Hoy después de las clases volví a quedar con Cedric para terminar el trabajo de pociones, pero esta vez quedamos en mi habitación.
-Os dejo solos- dijo Daphne una vez que Cedric llegó a la habitación.
Antes de cerrar la puerta vi como levantaba sus pulgares sonriendo.
Nos sentamos en el escritorio y sacamos todo lo necesario.
-Ya solo nos falta proponer algún contra hechizo- dije yo revisando el trabajo- Eso va a ser complicado, no hay ningún contra hechizo.
-Esperemos que Snape puntúe nuestra imaginación- dijo él bromeando a lo que yo reí.
Abrimos cada uno un libro para leer sobre diferentes pociones y elegir una. Yo no pude evitar desviar mi vista para mirarle. Cedric era un chico muy alto y guapo, tenía los ojos grisáceos y el cabello un poco largo de color marrón.
No pude evitar pensar en lo que me dijo Draco, la mayoría de alumnos a esta edad ya se habían acostado con alguien. ¿Era raro no haberlo hecho?
Pensándolo bien Cedric sería una buena prime vez, no le conocía mucho, pero aún así con lo poco que lo conocía sabía que merecía la pena. Es un buen estudiante, por lo que he oído es un gran amigo y es muy atento y comprensivo. Aunque todos esos pensamientos se vieron nublados por unos ojos con otro tono de gris, uno intenso y penetrante.
-La tengo- dijo Cedric levantando la cabeza del libro y mostrándomelo.
-Puede servir- dije yo leyendo los efectos que tenía dicha poción.
-Pues listo- contestó él agarrando nuestro cuaderno y haciendo un par de apuntes.
Yo me levanté de la silla y me tumbé exhausta en la cama, a los cinco minutos Cedric se tumbó a mi lado, aunque la cama era lo suficiente grande para poder estar los dos tumbados sin rozarnos.
-¿En qué piensas?- dijo él mientras mirábamos al techo.
-En los TIMO- mentí- No sé si podré hacerlo.
-Claro que sí, eres muy lista- dijo él.
-No más que tú.
-¿Qué te gustaría estudiar?- preguntó
-Tal vez medicina, ¿tú?
-Tal vez encantamientos- contestó imitándome y yo reí.
-Pero si pudieras elegir cualquier profesión, la que sea, ¿Cuál sería?
-Jugador de quidditch profesional
-Te pega mucho- contesté riendo.
-A ti en realidad te pega medicina, por lo de que siempre intentas ayudar a los demás, ¿pero que elegirías tú?
-Domadora de dragones quizás- bromeé- No sé, nunca lo había pensado, me gusta mucho leer, a lo mejor podría ser escritora.
De repente la puerta de la habitación se abrió dejando ver una cabellera rubia inconfundible.
-¿Draco?- pregunté justo antes de que cerrara la puerta de un portazo sin decir nada- Ahora vuelvo- le dije a Cedric dispuesta a ir tras él.
Lo alcancé justo antes de que bajara las escaleras.
-¿Que querías?- pregunté.
-Veo que te has tomado muy enserio lo que te dije el otro día- dijo él.
-Estábamos terminando el trabajo de pociones- le expliqué.
¿Por qué le daba explicaciones? Estaba enfada con él por la discusión que tuvimos y tampoco las merecía.
-¿En la cama?- preguntó levantando una ceja- Será mejor que vuelvas, no lo vayas a dejar con las ganas- dijo bajando las escaleras.
Yo suspiré y volví a la habitación. Cuando llegué Cedric estaba sentando en el escritorio de nuevo.
-Me gustaría hablar contigo de algo...-dijo él rompiendo el silencio.
Yo lo miré un poco nerviosa, sabía de que quería hablar.
- Sobre el beso del otro día..-dijo rascando su nuca- No sé si hice bien, no quiero que te sientas incomoda por eso.
-El beso me gustó- le dije siendo sincera mientras me sentaba enfrente de él- Pero no me siento preparada para estar con alguien en este momento.
-Oh, no te preocupes- dijo él ahora mirándome- Sólo no quiero que nuestra relación cambie, me siento muy cómodo estando contigo.
-Yo también me siento muy cómoda contigo- dije sonriendo mientras agarraba su mano.
Él me sonrió de vuelta y comenzamos a recoger la cosas para bajar a cenar. Sentí un gran alivio después de hablar con él.
Después de cenar fui a cambiarme ya que hoy también nos tocaba hacer la vigilancia.
-¿No me vas a hablar hoy?- le pregunté a Draco después de unos minutos sin hablar.
-No tenemos nada de que hablar- me contestó sin si quiera mirarme.
-¿Estás celoso?- le provoqué haciendo que esta vez si me mirara.
-No estoy celoso, pero creo que no deberías haberlo hecho con el primero que se te ha cruzado.
-Eso no ha sido así, sino lo hubiera hecho hace mucho tiempo- le contesté.
-¿Entonces es verdad? ¿Te has acostado él?
-Sí- mentí- Y me ha gustado mucho.
-Cállate- dijo acorralándome contra la pared- No quiero saberlo.
Iba a hablar de nuevo pero tapó mi boca son una de sus manos y la otra la llevó hasta mi cintura. Su cuerpo estaba demasiado pegado al mío, podía sentir su respiración chocar contra mi cara, mi cuerpo estaba rígido y podía sentir un ligero cosquilleo al sentir como sus dedos acariciaban mi espalda.
-Oigo voces- dijo en un susurro.
Agarró mi mano y caminos por un pasillo. Al girar la esquina pude ver a tres chicos entre las sombras, aunque era imposible distinguirlos.
-Lumus- susurró Draco haciendo que una destellante luz iluminara todo el pasillo y dejando al descubierto a Harry, Ron y Hermione- Ahora sí os habéis metido en un lío- dijo Draco con la intención de delatarlos.
-Draco no- dije yo- Deja que se vayan.
- Claro que no- contestó él soltando mi mano, la cual aún tenía agarrada.
-Ginevra no te preocupes- dijo Harry- Nosotros sabemos que tú nunca nos delatarías.
- Draco tampoco lo hará- dije yo mirándole- Por favor.
-Que no os vuelva a ver por aquí- dijo él molesto dejándolos ir.
-Gracias Ginevra- dijo Hermione depositando un beso en mi mejilla y corriendo detrás de Harry y Ron.
-Gracias- le susurré.
Él simplemente asintió y caminó lejos de mí de vuelta a las mazmorras.
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Por culpa del destino
Teen FictionLucius Malfoy y Tom Avery han sido íntimos amigos desde que se conocieron en su primer día en Hogwarts, por lo que no era de extrañar que esta amistad siguiera viva una vez graduados. La familia Avery y la familia Malfoy son dos de las familias más...