Vanguardia Romana
Finalizado su discurso, Publio se puso en guardia frente a sus legiones. Todo estaba dispuesto. El general estaba rodeado por sus lictores y un pequeño grupo de legionarios compuesto por veteranos de sus campañas en Hispania, voluntarios para una guerra en el Valhalla que el procónsul presentía ya de temibles consecuencias para todos ellos. Le habían seguido por lealtad y esa lealtad iba a conducirlos a todos al exterminio. Era contradictorio, pero después de haberlo esperado durante tanto tiempo, el combate definitivo, ahora, cuando había llegado y estaba a punto de comenzar, era cuando más dudaba de la victoria.
Publio fue examinando toda la formación. En primera línea, algo adelantados estaban los velites de sus dos legiones, esperando la señal de ataque y atentos a los movimientos del enemigo, pues eran la primera línea. Se los veía nerviosos porque miraban hacia atrás de forma incesante. Tras ellos estaban los hastati. Tras los cuadros que formaban los hastati, venían los manípulos de los principes. Estos manípulos formaban tras los huecos que los hastati de primera línea dejaban en la formación. De esa forma los principes tapaban esos espacios de modo que ningún enemigo pudiera llegar al final de la formación romana sin encontrar oposición en algún punto. Y, tras los hastati, venían los veteranos triari. En este caso, los triari formaban sus manípulos justo en línea con los hastati de primera línea. El ejército romano dibujaba lo que posteriormente se reconocería como las tres primeras líneas de un tablero de ajedrez, donde los manípulos de legionarios ocupaban los cuadros de piezas negras, dejando los cuadros de las piezas blancas vacíos. Espacios útiles para maniobrar.
A sus lados, como ya tenía por costumbre, estaban su hermano, Lucio Cornelio Escipión el Asiático y su mejor amigo Cayo Lelio, con aire más controlado, adusto, sin moverse sobre su caballo, como una estatua, mirándole, esperando la señal de ataque. Publio estaba tenso, pero se esforzaba en respirar con regularidad, para que sus propios nervios no transpirasen y se contagiaran de sus dudas los lictores y legionarios que le rodeaban. Eran treinta y cinco mil hombres a su mando. Publio se pasó la palma de la mano derecha por su barbilla recién afeitada. Levantó la mirada y contempló el infierno.
A mil pasos de distancia de sus velites de primera línea, se encontraba el enemigo: en primera fila lo más aterrador, no por ser lo más temible, pero sí por ser lo más urgente y espectacular. Ochenta elefantes africanos en una larga línea que se extendía de un extremo a otro de la formación opuesta. Ochenta elefantes y no había fortificaciones en las que guarecerse, estaban en campo abierto y no había habido tiempo para levantar defensas adecuadas. La diosa forzaría el combate esa misma mañana, para no dar tiempo a más. Era una de sus grandes ventajas y no pensaba darles oportunidad de protegerse, de prepararse. Publio recordó una vez más las palabras de su padre cuando le comentó en más de una ocasión que si se veía con una gran cantidad de elefantes en formación de combate, si no disponía de defensas, debía retirarse.
Retirarse.
Publio suspiró.
"No puedo hacerlo, padre, no puedo hacerlo, llegados a este punto, no".
Publio apretó los labios mientras contemplaba los imponentes proboscidios moviéndose hacia delante y atrás. A sus propios guías les costaba mantener a aquellas bestias detenidas. Los paquidermos debían de respirar las ansias de todos los hombres que les rodeaban y querían moverse, atacar, pisotear. Y, por si eso no fuera suficiente, tras los elefantes estaban varias líneas de combate enemigas, sin duda alguna, el cuerpo de ejército más terrible que existía en aquel momento, la máquina de matar más engrasada y perfecta y el auténtico y más mortal peligro de aquellos soldados que se oponían a Publio y sus legiones.
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Record of Ragnarok (Batallas alternativas): Julio César vs Atenea
FanfictionTras la tercera ronda de la competición, donde los dioses han sufrido su primera derrota, el formato del torneo ve un repentino cambio en su fórmula para dar paso a una contienda entre dos de lo más grandes estrategas militares de la historia. Basad...