ﾟ☆‿︵‿︵ʚ˚̣̣̣͙ɞ 𝗣𝗥𝗢𝗙𝗘 𝗝𝗨 ʚ˚̣̣̣͙ɞ‿︵‿︵ﾟ☆
donde enzo conoce al profe
de su hija olivia, el profe ju.
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está re tirado esto holi?
Los suaves besos en su cuello hicieron que el castaño salga de aquél sueño profundo que tenía, entredormido sonrió, reconocía a la perfección esos labios húmedos en su cuello.
—Enzo...—se quejó por lo bajo, llevando su mano derecha inmediatamente al pelo azabache del mayor, quien se encontraba bastante entretenido dejando marcada la piel blanca de Julian.
—Buen día—Respondió simple y con la voz ronca, abrazándose un poco más contra el cuerpo de su pareja, apretandose contra él.
—Salí, está Oli—advirtió cuando sintió la mano tatuada paseándose lento entre medio de sus piernas, llegando hasta su abdomen y quedandose ahí mientras empujaba más hacia atrás su cadera, Enzo lo quería cerca.
Lo necesitaba, de cierta forma.
No protestó de nuevo. Simplemente se dejó besar y acariciar por el otro, sabía lo que Enzo quería y por más que él tuviese el mismo deseo, saber que la pequeña Fernandez se encontraba en casa no lo dejaba fluir como él quisiera.
—Basta pesado—murmuró parándose y saliendo de la cama entre risas.
Se dirigió al pequeño baño dentro de la habitación y comenzó a lavar sus dientes viendo a Enzo llegar a través del espejo. Sin poder evitarlo volvió a sonreír al sentirlo detrás suyo, acariciando su abdomen con ambas manos y dejándolas ahí un rato.
—¿No te pensas lavar los dientes?—Preguntó Julian mientras se inclinaba levemente a escupir la pasta dental que tenía dentro de su boca. Enzo apretó los labios cuando aquella acción hizo que el castaño se apretara contra su pelvis.
—Me desperté mucho antes que vos y ya me lavé, tenía un plan pero bue, está Oli—Dijo haciendo una voz más chillona y Julian rodó los ojos mientras terminaba de enguajar su boca.
Empezó a secar su cara con toques leves contra su piel y el morocho aprovechó a besar su hombro y cuello en aquél proceso. Julian aún podía sentir las manos grandes de Enzo apoyadas contra su abdomen, acariciando la zona varias veces por debajo de la remera grande que llevaba puesta. Enzo estaba sin remera, solo unos pantalones cortos negros de river adornaban su figura grande y ancha.
