Un viaje de casi diez horas es lo que duraba llegar hasta Seúl del pueblo en el que vivía Galilea y ChangBin, ambos, eran mejores amigos desde pequeños, se criaron juntos y sus madres eran las mejores amigas en CheorWon, una localidad sencilla en la que se especializaba en la agricultura.Chang dormía como un bebé, tranquilo y bien acomodado en su asiento que casi le quedaba pequeño debido a los músculos que trabajó por un año luego de su ruptura amorosa, en la que su ex, lo había engañado con uno de los que se decía ser su mejor amigo.
Por ello, es que el muchacho desistió en aquello del amor, y se mantuvo al margen de conocer a una nueva persona que le hiciera sentir mariposas en el estómago.
Seo ChangBin era un romántico que daba el todo por el todo, de esos que regalan flores y bombones sin importar la fecha, un muchacho tan romántico que para pedirle noviazgo a aquel chico planear un picnic a la luz de la luna llena a un lado del lago, rodeado de flores silvestres, una fogata, soju, y muchísima carne nacional —que costaba un dineral— porque a SeungMin le gustaba comer bien.
Pero esos detalles no le bastaron al chico, simplemente lo engaño por meses con un pueblerino de la aldea vecina que luego de obtener lo que quería —sexo— se encargo de difundir el amorío para simplemente demostrar que en algo le había ganado a ChangBin. Y sí, ya que no le ganó en estudio o competencias en las que sus escuelas eran contrincantes.
Mientras que Gal, miraba por la ventanilla como las gotas se deslizaban por el vidrio pensando e idealizando como serían sus días en una nueva etapa en la que desconocía todo lo que traía consigo.
Hace dos años que Gal se comprometió con un chico, un compañero de clases un año mayor a ella que ahora mismo está en una universidad de Seúl, más, no la misma a la que asistirá.
Sin embargo, cuando le contó a Hyun Jin que la habían aceptado y por ende, debía viajar a la ciudad este no se mostró tan emocionado como ella.
Se veían esporádicamente —solo en vacaciones— y solo si él no tenía turno en su trabajo que lo ayudaba con los gastos de su departamento. Aún así, Gali sentía que lo quería pero no con la intensidad de cuando recién comenzaron, el amor se había enfriando, el romance terminó y todo se volvió tan unilateral que ella no sabía si ese compromiso seguiría como se había planeado cuando recién comenzaron juntos.
Los planes de un futuro juntos, quizás, hijos y matrimonio, se desvanecen como el vapor que salía de su boca y chocaba con la ventana empañando de éste.
Dió un leve suspiro para tranquilizar sus ansias se acomodo en la incómoda butaca de buzo, tomó la manta de lana que su madre le tejió y se cubrió junto a su mejor amigo dejando descansar su cabeza en el hombro fortalecido de Binnie para luego cerrar sus ojos y dormir lo que restaba de viaje.
Jungkook peinaba su cabello con sus dedos, tomó un gorro de plástico, acomodo en su cabeza escondiendo las hembras ennegrecidas en su totalidad y agarró el emulsionado para untarlo en su piel. Venía recién saliendo de la ducha, solo vestía una toalla blanca en su cadera y los tatuajes de su brazo estaban visibles dándole un toque malo.
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Iniciación OS
RandomJungkook nunca ha tenido una relación seria, es de esos chicos que solos disfrutan de un buen sexo por una noche sin querer amarrarse y sufrir en sentimientos ridículos. Galilea, una chica comprometida, con la vida, con sus estudios, con su familia...