LA MARCA DEL GUARDIÁN

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Desa continuó su camino, sintiendo la presión del medallón en su pecho. Cada paso la acercaba más al Templo del Amanecer, pero también la alejaba de su hogar. Mientras caminaba, recordó la marca en su muñeca. Una luna creciente que siempre había estado allí, pero cuya naturaleza comenzaba a desvelarse. Cada vez que pensaba en ella, un cosquilleo recorría su brazo.

En su primer día de viaje, Desa se aventuró a través del Bosque de Cristal, donde los árboles brillaban tenuemente. La belleza del lugar contrastaba con la oscuridad que conocía.

Al caer la tarde, oyó un ruido entre los arbustos. Su corazón se aceleró, recordándole las advertencias de Fedra sobre las criaturas de la noche. De repente, un grupo de sombras emergió, criaturas oscuras que parecían hechas de humo. Desa sintió miedo, pero también algo más: una chispa de poder dentro de ella. Sin pensarlo, levantó la mano con el medallón hacia las sombras. En ese instante, la marca en su muñeca brilló intensamente, y una ola de energía la envolvió. Con un grito, las sombras se detuvieron, como si la luz del medallón las repeliera. Desa se sorprendió; había logrado desviar su ataque sin entender cómo.

Atraída por la curiosidad y el poder que había sentido, Desa se enfocó en la marca. Comenzó a comprender que era un símbolo de su herencia, una conexión con la magia de Lunaris. Cuando las sombras retrocedieron, Desa se sintió fuerte por primera vez. Había algo dentro de ella que la empujaba a seguir adelante.

A medida que avanzaba por el bosque, comenzó a notar otros signos de su herencia. Las plantas parecían inclinarse hacia ella, y el aire a su alrededor se sentía más fresco. Al caer la noche, encontró un claro donde se detuvo para descansar. El brillo de la luna iluminaba el lugar, y la energía del medallón se intensificó. En ese claro, Desa se sentó en el suelo y cerró los ojos, intentando concentrarse. Imaginó la Espada de Luna, deseando que la visión regresara. En su mente, la espada apareció, resplandeciente y poderosa. Sintió la urgencia de encontrarla y unirla a su destino. Sin embargo, el sueño de la espada se tornó en pesadilla. Desa se vio envuelta en un mar de sombras, la oscuridad consumiéndola mientras voces susurrantes resonaban a su alrededor. "No estás preparada", decían, con risas burlonas que la rodeaban. Intentó gritar, pero no podía. La sensación de impotencia la abrumó, y la marca en su muñeca comenzó a arder como si fuera un fuego interno.

Despertó de golpe, el sudor empapando su frente. La luna aún brillaba intensamente, pero su luz parecía más tenue, como si sintiera su inquietud. Tomando una respiración profunda, recordó las palabras de Fedra: "La oscuridad no puede existir sin la luz". Esa verdad resonó en su interior, y con una nueva determinación, se levantó del suelo.

El camino continuaba ante ella, pero ahora estaba más consciente de su propósito. La Espada de Luna no era solo un objeto; era una extensión de su propio ser. Mientras avanzaba, los árboles susurraban entre sí, como si compartieran secretos sobre el destino que la aguardaba. La brisa parecía guiarla, llevándola más allá del bosque y hacia tierras desconocidas.

Pronto, Desa llegó a un cruce. A la derecha, el sendero se adentraba en una cueva oscura, mientras que a la izquierda un riachuelo resplandecía bajo la luz de la luna. Recordó las advertencias de Fedra: "Los caminos se bifurcan, y cada elección define tu destino". Se detuvo un momento, sintiendo la energía del medallón pulsar en su pecho. Finalmente, decidió seguir el sendero del riachuelo, confiando en que la luz la guiaría.

Mientras caminaba junto al agua, notó que el sonido del flujo se transformaba en un canto melodioso. Al acercarse, descubrió a un grupo de criaturas mágicas, pequeños seres alados con destellos de luz en sus alas. Observaban a Desa con curiosidad, y uno de ellos, con una voz suave como el murmullo del agua, se acercó. "Eres la elegida, la que portará la Espada de Luna".

Desa se sintió abrumada, pero también emocionada.

-¿Cómo saben quién soy? Preguntó, su voz temblando con la mezcla de miedo y esperanza. La criatura sonrió. "La luna te ha llamado, y nosotros la escuchamos. Ven, te mostraremos el camino".

Desa siguió a las criaturas, maravillándose de su belleza y el brillo que dejaban a su paso. Los pequeños seres la guiaron hacia un claro oculto donde el agua del riachuelo formaba un estanque de cristal. La superficie reflejaba las estrellas y la luna, creando un espectáculo deslumbrante.

-Este es el Lago de los Destinos. Explicó uno de ellos. -Aquí, puedes ver visiones de lo que está por venir.

Intrigada, Desa se acercó al borde del agua. Al mirar, la superficie comenzó a agitarse, revelando imágenes borrosas. Vio destellos de la Espada de Luna, así como sombras amenazadoras que se cernían sobre su hogar. El corazón le latía con fuerza; la lucha no sería solo contra criaturas oscuras, sino también contra su propio miedo.

-Debes prepararte. -Dijo la criatura más anciana, cuyas alas brillaban con una luz suave. -La oscuridad intentará desviar tu camino. Pero la espada no solo es un arma, también es un símbolo de esperanza. Necesitas aprender a canalizar su poder. -Desa asintió, sintiendo que un nuevo propósito se encendía en su interior.

Con cada enseñanza que recibía de las criaturas del Lago de los Destinos, Desa sentía que la conexión con su herencia se fortalecía. Comprendía que el poder de la Espada de Luna no era solo un regalo, sino una responsabilidad que debía abrazar con valentía. Mientras se preparaba para continuar su viaje hacia el Templo del Amanecer, Desa supo que debía enfrentar no solo las sombras externas, sino también las dudas internas que amenazaban con desviar su camino. Con un último vistazo al lago, prometió a las criaturas que llevaría su luz al mundo, decidida a desatar el poder que llevaba dentro y a proteger lo que amaba. Así, con el medallón brillando en su pecho y la marca en su muñeca brillante, Desa se adentró en lo desconocido, lista para enfrentar su destino y los desafíos que la aguardaban.

Las crónicas de la espada de lunaWhere stories live. Discover now