_______☆☆☆_______
Hades
—No quiero.
—Pero Hades…
—Dije que no.
—Pero debes ir. —Seguía sin parar de reír.
—No. —Repetí tajante. —No pienso ir.
No iría. No, definitivamente no saldría de esta casa después de la noticia que Debra me dio hacía apenas unas horas. ¡Joder, estaba embarazada! Mi pequeña ratoncita estaba esperando un bebé, un bebé nuestro y no, no iba a llevarla a esa fiesta llena de aves carroñeras que intentarían acecharla después de saber que ella era la nueva mujer de Hades Rydenhat. ¿Prensa atosigándola y juzgándola con idioteces derivadas de “Antes con Eros Rydenhat y ahora con su hermano”? ¿Que tuviera que soportar estar cerca de Roger después de saber lo que ese hombre hizo conmigo, con su propio hijo? ¿Presentarla ante las cámaras a sabiendas de que aún no estaba preparada?
Ni de broma. No. No iba a exponerla de esa manera ahora que me había confesado que estaba embarazada. No me la iba a jugar a que sufriera un desmayo o llegase a colapsar por la presión. Ella siempre estuvo por delante de todo y ahora muchísimo más si nuestro bebé estaba creciendo en su vientre.
—Hades, pero eres el principal que debe asistir a esa fiesta.
Seguíamos metidos en la cama desde el mismo instante en que me dio esa noticia. Me impactó tanto aquello que mi excitación se esfumó de inmediato siendo abordado por una plena felicidad que inundó mi alma. En ese momento entendí su repentino cambio, la reaparición de ese brillo en sus ojos, de su deseo por asegurarse que permanecería siempre a su lado.
Me lo confesó todo. Me contó que, después de enterarse de la verdad acerca del Amo, olvidó todo, incluyendo la toma de los anticonceptivos. Su mente estaba tan hundida en la desolación en aquellos días que ni siquiera recordó el tratamiento, por lo que cuando me perdonó siguió sin recordarla al pasar de la tristeza a la felicidad de volver a reanudar nuestra relación. Y simplemente ocurrió. Esa misma mañana, cuando tardaba tanto en salir del baño del Jet fue que aprovechó para realizarse una prueba de embarazo, test que había pedido a Sadler que comprara el día antes que saliera el vuelo. Maldito Sadler, lo tenía todo bien callado.
Pero ya nada importaba, un nuevo bebé se estaba formando en sus entrañas.
—Me da igual. —Abracé un poco más su cuerpo sin apartar mi mejilla de su vientre. —No voy a salir de aquí. Vamos a quedarnos en esta casa hasta que volvamos a Phoenix.
—Hades, no puedes hacer eso. —Acariciaba mi pelo una y otra vez sin dejar de reír ante mi actitud infantil.
Levanté la cabeza para buscar su mirada hasta que lo logré.
—Soy el líder, ¿recuerdas, ratoncita? —Dejé de verla a ella para volver a mirar su abdomen, el cual permanecía desnudo al mantener su camisa ligeramente subida. —No voy a ir a esa estúpida fiesta anual para exponerte a la presión de todas esas personas que sólo querrán acercarse a ti en busca de información. De la misma forma que no voy a permitir que nuestro pequeñín sienta tu malestar. —Dejé un beso en su vientre. Uno más de tantos que le había dado desde que me dio la noticia.
ESTÁS LEYENDO
Ritual II: La historia comienza... ¿de nuevo? ©
RandomTodo acabó de la peor manera para Hades Rydenhat. Descubrir que su pequeña lo había abandonado, que se había marchado sin dejar una sola pista que pudiese ayudarle a encontrarla de nuevo lo mantuvo muerto en vida por segunda vez. Debra Vanners tampo...