Outside [Lynich]⁠✿

Prologo

El sol se mostraba entre las nubes mientras terminaba de empacar , su taza de te recién hecha posaba en la mesita de noche y su gemela hablaba con su hermano menor para tranquilizarlo , logrando su objetivo con éxito.

Cerro la maleta sobre la cama , tomándola de la manija y caminando a la sala , preguntandoles a sus hermanos si ya se encontraban listos, recibiendo respuestas afirmativas de parte de ambos.

Salieron de la casa minutos después , ya desayunados y listos para el viaje.
Lyney iba como de costumbre a la cabeza , mientras que sus hermanos preferían quedarse atrás para no destacar demasiado.

No tardaron mucho en llegar a la estación que los llevaría a natlan ,mostraron sus boletos y subieron al tren , el viaje era de uno o dos días hasta natlan, a sabiendas de que pasarían por el desierto de sumeru antes de finalizar.

El viajero los había invitado a la nación recientemente , con el fin de conocer la nación de la guerra, y entablar amistades. Dudaron en asistir , después de todo , no conocían nada sobre la nación.

Los hermanos empezaron a charlar sobre como sería la ciudad , pues por lo poco que sabían nadie de natlan salía de la nación.

Después de un rato decidieron dejar la conversación en ese punto , aburridos de especular, lyney se quedó callado , viendo a freminet jugando con pers, mientras Lynette sacaba un libro para leer en lo que llegaban.

Los dados sobre la mesa permanecían quietos , trato de mover su rey , siendo en vano, -Jaque mate- soltó freminet , esperando a lyney para decir algo. Algo aburrido de jugar.

Llevaban jugando ajedrez por unas horas al despertar de su sueño , en la mayoría de las ocasiones ganando freminet , mientras que lynette y lyney se turnaban para jugar.

Dejaron el ajedrez de lado , freminet decidió poner música para evitar el aburrimiento. Sabiendo que la señorita furina se encontraba en el tren , lynette no tardaría demasiado para ir a hablar con ella, pues en los anteriores meses se habían vuelto amigas junto con clorinde y la señorita Navia.

Saco su mazo de cartas y empezó a jugar , sabiendo que no le quitaría el aburrimiento.

Dejando las horas seguir...