capítulo 5

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Elena

Correr, solo eso podemos hacer, salimos corriendo de la sala de reuniones, esperando estar lejos de ellos, de lo que sea que son, Reiji dijo "vampiros", pero creo haber escuchado mal, eso no es verdad, los vampiros son cuentos de niños, son mitos antiguos, historias nada más.

Yui viene detrás de mí, las dos jadeamos de lo alteradas, los pasillos de este lugar son iguales entre sí, parece un laberinto, si no fueran por las luces ya hubiera chocado con una de las mesas con esos jarrones tan feos pero gracias a estos, puedo saber dónde estoy, los trato de memorizar para no perderme entre tantas vueltas que doy, bajo mi ritmo pensando que ya estaba a salvo, pero escucho una risa masculina detrás de mí, solo faltó eso para volver a correr con todas las fuerzas que me quedaban (y no eran muchas).

Doblo en una esquina, hay muchas puertas, es un pasillo larguísimo, parece de esos pasillos de las películas de terror, en los cuales te salen dos gemelas diabólicas, en este caso, estoy en una mansión, con seis caníbales locos de mierda, no me creo ese jueguito de que son vampiros, es más lógico que tienen un desorden mental, por la forma en que miraban la herida de Yui estoy segura que eran caníbales y yo estaba encerrada con ellos.

Miro hacia tras...Yui, no estaba, ¿Qué estaba pensando? Claro que no estaría atrás de mí, me desvíe en tantas esquinas, quien sabe donde esta en este momento.

"demonios" ella dijo eso mientras les señalaba con el crucifijo, no son demonios, ellos no lo son. Son solo gente rica mal de la cabeza. Elijo cualquier puerta del pasillo, pero esta está cerrada, compruebo al azar las puertas, cuando por fin una abre, me encierro en ella, cierro la puerta y descanso mi frente en esta, ¿Qué estaba pasando?, suelto un suspiro de cansancio, un suspiro liberándome de la adrenalina, cierro mis ojos con fuerza intentando centrar mi mente, intentando idear un plan, debo encontrar una salida, puerta, ventana, lo que sea, debo salir, correr hasta no más poder y llamar a la policía, al padre Komori...Yui, ella seguía en otra parte de esta mansión, ¿Cómo le diré al padre Komori que deje a su hija atrás?.

No moriré, no hoy

Abrí mis ojos decidida a salir de este loquero, me di la vuelta para ver donde estaba, era una habitación oscura, tenia pinta de no haber sido visitada hace mucho tiempo, los muebles estaban cubiertos con grandes pedazos de tela blanca, era un salón, el piso estaba empolvado, mis huellas se marcaban en él suelo, no había tiempo de un tour por la habitación del terror, me fijo que hay grandes ventanales, me aproximo rápidamente a ellos, por el tiempo de descuido es difícil abrirlos, hundo mis dedos en las orillas del ventanal volviendo las puntas de mis dedos de un color blanquecino por la presión, con un crujir del metal, este cedió, abrí el ventanal, me asome a través de el, la lluvia había empeorado desde que llegamos aquí, me fijo que no estaba en un piso excesivamente alto, diría que estaba en el segundo piso, aun así el suelo estaba lejos.

-okey Elena ¿ahora qué? - dije para mí misma, busqué con mis ojos algo en que caer y solo encontré un árbol, esto no era una película de acción de las que solía ver, en ellas los protagonistas reciben balazos, granadas, saltan de grandes alturas y no les pasa nada, esto no es una película, aquí la gente muere de verdad, esta es la vida real, pero me niego a salir de este cuarto abandonado y mi única escapatoria es este ventanal.

Escucho pisadas afuera, no es una persona, son varias, me fijo en la puerta y por debajo se ven las sombras se ellos caminando afuera de la habitación.

-a la mierda, por favor Dios, no quiero morir- una lagrima de euforia se escapa de mis ojos, siento nerviosismo, pero tenia que salir de aquí.

Me acerco rápidamente a la puerta, le pongo el seguro, me pongo en dirección al ventanal, (respira, respira), puse firme los pies para tomar impulso para correr hacia la ventana y caer sobre el árbol, yo puedo.

1 (se escuchas voces fuera de la puerta)

2(forcejean la manilla con brusquedad al ver que esta estaba cerrada por dentro)

3... corro, corro con todas mis fuerzas, pongo mis manos rápidamente en el borde del ventanal, tomo fuerza para subir mi pie, no hace falta subir el otro, con mi pierna temblando de la adrenalina y miedo, con esta me impulso hacia afuera, suelto mis manos del borde del ventanal, del miedo muerdo mis mejillas por dentro, esto esta pasando en unos segundos pero veo todo en cámara lenta, mi cuerpo impacta con las hojas del árbol, e intento tomarme de alguna rama, pero mis manos se resbalan de las ramas mojadas por la lluvia, enrojeciendo mis palmas por el roce violento de las hojas y madera.

Impacto en el suelo un poco aturdida, siento un dolor punzante en uno de los costado de mis costillas, siento el sabor metálico de la sangre que salia al morderme mis mejillas por el miedo, mi cabello se encontraba enredado en hojas, mi ropa se ensuciaba en barro gracias por la lluvia, no importa la belleza ahora, me levanto como puedo, por el movimiento brusco mi cabeza se marea, de esos mareas que a uno le da cuando nos levantamos tan rápido de la cama, ese mareo que dura solo unos segundos, me reincorporo con firmeza en la idea de escapar de este lugar, veo que esta el portón a solo unos metros. (solo unos metros) pienso, no tengo tiempo para que las piernas me tiemblen, me pongo a toda marcha hacia el portón, un sentimiento de alegría me invade, me llena la felicidad, no había traspasado el portón aun, pero yo ya sentía que estaba a salvo, solo unos metros, ya no sabia de a donde sacaba fuerzas, puede que sea el poder del querer sobrevivir.

El viento me da en la cara, este se encarga de retirar las hojas enredadas en mi cabello, calculo unos cinco metros entre yo y el portón, solo cinco metros quedan, yo puedo.

La lluvia era violenta, pero fue mas violento el impacto en mi espalda, como si fuera un costal de harina cayendo sobre mi caí aturdida al suelo embarrándome toda de lodo, una mano me giro dejándome recostada mirando al cielo, bueno, vería el cielo si no fuera por este peli blanco que estaba sobre mi, tenia todo el pelo mojado gracias a la fuerte lluvia, me miraba con una mirada que interprete como sorpresa, llevaba una sonrisa extraña, yo me intente zafar pero sus manos tomaron mis brazos hundiéndolos en el frio barro, mis piernas pelearon como nunca, pero este idiota era excesivamente fuerte.

-de todos modos no lo lograrías- fue lo único que me dijo antes de que pusiera bruscamente su boca en mi cuello, luego de eso, no se que paso.

SOBRE-VIVIRÉ (Diabolik Lovers) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora