Un genio con cinco tontas(Go-tōbun no Hanayome)

Acto 4:Capitulo 3(Caída de un estrella)

El set de grabación estaba lleno de vida y movimiento. Decenas de actores caminaban de un lado a otro, algunos repasando sus líneas en voz baja, mientras otros ensayaban gestos y posturas. El personal del equipo técnico se apresuraba, moviendo cables, ajustando luces, y asegurándose de que todo funcionara a la perfección. El bullicio era constante; entre órdenes de los directores y las risas nerviosas de los actores, el espacio rebosaba de energía. Los encargados de vestuario pasaban con trajes elaborados, llevando prendas hacia los camerinos o ajustando pequeños detalles en los actores listos para filmar.

En medio de este caos organizado, Ayanokouji estaba junto a una temblorosa Miyako, quien observaba todo con una mezcla de asombro y duda. Parecía completamente fuera de lugar, sus manos temblaban ligeramente mientras trataba de calmarse, pero el tamaño y el dinamismo del set de filmación parecían sobrepasarla.

"¿Estás bien?" —cuestionó Ayanokouji, en un tono bajo y calmado, sin apartar su mirada analítica del entorno.

"Sí, es solo que... nunca pensé que entraría a un estudio tan grande. Apenas me había acostumbrado al de nuestra empresa..." —respondió Miyako con nerviosismo, sus ojos recorriendo las luces, cámaras y al equipo técnico que parecía no detenerse.

"Es normal... Uhmm..." —Ayanokouji hizo una pausa breve, calculando la situación— "Espera aquí mientras busco algo de manzanilla para ti, ¿de acuerdo?"

Miyako asintió rápidamente, aunque su incomodidad no se desvanecía. "Sí, lo haré... pero no tardes, por favor."

Ayanokouji asintió y se dio la vuelta, dirigiendo su mirada hacia los alrededores, identificando la dirección del área de catering. Después de pedir indicaciones a uno de los miembros del personal, se dirigió hacia una mesa donde preparaban bebidas. Tras terminar de hacer la infusión de manzanilla, comenzó a caminar de regreso hacia donde había dejado a Miyako, su atención fija en ella mientras avanzaba por el bullicioso set.

Pero entonces, de repente, algo llamó su atención. Un rostro familiar, entre todo el bullicio, sobresalió. Una figura en particular destacaba entre el mar de actores y personal. Era Ichika.

(Apareciste rápidamente... Ichika...) —pensó Ayanokouji, observándola con frialdad mientras ella se acercaba a Miyako.

Ichika intercambió unas palabras rápidas con Miyako, su tono parecía casual, pero su postura tensa y la mirada aguda revelaban otra cosa. Miyako dudaba, su cuerpo titubeaba ante la presencia de Ichika. Sin embargo, la duda no duró mucho. Ichika, con un gesto imperativo, la obligó a seguirla, su irritación apenas contenida. Miyako, visiblemente incómoda, no tuvo más opción que ceder.

(Parece que no te agrada la presencia de Miyako, ¿eh, Ichika?) —reflexionó Ayanokouji, sin cambiar su expresión mientras veía cómo ambas desaparecían entre el tumulto de personas.

Siguió su camino para donde se iba Miyako con la taza de manzanilla en la mano, aunque su mente ya había comenzado a analizar la situación. Lo que había sido una simple tarea ahora se había transformado en una nueva variable en su plan.

El sonido de una palma chocando contra una pared resonó en el aire, aunque la distancia y el bullicio del set de grabación hicieron que casi nadie lo notara. Sin embargo, el eco quedaba grabado en la mente de Miyako, quien, confundida y algo incómoda, miraba a una intimidante Ichika de pie frente a ella.

"Así que eras tú la chica de la que hablaba Kinimaru-san. Para ser sincera, no entiendo qué te vio... Pareces alguien primeriza. ¿Cómo es que alguien como tú llegó hasta aquí?" —interrogó Ichika, su tono cargado de desdén.

"Ah... esto... yo solo di un buen show..." —respondió Miyako, nerviosa, apenas logrando mantener la compostura.

"Eso lo sé, no soy una idiota. Pero lo que no entiendo es cómo, con una sola presentación, has podido acaparar tanta atención... No hay remedio." —Ichika se inclinó hacia Miyako, su mirada afilada como un cuchillo—. "Escucha bien mis palabras: este papel es mío. Tú no eres más que una competencia barata que Kinimaru ha traído. Llevo mucho más tiempo en escena que tú, así que no te ilusiones."