La Cuadra del "A"

Capítulo 2

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La campana del recreo sonó, quería aprovechar para hablar con Varena, pero se fue antes de que terminara de arreglar mis cosas.
Me quedé viendo su pupitre, por un segundo pensé en responderle también por papel, pero no se me hacía lo más educado.
—¿Kaizer..., qué pasó?
—Vamos yendo y se los cuento, a parte, falta Nicolás.
Fuimos directo hacia las escaleras, cada uno tomó asiento y justo llegó Nicolás ya con su comida en la boca.
—Hey..., ya estoy.
—¿De dónde sacaste...? Ahh, ya no importa.
—Kaizer sufrió un paniqueo por una chica durante clase.
—¿Emilia te mandó mensaje?
—¡No, no quiero tampoco hablar de ella! —dije en voz alta, todos se me quedaron viendo raro— lo siento..., es que verdaderamente estoy feliz que ya no la tenga que ver ahora que ella está en el B y yo en el A.
—Claro, no te preocupes, lamento haberla mencionado.
Mateo me dio unos golpes en la espalda como consuelo.
—Pero cuéntame, ¿cómo así que tuviste un paniqueo por una chica, con quién?
—...No fue tanto así, solo que..., ella me dijo que...
Todos se quedaron viéndome fijamente
—Dijoqueteniaunosojospreciosos.
—¿Qué? —dijeron al mismo tiempo mientras ponían caras de confusión.
—Dijo que tengo unos ojos preciosos.
Nunca había escuchado a Nicolás reírse tanto como esa vez.
—¡Así que ser chino te da beneficios! —dijo mientras se quedaba sin aire por la risa.
Todos se rieron, obviamente se lo iban a tomar a broma, a mi también me daba gracia, pero, la situación era algo rara para mí.
—Amigo, te lo digo, no sé si tengas ojos bonitos o no, pero si una chica te lo dijo, ojo con eso —dijo Daniel.
—Ya, pero ¿quién es la chica?
—Varena —dije, su nombre era raro.
—¿La nueva? Woow, que suerte tienes, ella es muy bonita.
—¿Cómo, ya la conocías?
Nicolás se quedó callado por un momento.
—Algo así, me la topé en el baño...
—¿Por qué fuiste al baño de mujeres?
—Prefiero no decir la verdad...
Con eso ya entendimos todo lo que pasó.
—Pero hey, es bonita y es amable...
—¿Amable? —dijo Mateo— creo que es lo opuesto a amable.
—¿No querrás decir cordial? —preguntó Daniel, dejando su gaseosa de lado.
—Sí, eso también.
Yo no sabía qué opinar, no la conocía del todo y mi única interacción fue esa.
—Te quitó el asiento Nicolás —dijo Mateo— traté de sacarla, pero no hizo ni dijo nada.
—Ya veo..., pues que se lo quede, no me importa mucho si hay tensión que ver.
—No hay tensión que ver... —dije, mirando hacia el piso.
—Por el chisme lo que sea, ¿no?
—Exacto.
La campana que indica que el recreo terminó sonó y tuvimos que volver al aula.
Regresando, vi que iba a llegar a la puerta y aceleré para alcanzarla.
—¡Varena!
—Dime.
—Amm, ¿podemos hablar en otra parte? —dije viendo al grupo de Ariana, ella volteó a verlo y entendió.
—Está bien, pero que sea antes de que el profesor llegue.
Le hice una seña para que me siguiera, fuimos directo hacia las escaleras pasando por delante de mis amigos, todos la vieron de distintas formas.
Llegamos y ella tomó asiento en las escaleras y yo me quedé parado.
—Amm, pues, quería decirte que me quiero disculpar por la reacción tan exagerada que di, no fue tan... bueno de mi parte.
Se quedó sorprendida, no dijo nada por un momento.
—No..., soy yo la que tiene que pedir disculpas, no debí ser tan... directa, no de esa manera.
—Leí tu nota, emm, gracias por el cumplido, no estoy acostumbrado a recibir cumplidos la verdad.
—¿No? Wow, eso sí me sorprende.
—¿Por?
—Pues, se ve que eres un buen chico, a parte tienes mucha gracia física y por lo que escuché, también eres un gran estudiante; por ende, me sorprende que no recibas cumplidos en tu día a día.
Me sonrojé nuevamente, pero era un sonrojo más leve, sin duda esta chica hacía que me sintiera halagado así sea con o sin querer.
—Gracias —sonreí— tú también eres muy linda.
Ella sonrió ante mi comentario.
—Muchas gracias... —se me quedó viendo por un momento, luego volteó su rostro hacia el aula y señaló hacia la puerta—, tenemos que volver a clases.
—Sí, vamos.
Me sentía más tranquilo, ya estaba en paz con mi compañera de asiento, si íbamos a pasar el bimestre sentados juntos, como mínimo tenía que llevarme bien con ella.
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Ambos ya entramos a clases. Inglés, por momentos volteaba a verla y pude notar que estaba emocionada por la clase. Parece ser de sus cursos favoritos.
—Muy bien alumnos, el día de hoy, no quiero hacer clase.
—Bieeeen —dijeron la mayoría en coro.
—Cuéntenos profesor, ¿qué hizo durante el verano?
El profesor era joven, hacía tres años que egresó de su carrera de traductor, era el profesor más apuesto y querido por todos en la escuela.
—Así que quieren chisme
—¡Siii! —dijeron en coro.
Mateo sonrió, este tipo de clases le gustaba, luego podría darnos su opinión sobre lo que pasaba y solo era el primer día de clases para lo que estaba por venir.
—Bueno, les cuento. Estuve entrenando todo el verano, luego pude ir a Cancún de vacaciones y allí conocí a alguien
—¡AHHH! —se escuchó el grito de algunas chicas.
—Ayayayyy, profe, anda en su pick —dijo Aidan mientras se echaba sobre su asiento— espere..., ¡¿ósea que ya no va a ser bandido?! —después puso una cara de dolor.
El profesor rodó con los ojos mientras sonreía.
—No era tan así.
—Ay, si claro profe, sus historias de Instagram dicen lo contrario.
El salón se puso como loco, la mayoría empezó a chillar por lo sucedido, si bien, así eran las clases más normales con el profesor, esta se lleva de los puestos más altos de las más escandalosas. Miré a mis amigos, Nicolás y Mateo se estaban riendo, Gabriel estaba participando en la palomillada que los demás hacían y Daniel se puso a leer el libro de idiomas. Miré a Varena de reojo, se le notaba fastidiada, tal vez al ser uno de los cursos que más parecían emocionarme y que termine la clase así le incomodaba, abrió el libro de inglés y empezó a resolver los ejercicios, yo solo me puse a leer mi libro.
La campana de cambio de hora sonó, para bien o para mal, teníamos dos horas de inglés con el profesor.
—Bueno, ahora si chicos, tenemos que hacer clases.
Las quejas empezaron a sonar, luego todos sacaron sus cosas de estudio.
—¡Pss!, hey, Kaizer —dijo Daniel, levanté la vista y arqueé la ceja, é me hizo una seña para que mirara hacia mi costado, viendo que Varena estaba dibujando en su cuaderno de inglés.
—Se parecen mucho a los dibujos tradicionales que están en tu mural en tu cuarto.
No pude apartar la vista del dibujo que hacía, era una Geisha con un árbol de sakura en el fondo, era hermoso. Me acerqué a ver más de cerca su dibujo, ella se dio cuenta y volteó a verme, sonriendo.
—¿Te gusta el arte japonés tradicional?
—Me encanta, amo todo lo que tenga que ver con el arte y la cultura japonesa.
—Vaya..., yo te puedo enseñar si deseas.
Daniel y Mateo se quedaron viéndose sorprendidos, ni siquiera yo sabía por qué le dije eso, solo sentí ganas de conocerla un poco más, como si ella fuera magnética. Pero tal vez, me pasé confianzudo.
Ella sonrió ante mi propuesta.
—Me encantaría.

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Holi, soy Dani, muchas gracias por leer querid@ lector<3, si les gustó el capítulo no se olviden de votar y comentar, me ayudarían mucho :D
Hasta la próxima .3.

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