𝑪𝑶𝑵𝑱𝑼𝑹𝑨𝑵𝑫𝑶 𝑬𝑳 𝑷𝑨𝑺𝑨𝑫𝑶 || 𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬

Capítulo 23: Cartas personalizadas 2/2

19 de octubre

Horas antes de la reunión

6:00 PM — 6 horas para la reunión.

El cielo fuera comenzaba a teñirse de un anaranjado apagado, las primeras señales del atardecer. Dentro del cuarto, el ambiente era diferente. Aegan estaba tirado en la cama de Nicole, con la cabeza apoyada en su regazo mientras ella pasaba los dedos distraídamente por su cabello. Había una especie de calma en la escena, una que, aunque parecía pacífica, ocultaba la tormenta que se avecinaba en unas horas.

-Deberíamos hacer esto más seguido- dijo Aegan, su voz suave mientras sus ojos estaban cerrados.

Nicole soltó una risa ligera, casi sin ganas. La verdad era que sí, momentos como estos eran raros. Pero no pudo evitar pensar en lo que vendría después, en esa extraña reunión que marcaba el inicio de algo que ella no había pedido, pero que ahora no tenía opción de evitar.

-Lo dices como si siempre pudiéramos estar así- respondió ella, bajando la mirada hacia él.

-¿Y por qué no?- contestó Aegan, sin abrir los ojos -Si tú quieres, podemos hacer lo que sea.

El tono despreocupado de sus palabras le sacó una sonrisa. Aegan siempre tenía esa facilidad para hacer que todo pareciera sencillo, como si el caos a su alrededor no existiera. Pero en el fondo, Nicole no podía dejar de pensar en las cartas, en la reunión, en lo que estaba a punto de enfrentar. Era una calma antes de la tormenta, y ella lo sabía.

-¿Te sientes preparada?- preguntó Aegan de repente, abriendo los ojos y mirándola directo a los suyos.

La pregunta le cayó como un balde de agua fría. ¿Preparada? ¿Cómo se supone que debía sentirse preparada para algo tan grande, algo que ni siquiera comprendía del todo?

-No lo sé- murmuró ella, apartando la mirada -Es... extraño. Todo esto.

Aegan se incorporó lentamente, quedando sentado frente a ella. Sus ojos claros la miraban con una mezcla de curiosidad y preocupación.

-Vamos, Nicole- dijo, colocando una mano en su pierna -Hemos pasado por cosas peores en Ilvermorny. Sabes defenderte. No tienes por qué preocuparte tanto.

-Esto no es un partido de Quidditch, Aegan- replicó ella, con un tono más severo del que pretendía.

Él se quedó en silencio por un momento, como si estuviera evaluando sus palabras. Finalmente, suspiró.

-Tienes razón. No lo es. Pero no estarás sola- dijo, sonriendo de manera reconfortante -Y si alguien te molesta, me dices para romperles la cara.

Nicole no pudo evitar reírse ante la exageración en su tono. Aegan tenía esa facilidad de aligerar el ambiente, de hacerlo todo más manejable. Pero, aunque quisiera creerle, sabía que la noche sería diferente a cualquier cosa que hubieran vivido antes.

7:00 PM — 5 horas para la reunión.

La habitación estaba más llena ahora. Every y Sophie se habían unido a ellos, sentadas en el borde de la cama de Nicole, hablando entre risas con Aegan. El ambiente parecía ligero, casi despreocupado. Every hablaba rápido, sus gestos animados como siempre, mientras Sophie le seguía el juego con sus comentarios mordaces y sarcásticos.

-¡No puedo creer que hayas hecho eso!- exclamó Every, soltando una risa contagiosa -¡Tienes una suerte de que no te atraparan!

Sophie asintió, con una sonrisa maliciosa.

-Si te hubieran pillado, estarías metida en un lío más grande del que puedes manejar.

Aegan, por su parte, se reía con ellas, como si el tema fuera una broma interna que solo ellos comprendían. Había algo en la forma en que interactuaban, en la facilidad con la que la conversación fluía, que normalmente habría sacado alguna sonrisa en Nicole. Pero esta vez, ella permanecía en silencio, sentada a un lado, sus ojos fijos en el suelo, como si estuviera atrapada en sus propios pensamientos.