So Alone - buddie

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Buck

Me aferro con fuerza a los barrotes del balcón que está debajo de la señora colgando, estaba ya cerca de ella, aunque no podía hacer mucho hasta estabilizarme a mí mismo primero.

Debido a la cercanía podía escuchar como la pobre señora se quejaba, probablemente muy cansada ya de estar soportando su peso para no caer.

Miro debajo como todos mis compañeros me miran, no puedo distinguir sus expresiones por la altura, pero puedo estar seguro que por lo menos el capitán no debe de estar muy feliz.

Pero no pueden culparme, si no hacia algo la señora caería sin que siquiera intentáramos algo para ayudarla.

Quizás hasta yo muera ahora, pero no ese no es el punto, lo que debo de hacer es estabilizarme y tratar de bajar a la mujer.

Me deslizo tratando de entrar en el balcón, aunque esté está ya un poco caliente debido al fuego del departamento, lo que me dificulta todo un poco más.

Trato de apoyar mi pie debajo para impulsarme con ambas manos, pero casi resbalo, logro agarrarme mientras mi pecho va a mil por hora.

Eso estuvo demasiado cerca.

Tomó una bocanada de aire y vuelvo a intentar impulsarme, debo ser rápido o no abra valido la pena subir hasta aquí si la mujer cae.

Con el pecho a mil por hora, suspiro aliviado cuando logré impulsarme y subir al balcón del cual cuelga la pobre señora.

Esta me mira entre aliviada y aterrada, puedo sentir como el balcón ya está muy caliente, miro detrás y noto como poco a poco el fuego ya está comenzado a pasar al balcón.

Me agacho y estiro mi mano a la mujer, para mí mala suerte no llegó del todo, me estiro aún más casi sacando el pecho totalmente del balcón, el cual por cierto ya no tiene baranda, este está roto y si me quiero agarrar de algo sería de un pedazo de barandal que por poco y no se despega del balcón.

Logró aferrar mi mano a la mano de la señora, justo en el momento en que casi se suelta, ella grita asustada y yo ocupó todas mis fuerzas para sostenerla con todas mis fuerzas.

Estoy con casi todo el pecho fuera del balcón, por lo cual no es opción subirla aquí conmigo, no podría hacerlo.

Tomó bocanadas de aire, mirando la expresión horrorizada de la mujer, literalmente ahora soy yo quien la sujeta mientras cuelga de un piso 12.

Escucho mucho jaleo de mis compañeros y de los policías, parece ser que intentan hacer funcionar la escalera del camión, sin mucho éxito.

De repente suelto un quejido, al sentir como algo me hace mover con rapidez mi pie, siento ardor y aunque no puedo ver que fue, es más que obvio que me queme, el fuego ya llego al balcón y sea cosa de tiempo que seda y caigamos si no actuó rápido.

Mierda, ¿qué puedo hacer?

Siento mi brazo ya acalambrado, pero en respuesta me aferro más fuerte a su mano, no pienso dejarla caer.

-¡escúchame!-le gritó llamando su atención, ella me mira, parece a punto de romper a llorar. -¡comenzaré mecerte, necesito que poco a poco te impulses con tus pies hacia el balcón de abajo!.

Veo como mira el balcón de abajo horrorizada, no pareciendo tan segura de hacerlo.

-¡no puedo!-cierra con fuerza sus ojos.

-¡claro que puedes! ¡Si no lo haces ambos moriremos!-mis palabras la ponen en una situación difícil, más no le queda de otra que asentir dispuesta a hacer lo que digo.