Lydia y Tn contemplaron una especie de oficina tras disiparse todo el humo causado por la explosión donde unos seres con cabezas reducidas y cuerpo mucho más grande, miraron a ver a que se debía el caos. Beetlejuice entró y tras unos segundos, se dirigió a Bob.
—Bob, quedas al mando de todo—pero antes de eso le puso una ropa igual a él y una pequeña peluca verdosa—perfecto, eres clavadito a mí.
—¿Es una oficina?—preguntó Tn—no pensaba que en el más allá hubiera esto.
—Oh sí, dirijo una pequeña empresa de teleoperadores—contestó Beetlejuice mientras caminaba por el pasillo de en medio.
Los seres miraban a Lydia y Tn caminar con esas caras tan graciosas como extrañas al mismo tiempo. El joven estaba fascinado y no podía terminar de creer que realmente estuviera en el mundo de los muertos. Tras esto, Beetlejuice les guió por la sala hasta llegar a la otra puerta que les llevaría hasta el lugar donde se encontraría su hija. Al salir, todos los trabajadores se quedaron sorprendidos por lo ocurrido aunque no lo expresaban con sus gestos. Entonces, Bob quien estaba al mando los mandó a todos a seguir trabajando.
Un silencio algo incómodo reinó en toda la sala, los trabajadores se miraron unos a otros antes de pegar un pequeño grito y salir corriendo por la puerta que daba al mundo de los vivos ante el inútil intento de éste por tratar de pararlos.
Rory y el resto de niños que pedían golosinas vieron salir a los seres. Lo siguiente fue ver al hombre junto a los pequeños echar a correr ante la salida de estos quienes acabarían dispersados por todo el poblado.
Mientras tanto, Astrid estaba con Jeremy en una especie de oficinas como en los aeropuertos y tenían que hacer cola hasta llegar a su ventanilla. Jeremy estaba relajado mientras que la joven desde hacia un rato empezaba a encontrarse mareada, cansada y algo desorientada.
—No me encuentro muy bien—comentó al lado del chico.
—Pues yo me encuentro genial—dijo éste.
La realidad es que poco a poco la vida de Astrid se iba apagando por el engaño del chico, hasta le habían salido ojeras. Algo de lo que no se percató al no poder mirarse a un espejo.
—Siguiente—dijo la trabajadora.
El chico le explicó un poco la situación y entonces la mujer le pidió a Astrid mirar a la cámara donde al sacarle la foto le abandonaron las fuerzas.
—Ya está lista para tomar el tren al más allá—dijo sorprendiendo a una Astrid algo desorientada y que poco a poco recuperaba un poco su concentración.
—Has ofrecido tu vida por la mía...gracias—dijo un Jeremy sonriente.
—¡Me has engañado!—exclamó molesta.
—No, yo volveré a la vida...y tú podrás volver a ver a tu padre.
Cuando la joven quiso decir algo, fue apresada por dos personas que se la llevaron ante una Astrid que quiso deshacerse del agarre. Pero no pudo hacerlo.
Mientras era arrastrada hasta el lugar por toda la oficina, se fijó en uno de los trabajadores que había en una de las ventanillas. Esos ojos, cara y pelo...a pesar de estar algo deshechos por las pequeñas pirañas que le mordían por todo el cuerpo...no cabía duda alguna, era su padre.
—¿Papá?—el hombre alzó la mirada y al ver a su hija se quedó perplejo.
Al cabo de poco llegó al andén donde el tren ya estaba listo para partir. El maquinista anunció la parada con una voz alegre mientras todo el mundo allí estaba bailando con gran entusiasmo y alegría ante la incrédula cara de Astrid quien no daba crédito de todo lo que estaba viendo.
—Esto no es real...—susurraba ella una y otra vez antes de ser empujada poco a poco hasta el interior del tren y los guardias marcharse.
En otra parte, el inspector Wolf había organizado a un grupo de agentes para decirles que Beetlejuice había roto una norma muy importante y grave...entrar al mundo de los muertos con dos personas vivas.
—¡Encontradlo!—ordenó antes de que todos salieran de su oficina al trote para buscarlo por todos lados.
La situación en el más allá era un completo caos y no dejaba de ir en aumento.
Lydia, Tn y Beetlejuice iban por los pasillos de un lado para otro. El ser se desvió para ir al lavabo a orinar mientras Dolores, la esposa, por poco se cruza con él por uno de los muchos pasillos. Y Tn junto a la mujer entraron por las puertas indicadas que llevaban al andén.
—¡Por aquí!—exclamó la mujer antes de bajar las escaleras y ver a su hija a lo lejos.
Astrid al ver a su madre entre toda la multitud, como pudo salió del vagón y casi llorando y muy emocionada se abrazó a ella.
—¡Astrid!
—¡Mamá!.
El poder tenerla entre sus brazos era lo único que deseaba en ese instante, ya casi no recordaba la última vez que había podido abrazarla. Tn también fue abrazado por ella sonrojando a éste quien esbozó una gran sonrisa. Lydia veía en ellos una buena pareja cuando escucharon a unos guardias.
—¡Hay que irse!—Lydia empezó a correr hasta una puerta cercana.
Los tres cayeron sobre un desierto que Lydia recordó. Las serpientes de arena no tardaron en aparecer y echaron a correr. Tn estaba algo asustado pues aquel bicho era enorme.
—¿El más allá siempre es tan random?—preguntó Astrid mientras corría, no quería acabar en el estómago de aquella criatura.
—¡Eso no importa ahora mismo!—respondió Tn—¡tenemos que salir de aquí!.
Era complicado correr por la arena cuando vieron que alguien les llamaba. Tomaron la mano de aquella persona y lograron escapar muy por los pelos de aquel lugar.
Ahora estaban sanos y salvos de la serpiente, nada menos que su padre los había rescatado. Los tres se fundieron en un abrazo mientras Tn observaba la escena con una sonrisa. Se sentaron un momento a recuperar el aliento y Astrid les dijo que debían ir a por Jeremy pues todavía estaban a tiempo hasta que el joven tuviera su permiso sellado. Éste también les relató que no había querido presentarse como fantasma, pero que los veía y quería que estuvieran unidas porque serían más fuertes.
—Gracias papá—dijo ella.
El hombre entonces volteó a ver al joven.
—¿Y tú eres?, no te he preguntado tu nombre—dijo dirigiéndose.
—Es Tn—contestó—un placer señor.
—¿Eres el novio de mi hija?—preguntó sonriente.
—No, él es mi amigo—respondió su hija sonrojada.
—Bueno, meterte en este mundo a rescatar a mi hija...
—Somos amigos y no podía dejar que le pasase algo malo.
Lydia vio el sonrojo en su hija.
La conversación terminó porque debían marcharse ahora que estaban ya algo recuperados de haber estado corriendo.
—¡En marcha!—Richard les indicó la puerta.
Aún debían salvar la vida de su hija antes de que fuese demasiado tarde. Los cuatro marcharon corriendo por los pasillos, por suerte tenían al hombre para saber por donde tenían que ir hasta las oficinas.
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Un saludo :)
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Un amor de otro mundo-Astrid x Tn
FanfictionMuchos años después de los acontecimientos que se produjeron en la casa donde vivía Lydia Deetz en que tuvo que enfrentarse al muerto Beetlejuice, ahora tiene que lidiar con su nueva vida. Pero en ella también se ve involucrada alguien más...su hija...