–Lily, sal ya, tenemos que irnos -dije ya desesperada, odiaba que la gente me hiciera esperar, tenía paciencia, pero para esta chica no, me sacaba de mis casillas.-
–Tía, por una vez que tardo no pasa nada. –le lancé una de esas miradas que ella tanto teme haciendo que se arrepintiera de haberla causado– Vale, sí, tardé un poco, quizá bastante...
–Te pasas, guapa, te pasas. -resoplo con un aire de superioridad, ya que en esa situación parecía yo la mayor de las dos.–
–Se acerca a mi abrazándome por la espalda– Nos merecemos esta salida, nos la hemos ganado a pulso.
–Río soltando una de mis carcajadas irónicas– Y para ligar, lista, que solo quieres salir para lucir cuerpo...
Nos subimos las dos en mi coche que me regaló mi madre al graduarme, aunque no sea un lujo, me vale para moverme por las calles.
–Sarah, ¿qué piensas?, ¿estás atenta a la carretera? –noto sus ojos clavados en mi con una pizca de miedo y la miro de reojo un segundo volviendo mi mirada a la carretera–
–Claro que estoy atenta a la carretera, ¿qué te piensas de mi? –embozo una sonrisa mirando por el retrovisor y aparco perfectamente entre dos coches–
–Que eres una puta, cariño mío. –reímos las dos por el comentario que hizo y asiento con la cabeza.–
–No me hagas hablar... –preferí no hablar, la verdad, quería ya terminar esta conversación.–
Entré al local antes que mi amiga, vestía con un vestido amarillo ajustado, con mis tacones favoritos negros y un bolso de mano a juego con el calzado.
–¿¡Sarah!? –oí mi nombre y no sabía de dónde provenía, busqué con la mirada a mi al rededor hasta que encontré por fin al dueño de esa voz–
–¡David! –grité sorprendida y corrí a sus brazos, intentando no tropezarme y comenzar bien mi noche. Al llegar a sus brazos me cogió levántandome– ¿Qué haces por aquí?.
–Pues nada, sabía que vendrías. –reímos los dos y me suelta con delicadeza de sus brazos–
–Estás guapísimo, David, a Lily le vas a encantar...
–Lily es la...
El chico se queda callado cuando Lily entra al local y se acerca con pasos de superioridad hacia nosotros, la verdad es que llama muchísimo la atención, también llama la atención de casi todos los chicos que hay al rededor, y no me extraña ni me parece raro.
–Bueno... –decidí romper el hielo en esta situación, la música seguía sonando y la gente bebiendo, pero David no decía nada– Ella es Lily, y él es David. –les presento echándome a un lado–
–Encantado, Lily, de veras que es un placer conocerte.
–Lo veo normal, conocerme es un placer y un deseo que no todos pueden cumplir...
Ya está la famosa Lily Hincke sacando su lado felina, siempre hace lo mismo con los chicos, se folla a mil y luego quiere tener una relación estable.
Decidí irme y dejar a estos dos ligar mejor dirigiéndome a los servicios, había una cola enorme, y en este momento maldigo a Lily y a David.
–Perdone, monada, ¿podría hablar contigo?.–
–Di una media vuelta sobre mí misma para mirar a aquel chico que me habló.– Estoy demasiado ocupada.
–Me agarró del brazo antes de que yo pudiese darme otra vez la vuelta– ¿Estás ocupada en la cola del baño?, ¿De verdad no quieres hablar con un chico tan atractivo como yo?.
La verdad es que el chico es muy atractivo, quizás demasiado atractivo y viste muy bien. Pero yo no quería darle la razón, como hacía de costumbre.
–Lo de hablar con un chico tan atractivo lo dirás tú, es bueno tener la autoestima así de bien.
–No te hagas la dura, que te tengo calada.
–Si bueno, me tienes enamoradísima, mojo bragas contigo, ¿sabes?.
–Porque estás buena y tienes algo que me llama la atención, que o sino ya me hubiera ido.
Como no.
–Si me has buscado para follarme, estás muy equivocado, mi amiga si que está dispuesta a hacerlo.
–Presentamela.
Menos mal, ya me iba a quitar del medio a este pesado. Sin decir nada le cogí de la mano y me lo llevé para buscar a Lily, no sé dónde se habrá metido, igual está ya follando o calándose a alguno.
¡Sarah! –me doy la vuelta y veo a Lily dirigiéndose hacia nosotros– ¿Y este chico?
Miedo me da, ya está mirándole de arriba a abajo, y conociéndola como la conozco le gusta mi chico.
¿Mi chico?, ¿de verdad, Sarah?
–Todo para ti, Lily, todito.
–Me llamo Daniel, es un placer Lily.
Y ya está la misma escena de siempre...
–Bueno, yo me voy a ir ya. –Antes de irme le cojo el vaso a Daniel y le doy un sorbo a lo que llevaba– Gracias.
–Me voy contigo, nena, ¿va Lily también?
Vaya pringado, que perdido va el probre.
–Si vais a follar, vosotros sabréis lo que hacer, irse en taxi luego, a mi no me liéis, que trío no quiero.
Me alejé de ellos saliendo de aquel local, me da rabia que mi amiga sea así y que encima viva en mi piso.
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Underage
RomanceSi piensas que tu vida no tiene nada de interesante, o te piensas que debería ser como la de los libros o películas, estás equivocado. No todo tiene que ser tan preciso, que pueden cambiar tus planes en un segundo y tu aún no te has enterado. Es lo...