T i e m p o

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Xie Lian llenó sus pulmones con aquel aire que le rodeaba hasta que su pecho se hinchó. Un regusto a pino y flores se quedó impregnado en sus papilas gustativas y en sus fosas nasales, aportándole algo de calma. Caminó con decisión por la parte externa del claro, donde los árboles frondosos continuaban cubriendo su silueta. En medio de aquel bosque, como si alguien lo hubiera preparado a propósito, una gran extensión de terreno estaba completamente libre de árboles, tan sólo había hierba verde que llegaba por la altura de los tobillos y miles de flores con diferentes tonalidades de blanco y violeta. Los rayos de sol parecían congregarse únicamente en ese lugar para darle un aire más mágico, más especial.

El cazador se adentró en el claro y se aferró a la empuñadura de su espada aún enfundada como si fuera un miembro más de su cuerpo. Todavía estaba solo, lo supo porque su corazón no se había acelerado al notar su presencia. Xie Lian nunca lo admitiría, pero cada vez que aquel aroma tan personal, como a libro nuevo y cerezas, llegaba hasta él no podía evitar cerrar los ojos. Aquella criatura ni siquiera intentaba enmascarar u ocultar su olor, lo que hacía que la ira del cazador se elevara hasta las nubes, porque lo consideraba como una muestra de que aquel vampiro se burlaba de sus habilidades al creer que no podía hacerle nada.

Durante más de cuatro años, desde el momento en el que habían descubierto que estaban destinados, y a pesar de las advertencias de Jun Wu, ambos estuvieron encontrándose en esa parte del bosque, alejados completamente de cualquier humano o bestia que pudiera interrumpirlos.

Desde que su mentor le había hablado sobre la posible incapacitación para que su destinado pudiera herirlo, Xie Lian tuvo la tremenda necesidad de descubrir si aquello era verdad. Él y Ling Wen habían intentado buscar información acerca de ese extraño vínculo, pero no consiguieron dar con nada que pudiera ayudarlos, por eso su pulso no tembló a la hora de escribirle una nota para verse en aquel lugar apartado del bosque.

Cuando Hua Cheng leyó aquella misiva no pudo evitar que su labio se curvara hacia arriba. Había pensado que aquel muchacho iba a tener una letra horrible y torcida, pero se sorprendió al descubrir que era casi tan bonita como la suya.

Al principio, cuando comenzaron a verse allí, no sabían lo que estaban haciendo. Xie Lian acudió más por curiosidad que por otra cosa, y Hua Cheng lo hizo porque necesitaba verlo a él.

Cuando comenzaron a luchar entre ellos, no comprendían exactamente qué los motivaba, pero el cazador descubrió, después de varios golpes estruendosos de sus espadas, que el vampiro no pretendía asesinarlo, y por ende él tampoco lo intentó.

Aquella primera vez estuvieron por más de quince minutos luchando sin parar. Los movimientos de ambos parecían estar sincronizados, tanto que era casi imposible que pudieran llegar a matarse si esa hubiera sido la verdadera intención de alguno de ellos. Todo iba bien hasta que Xie Lian le propinó un golpe en la nariz con el pomo de su espada, haciendo que el vampiro comenzara a sangrar.

PREDONUM | hualianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora