(Lena)
¡Éste es mi nombre! Elinor Khaterine Mcgrath Luthor y nací el 3 de enero de 1732. Tuve una vida realmente buena como la duquesa hereda de mi familia. Lamentablemente fallecí el 30 de octubre 1758 a causa de un golpe al caer de un caballo en medio de una cacería cuando estaba de visita en el gran y nuevo continente que era América. Al estar muriendo en el suelo con la mitad del cráneo destrozado, solo podía pensar en que hubiera logrado conquistar el mundo si tan solo hubiera tenido algo de tiempo. Sin embargo, es propicio aclarar que realmente no morí, ni ese día... ni ningún otro.
Al despertar dentro de una maloliente tumba pocos días después de mi entierro, siento una terrible hambre. Supongo que no pensé mucho en todo lo que había sucedido, tan solo me precipite al encuentro con mi magnifica nueva amiga; quien ahora asistía a mi compañía, en señal de que no iba a dejarme sola. Nos habíamos conocido en un baile de máscaras tiempo atrás y desde entonces no pude dejar de pensar en ella incluso cuando la debilidad que me causaba su mordida fue la causa de mi muerte.
- ¡Mi querida! ¡Cuánto me alegra verte! - Exclame. – No esperaba encontrarte en este sitio. ¿Has venido por mí?
-Temo que así es Lena. – Dijo con sus ojos especialmente brillantes. – No quise llegar a este punto tan lamentable, pero tu sangre fue la más dulce que he probado. Ese anhelo tuyo por ese fantasma de tu infancia te ha hecho especialmente vulnerable a no morir como el resto y ahora, debo evitar que salgas al mundo. ¡No delataras nuestra existencia!
Sus palabras rompieron mi corazón, todo cuando adoraba de ella simplemente se desvaneció de un momento a otro. Fue triste, incluso cuando con un gesto diabólico ella trato de clavar en mi pecho un punzón de plata con gran ferocidad. Inmediatamente, reaccione haciendo que las dos nos enfrascáramos en una animada pelea. Ella era fuerte, pero ahora yo parecía que lo era más. No me llevo mucho tiempo cambiar las posiciones, siendo yo la que se encontraba sobre su cuerpo, con la punta de aquella arma, lista para entrar en su carne.
- ¿Por qué lo hiciste? – Reclame. - ¿Qué clase de monstruo le roba la vida a otro ser sin necesidad y con tales falsedades?
-Uno como tú. – Respondió. – No te preocupes... ya lo veras.
- Yo jamás hare tales cosas. Puede que me hayas maldecido, pero nunca seremos iguales. La muerte no será lo único que tengo para dar.
-Eso dices ahora querida Lena, no obstante, ahora sirves a una necesidad antigua que simplemente no se puede detener. Todos a quienes ames, estarán destinados a morir a causa tuya.
En ese momento no creí en el alcance de sus palabras. Me era por completo desconocido el destino y la gravedad de esta maldición. Por ello, cuando clave finalmente el punzón de un extremo a otro dentro de su cuerpo, sentí alivio. Creí que tal acción me haría libre como a ella que poco a poco se desvaneció en cenizas, pero no. Me condene a mí misma sin saberlo a una existencia delirante, solitaria y llena de muerte como lo fue la suya. Al probar las gotas de sangre que cayeron sobre mi rostro cuando la asesiné, pude ver un destajo de toda su vida inmortal. ¡Demonio! Ella siempre fue nada menos que eso, al igual que yo lo soy.
Las primeras noches fueron terriblemente difíciles de llevar. La ansiedad y el hambre me ganaban terreno, por lo que me encontraba dando pasos entre las tumbas buscando animales que comer. Vagaba constantemente y sin duda lloraba con fuerza como un ente espectral. Era miserable en más de una forma, pero durante el día, al menos tenía el consuelo de mis familiares que asistían al cementerio para llorar mi perdida. Sus voces se colaban a través de la roca y al cerrar los ojos podía imaginar que estaba sentada junto a ellos.
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Sombras de Terciopelo
FanfictionKara, es una joven inocente y curiosa, que se siente irresistiblemente atraída por una enigmática y seductora figura de su infancia. Mientras tanto, Red Daughter sigue los pasos de una visitante misteriosa cuya belleza oculta un deseo tan antiguo co...