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Pablo perdió la memoria... Eric lo ayuda a recordar.

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🌻🍃



Han transcurrido varios meses, de lo que recuerda como lo peor de su vida. Un accidente que realmente le costó mucho y a la vez la pérdida de su memoria, una grave amnesia. 
Según el doctor fue tan leve que el daño causado solamente provocó el olvido de algunas etapas de su vida, cortas e insignificantes como explicó. 
Ya que se acordaba de todo lo que para él. Según los otros, fue importante. 

Sus compañeros de universidad lo habían invitado a salir el día de hoy, e incluso Ferran y Pedri pasaron a recogerlo de su casa. Aunque él les dijo que podría ir solo, los otros dos insistieron hasta convencerlo. 

El sonido de la bocina le dejo saber que llegaron por él, llaveo su casa y salió al encuentro del dúo que venía a escoltarlo como dijo Pepi. Aunque en lo general no se acordaba de ellos, la cercanía y familiaridad que tenía con ellos lo ayudó a recuperar gran parte de sus recuerdos con ellos. 
Aunque, había una nube borrosa ahí. Lo ha intentado aclarar pero los otros dos solo han dicho que no saben de una cuarta persona en su grupete. La duda lo carcomía, y le regalaba un tremendo dolor de cabeza cada vez que pensaba demasiado. 

Cuando llegaron a destino fue como un recorrido familiar, ver el local y todo lo demás. Y cuando preguntó sobre si estaban ya ahí, Pepi respondió. 

—De aquí no salíamos conscientes. —en un tono burlón pero real, Pablo se río mientras se adentraba al local. 
Uno tras otro fueron recibidos y saludados por mucha gente, y los otros dos se acercaron a la barra. Pablo los siguió un poco perdido pero como si ya conociera de memoria el lugar. 

—Hola, Pablito. —la barman le saludó mientras realizaba una mezcla para Pedri y Ferran. —Hemos echado de menos a nuestro futuro stripper. —la carcajada de los otros dos le hizo ruborizarse aunque no tenía la más mínima idea de lo que decía, quería creer que estaba bromeando sobre que hacía esas cosas. 

—Mikky, deja en paz a Pablito, ahora si quiere ser arquitecto. —Ferran reprochó a la rubia que se rió, separándose de la mesada para recoger otra botella de whisky. 

—¿Hasta cuándo planeas trabajar con esa panza? —Pepi preguntó, la rubia regresó junto a ellos con una sonrisa. 

—Hasta que Frenkie me lo prohíba o Eric me eché.

Eric...
Eric...
Eric...

Un eco repetitivo se formó en su mente, el nombre sonando tan conocido. Pero sin rostro, sin recuerdos que lo acompañen en ellos. Pensó demasiado nuevamente y sintió esa punzada que según él doctor debía evitar. Pero, ¿cómo hacerlo? Ese nombre le resultaba tan familiar. Como si fuese algo que nunca quiso olvidar. 

m e m o r i a s [pablo torre & eric garcía] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora