La fría y estéril habitación del hospital se mantenía en silencio y el olor a flores pronto inundó por completo las fosas nasales de aquel chico que yacía en la camilla, tenía varios aparatos conectados y eso lo hacía sentir incómodo, sabía que no llevaba ropa interior pues la bata del hospital rozaba cada centímetro de su piel y eso lo hacía tener escalofríos. Se mantuvo callado un buen rato mirando el techo intentando tener un recuerdo de lo que había pasado, pero no podía imaginarse nada. ¿Que hacía el ahí? Con cuidado se intentó levantar pero no pudo, se sentía aprisionado por todos los cables que colgaban de su pecho y sus manos, tenía una manguera (que probablemente) era la encargada de que el oxígeno entrara y saliera de sus pulmones. Se quedó estático intentando pensar que haría, debería ser cuidadoso con cualquier movimiento que hiciera, y al girar un poco la cabeza pudo ver un ramo de flores hermosas, esas eran sus favoritas, cuando notó que no estaba solo en la habitación se sorprendió aún más. Un chico estaba acostado en el sillón del hospital, a su lado, no podía distinguirlo pues tenía la cara tapada con una cobija café.
Permanecío en silencio un rato más antes de que las ganas de ir al baño se hicieran presentes, y sin importarle nada se levantó arrancándose los cables de su cuerpo dispuesto a ir a hacer sus necesidades. Cuando el doctor encargado de él ingreso en la habitación tiró el expediente que llevaba en manos, el estruendo asustó a cierto castaño quien rápidamente se levantó del sillón con el cabello despeinado.
— ¿Dónde está?
— ¿Que? ¿Quién? Oh... ¡Se levantó!. — Empezó a festejar mientras abrazaba la cobija y se apresuraba a poner sus tenis.
El médico por su parte salió de inmediato de aquella habitación para correr por las enfermeras y el especialista. Mientras tanto alguien salía del baño.
— ¡Carlos!. — Exclamó lleno de felicidad Max al verlo atando los cordones de sus zapatos.
—¿Eres real? ¿Estás vivo?. — El holandés se sentía completamente extrañado a su pregunta, claramente estaba vivo.
Ambos se unieron en un abrazo que duro pocos segundos antes de que el rubio hiciera una pregunta que generó mucha confusión en el español. —¿A qué te refieres con que si hemos llevado flores a la tumba de Checo?
Antes de que pudiera responder el doctor ingreso y le pidieron a Sainz salir, pues debían hacer un exámen y diagnóstico nuevo para Verstappen.
[...]
Carlos aún no había salido de aquel hospital y tampoco se había dignado a avisar a los demás pilotos de que Max seguía vivo. Y cuando entro en el cuarto de hospital de encontró con Max llorando desconsoladamente, había pasado media hora desde que el doctor entro y ya estaba tan mal.
— Ey... ¿Que pasa?. — pregunto tomando asiento al lado de él y sobando su espalda.
— Me perdí el aniversario luctuoso de mi Chequito, no pude ni llevarle flores o...
—¿¡Que dices!?. — el rubio lo miro con la nariz roja y los ojos un poco hinchados.
— ¡Sí! Checo murió en Monza, chocó horrible y su monoplaza fue hecha un desastre, luego Daniel quiso besarme y yo...
— ¡Cálmate! ¿De que hablas? Max, Checo está vivo y uh, Daniel no es tu compañero de equipo ni mucho menos tu novio.
Fue entonces cuando la puerta de la sala se abrió de golpe dejando ver a un mexicano con un ramo de flores en la mano.
— ¡Maxie!
— ¡Checo!
El ramo de flores cayó al suelo y ambos pilotos se unieron en un fuerte abrazo, Carlos entendió y salió de la habitación no sin antes guiñarle un ojo al holandés y hacerle señas de que no dijera nada.
— Mi Maxie estás bien, estaba tan preocupado por ti, llevabas una semana dormidito, creí que no despertarías nunca. — Sergio pasaba su mano entre los mechones de cabello del rubio y lo abrazaba.
— ¿Que me paso?
— Estábamos corriendo en Monza, tuviste un accidente, tu monoplaza se estrelló y bueno quedaste inconsciente y el doctor nos había dicho que era probable que estuvieras en coma, todos estábamos desesperados por que volvieras a abrir tus ojitos.
¿Una semana? Max había sentido que era mucho tiempo ¿Entonces lo que había pasado solo fue su imaginación? O tal vez su consciencia. Sin embargo no le importaba eso, ahora solo quería volver a besar a su mexicano, a su pecas.
Se quedaron mucho tiempo los dos solos en la sala, tiempo suficiente para que el holandés llorara a mares, pues jamás se imaginaría una vida sin Checo. El mexicano sin entender nada solo abrazaba a Max y le llenaba la cara de besos tratando de tranquilizarlo. Mientras tanto los demás pilotos esperaban pacientemente en el pasillo, Charles se comía las uñas, Alex estaba en el suelo abrazando sus rodillas, Lewis recargado en la pared y el resto en las escaleras (Estorbando el paso).
— Güerito explícame lo que pasó ¿Por qué lloras tanto querido?.— Checo se sentó en la camilla aún abrazando a Max.
— Es que, estuve dormido pero... Imagine que tú estabas muerto, habías chocado en Monza y Carlos aventó tu monoplaza, tenías sangre en tu cabeza y te estaban dando choques eléctricos con un aparato feo, además después de estar con ellos. — señaló afuera como si los pudieran ver. — Horner te reemplazo por Daniel y el me quería besar y yo...
Checo lo calló con un beso, intentaba comprender que estaba pasando pero no tenía una explicación concreta, así que se limito a besarle para después acurrucarse con el en la camilla.
— Nada de eso paso Maxie, olvídalo y se que no es fácil pero aquí estoy yo y créeme no sabes cuánto agradezco que estés despierto, me siento emocionado y mi mundo tiene más sentido ahora, además por si lo olvidaste en una semana es nuestra boda...
— ¿¡Que!? ¿Nos vemos a casar enserio?.— Checo mostró su mano donde en el dedo anular estaba un anillo. — Checo, te amo muchísimo.
Sergio había hecho un paro de la organización del compromiso, pues temía que Max no despertara y tuviera que quedar "viudo" antes de casarse, sin embargo ahora estaba despierto y los preparativos podrían reaundarse. Ambos se sentían completos nuevamente, y el abrazo fue tan cálido y reconfortante para Max que incluso se quedaron dormidos ahí. El doctor extrañado de ver qué no había ruido abrió la puerta con una llave para encontrarse con una tierna escena. El resto de pilotos observaron con ternura a los dos chicos y decidieron que esa semana sería su semana de pareja antes de casarse, por lo que decidieron no molestar y marcharse. Además el doctor había dicho que Max estaba bien, como si nada hubiera pasado, parecía que solo había dormido plácidamente una semana entera.
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Imagino que no se esperaban nada de esto, espero que les vaya gustando y gracias a las personas que les dan estrellita y leen los capítulos. 😭🫶🏼
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Always You | chestappen
Fanfiction¡Short Story! Todo parecía perfecto. Checo, con su hermosa sonrisa y sus pecas había conquistado el corazón de Max, el joven holandés que tenía el futuro asegurado en la F1. Juntos, habían compartido victorias y derrotas pero siempre se habían apoya...