Octubre.
20 de Octubre.
Cumpleaños de Duxo.
¡Cumpleaños de Duxo!
El azabache se encontraba aún recostado en su cama, durmiendo plácidamente.
¿Qué hora era? No podía saberlo porque estaba dormido.
Estaba.
—¿QUIÉN ESTÁ DE CUMPLEAÑOS HOY? —El grito de alguien y la sacudida que le dieron por los hombros lo hizo despertar de golpe, mirando una y otra vez alrededor en alerta.
—¿Qué paswa? —Murmuró aún medio dormido, mirando a C3jo (que era quien claramente lo había despertado) en frente suyo. El peli naranja sonreía de oreja a oreja y Duxo no entendía por qué.
Intentó volverse a recostar en su cama para seguir durmiendo, pero su amigo no se lo permitió.
El híbrido de pez lo abrazó repentinamente, y dijo con suavidad:
—Feliz cumpleaños, Duxo.
Aquello lo hizo despertar completamente por fin.
Correspondió el abrazo del mayor con una sonrisa tímida y respondió:
—Gracias, C3jo —ambos estuvieron en silencio por un momento—. Ahora ya suéltame, men. —Se quejó finalmente el azabache, separándose con cuidado de su amigo.
El peli naranja sólo sonrió.
—Ya estás viejazo.
Duxo hizo una mueca y le sacó la lengua ante aquel comentario.
—Sigues siendo un año mayor que yo, bro.
C3jo sólo asintió con una sonrisa, de repente metiendo sus manos dentro del bolsillo de su buzo para sacar algo y dárselo al azabache: Una cajita cuadrada envuelta en papel de regalo de Spider-Man.
El oji lila sonrió y tomó el regalo de las manos de su amigo, sacando lo que había al interior de la caja. Eran unos audífonos inalámbricos.
Los puso con cuidado sobre su mesita de noche, y murmuró:
—Muchas gracias, C3jo...
El peli naranja asintió.
—No hay de que, hermanito.
Tras eso, ambos amigos se dedicaron una sonrisa y el híbrido de pez caminó para salir de la habitación.
En el instante que se oía al mayor cerrando la puerta, Duxo bostezó y por pura curiosidad tomó su celular para ver la hora...
Eran las 12:06 de la mañana.
—¡C3jo, pendejo, te voy a matar!