Nota: Escribí un One-Shot de esta historia en Oneshots randoms, así que escribí esta madre :)
Prólogo
En un lugar escondido del Imperio Ordesia, se ubicaba lo que se llamaba la «Escuela de Instrucción».
Un lugar donde se dedicaba a entrenar niños huérfanos con el objetivo de convertirlos en asesino como también con otro objetivo...
En busca del sucesor del Rey Demonio Sulaiman.
Una entidad conocida como el primer elementalista hombre en toda la historia.
Donde solo las doncellas puras tenían el privilegio de formar un contrato espiritual con los «Espíritu».
Dejando sorprendido a las personas que vieron ese acontecimiento histórico hace mil años para luego vivir un infierno por las acciones de este elementalista apodado como el «Rey Demonio Sulaiman».
En la actualidad, esta «Escuela de Instrucción» no han tenido suerte de encontrar el sucesor del «Rey Demonio Sulaiman» formando un contrato espiritual con el «Espíritu de Oscuridad» que portaba el Rey Demonio Sulaiman.
O Eso pensaba...
La persona que había logrado hacer un contrato espiritual con este espíritu no era "él", era "ella", la niña llamada Ren Ashbell.
En este lugar tenía el puesto número uno, donde alcanzo este puesto luchando con todos los niños que recibieron el mismo entrenamiento, pero Ren Ashbell tenía mejores dotes al momento de aprender y ejecutar lo aprendido, usando su astucia para ganar los enfrentamientos permitiéndola llegar con los ancianos y al anillo que se encontraba el espíritu de oscuridad.
Ahí la vio, una hermosa chica de cabello y ojos negros, como también su vestido y alas en su espalda del mismo color.
Ella era el espíritu de oscuridad de alto nivel conocida como «Restia Ashdoll».
Y la que se convertiría en su mejor amiga y luz de su vida, gracias a ella las emociones que había perdido en su entrenamiento como asesina, Restia la ayudaba a recuperarla hasta que los ancianos dándose cuenta de este hecho, la volvieron a sellar en su anillo.
No podían permitir que su mayor creación en este lugar volviera a ser humana.
Hasta que paso el tiempo donde todo esto cambiaría.
...
En la cueva donde está ubicado este lugar, una jovencita de cabello negro hasta la mitad de su espalda, se encontraba caminando por la cueva para llegar hasta la celda de una niña que la consideraba como su hermana mayor.
Llegando a la celda, vio a la pequeña niña durmiendo cómodamente en el suelo rocoso.
"Muir." Ella llamo dulcemente a la niña durmiente. "Es hora de despertar, Muir."
Se acerco a ella meciéndola suavemente para despertarla donde fue efectiva.
La pequeña niña llamada Muir, poco a poco comenzaba a levantarse.
Los dedos de Muir fueron a sus parpados sobando sus ojos que comenzaron a abrirse y recibiendo la luz de día como también la presencia de alguien especial para ella.
"¡Buenos días, Onee-sama!"
Muir saludo animadamente a Ren Ashbell.
"Buenos días, Muir." Ren respondió con una sonrisa. "Por cierto, Muir."
El semblante de Ren se oscureció levemente asustando a Muir.
"Recuerdo haberte dicho que laves tu ropa."
