°•Memorias•°

Estrellas ☆

Había una vez.

Había una vez dos planetas.

Dos planetas cuáles siempre se tuvieron el uno al otro.

Siempre fueron ellos dos contra el universo, contra todo.

Siendo todo para el otro.

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En un lugar muy lejano del sistema solar, viven dos cuerpos celestes, lejos de todo y de todos.
En un lugar desolado, dónde la oscuridad del espacio demostraba su abundancia, lejos de la luz de su querida estrella, el Sol.

Pero saben que se alza más que la infinita oscuridad del espacio?

Las estrellas.
-Suspiró en adoración frente a la vista que tenía.

una vista que vió desde su extraña llegada a este sistema solar pero que, sin embargo, jamás se cansaría de ver.

Nunca lo entendí.
-Admitió confundido mirando hacia el vacío, intentando comprender la filosofía de su compañero de vida.

Intentó tantas veces entenderlo, pero le parecía indecifrable, cómo un rompecabezas tan grande cómo la galaxia y tan complejo cómo la teoría del color.

Que no entiendes?
-Iba a seguir con su pregunta pero paró, realmente le estaba costando comprender las tradiciones de este sistema solar.

De todas sus costumbres, la más rara para él siempre fué el hecho de que los planetas no serían reconocidos cómo tal hasta que sean "descubiertos", cuando eso pase se les reconocerá y por fin se les dará un nombre, pero hasta ahora no son nada.

Pues, todo realmente, ¿por qué te quedas viendo las estrellas cómo desquiciado?
¿Por qué no estás en tu órbita?
¿Por qué las pulgas de Sierra, creo que así se llamaba, no nos han descubierto? Y por qué este maldito dibujo no me sale bien.
-Su tono de desesperación salió a relucir cuando trajo el tema de su dibujo a la conversación.

Bueno, esas son muchas preguntas para responder, pero la de las estrellas me importa más, dime, mi querido amigo, tú que piensas cuando ves esta vista?
-Señaló con ambas manos la oscuridad, solamente sobresaliendo las casi infinitas estrellas tan lejanas a su alrededor.

Son simples estrellas, en las cuáles órbitan planetas con otras creencias y costumbres.
-El tono indiferente contrasta con el tono de adoración que tiene su compañero.

Mmm, es un punto válido, pero, nunca te pusiste a pensar lo hermosas que son?

"Un cuerpo celeste mostrando su belleza en medio de la meláncolica oscuridad, cómo una esperanza, una motivación y un amor entre montones de tristeza y soledad"

Supongo que tienes razón, y con esto me doy cuenta que eres un soñador de primera.
-Vaciló alargando la "y" y estirando su brazo para agarrar los cabellos azules del otro y empezar a desordenarlos.

Ey ey ey! Que te dije de desordenarme el pelo?!? Tú mejor que nadie sabe lo que me cuesta peinarmelo! Para ya!
-Chilló mientras intentaba parar a su mejor amigo, el cuál hace tiempo había dejado de estar estático para concentrarse mejor en la tarea de hacer que su pelo fuera lo más desordenado posible.

Nunca! Eso te pasa por no responderme todas mis preguntas!
-Apenas pudo decir mientras se reía a carcajadas por la reacción y apariencia del otro.

Si no paras me vengaré! Lo juro!!
-Intentaba safarse del agarre del mayor a su vez que se resistía a reír a lo cómico de la situación.

Entre las risas de los dos jóvenes se sintió que un recuerdo lindo acaba de ser creado, un recuerdo que, por más irónico que sea por la naturaleza fría de sus cuerpos, cada que se traiga a la memoria traerá consigo una sensación cálida y reconfortante de nostalgia.