pasado demasiados días sin mi sangre. Ahora que La Marca había regresado, él no podía simplemente beber cualquier tipo de sangre; la única sangre que Alhaitham podía beber era la mía. ¿Estaría débil? Ya llevaba un tiempo sin tomar, pero ahora era seguro que la necesitaba más que nunca para reponerse
    —Kaveh, ¿qué sucede? —Tighnari me llamó, provocando que dejara de pensar tanto—. ¿En qué te perdiste?
    —Alhaitham necesita mi sangre para recuperarse. No había bebido últimamente ya que no quería aceptar la que le llevabas, y ahora está en... sabrá la Reina Menor Kusanali dónde. Me preocupa que necesite más sangre de la que piensa.
    —Estoy seguro de que Alhaitham puede lograrlo aún sin esa sangre. —Tighnari intentaba animarme—. Además, sé que lo encontrarás pronto, así que le darás tu sangre en cuanto lo encuentres. No te preocupes demasiado, Kaveh. Cada día que pasa es un día menos para su reencuentro.
    —¿Eso crees?
    —Estoy seguro.
    —Bien, entonces no perderé más el tiempo e iré a Chenyu.
    —Kaveh, no puedes ir tú solo —dijo Cyno—. Alhaitham se fue solo y mira lo que ocurrió. No podemos permitir que otro de nuestros amigos se pierda en el mar e incluso esté en peligro de morir. Por favor, déjanos acompañarte.
    —No, Cyno. Sé que se preocupan por mí y lo agradezco demasiado, pero no los expondré. Esto es algo entre Alhaitham y yo. —No parecían convencidos, así que los abracé para tranquilizarlos—. Les prometo que regresaremos sanos y salvos. Yo no me voy a perder, por el contrario, encontraré a Alhaitham y lo traeré de regreso. No deben preocuparse por mí, sé cuidarme.
    —Más te vale regresar sano y salvo con Alhaitham —dijo Tighnari mientras me abrazaba con mucha fuerza—. Si no lo haces, juro por los Siete que traeré a ambos de una oreja y no los dejaré salir de Villa Gandharva nunca más, ¿me escuchaste?
    —También pondremos matra alrededor para vigilar que jamás vuelvan a salir, hablamos en serio. —Cyno también me abrazaba con fuerza.
    —Está bien, está bien. —Me solté del abrazo de ambos—. No deben preocuparse, regresaré antes de que termine la semana.
    —Kaveh, por favor cuídate. —Collei corrió hacia mí y me abrazó, con lágrimas en los ojos—. Trae a Alhaitham de regreso. Regresen ambos, por favor.
    —Te prometo que ambos regresaremos sanos y salvos. —La abracé con fuerza—. No llores, no debes llorar cuando lo único que haré será traer buenas noticias.
    —¿Lo prometes?
    —Lo prometo.

El Colmillo en mi Hombro: La Página Extraviada || Haikaveh AU || Segunda Parte||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora