¡Hola a todos! Y acá otro capítulo jejeje. Dejen comentarios, quiero leerlos jaja dejo la vida escribiendo y literal las manos (tengo tendinitis jasjda) merezco un comentario jaja besos y abrazos.
La ceremonia comenzó con el eco de cánticos antiguos, llenando el gran salón con un aire de solemnidad. La luz de las velas danzaba, proyectando sombras en las paredes adornadas con intrincados tapices que narraban las leyendas de Valyria. Los nobles, ataviados con sus mejores galas, llenaban las filas con risas y murmullos, pero Rhaenyra solo podía sentir el peso de la incertidumbre en su pecho. Se sentía como una ofrenda, una víctima destinada a sellar un pacto que la aterraba.
Al estar de pie frente al altar, Rhaenyra contempló a Daemon. En su mirada había una mezcla de poder y deseo, pero también de una oscuridad inquietante que le hacía cuestionar su propia valentía. Su vestido, elaborado con hilos de oro y plata, caía en suaves pliegues, adornado con símbolos valyrios que parecían susurrar advertencias en su mente. Sin embargo, a pesar de su esplendor, la joven se sentía como una prisionera en su propia piel.
La presión aumentó a medida que Daemon se acercaba, su presencia era como un fuego que iluminaba, pero también consumía. Su mirada penetrante la examinaba como si ya la reclamara, y Rhaenyra sintió un escalofrío recorrer su espalda. En ese instante, todo el ruido del mundo se desvaneció, dejando solo el palpitar de su corazón.
Ella ahogó un sollozo cuando ambos debieron cortar sus manos, pero era extraño, al momento de unir sus manos, se sentía extraño. ¿Qué le sucedía? ¿Por qué él la miraba de esa forma?
Cuando finalmente unieron sus labios, Rhaenyra se sintió atrapada entre el horror y el deseo. El beso era ardiente, y, por un instante, el tiempo se detuvo. El mundo se desvaneció en una neblina de emociones contradictorias. Ella sintió la fuerza de Daemon, una dominación que la asustaba y, sin embargo, la atraía de una manera inexplicable. Era una mezcla intoxicante que la dejó tambaleándose, y su mente se llenó de confusión.
Los vítores estallaron en el salón, rompiendo el trance que había envuelto a Rhaenyra. Las risas resonaban, y el aire se llenó de música alegre. Los nobles aplaudían, celebrando la unión de dos poderosos linajes, mientras el vino fluía como un río dorado, regando el suelo con promesas de felicidad. Pero Rhaenyra, entre la algarabía, solo podía sentir el frío de la soledad. Ella era un pez en el agua de su propio tormento, atrapada en un festín que la alienaba de su propia felicidad.
Aemma, su madre, observaba desde un rincón del salón, la angustia reflejada en su rostro. La ex reina había estado teniendo esperanza de que Viserys llegara y rescatara a su hija, pero él no llegaría, ella lo sabía.
Pero al ver a Rhaenyra rodeada de lujo y luces, sentía que su corazón se rompía en mil pedazos. Ambas estaban allí, pero la distancia entre ellas era abrumadora. Aemma quería gritarle, advertirle, suplicarle que huyera, que no se convirtiera en la esposa de un hombre que llevaba en su corazón la oscuridad de la venganza.
Puede que Daemon hubiera sido bondadoso una vez, pero esa bondad había muerto hace mucho con su hijo primogénito.
Con cada brindis que resonaba, Rhaenyra sentía que su alma se desvanecía. Las risas de los nobles se convertían en ecos lejanos, casi burlones, mientras ella forzaba sonrisas, intentando encajar en un mundo que ahora le resultaba ajeno. Se sentía como un espectro, una sombra entre las luces, y la alegría que la rodeaba le parecía un cruel recordatorio de su encadenamiento.
A medida que la noche avanzaba, los bailes comenzaron, y Rhaenyra se vio atrapada en la vorágine de la celebración. Los nobles danzaban a su alrededor, como si celebraran su condena. Cada giro, cada paso, era una cuerda que la ataba más a Daemon. En el fondo de su corazón, sabía que este era solo el comienzo de su tormento. La alegría ajena la hirió más profundamente que cualquier espada, y por un momento, deseó poder desaparecer en la oscuridad.
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La Jaula del Dragón (Dark Daemyra)
FanfictionEl reino de Westeros se tambalea al borde del abismo cuando el príncipe Daemon Targaryen, impulsado por la ira y la venganza, decide derrocar a su hermano, el rey Viserys, a quien culpa por la muerte de su primogénito. Durante años, Daemon ha reunid...