~•Cap 32:. Deseo 🔥 •~

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Elena

Los últimos días han sido una montaña rusa. Entre las decisiones sobre la universidad y el tiempo que paso con Enzo, siento que estoy caminando por una cuerda floja. Es difícil descifrar qué siento por él; su dureza me intimida, pero al mismo tiempo, algo en su manera de ser me atrae como un imán. A veces pienso que mi alma se aferra a él más de lo que debería, y esa idea me aterra.

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Noche en casa de los gemelos

Nick no está porque, según Enzo, está ocupado con unos "negocios" en México. La casa está tranquila, y aunque él no lo admitirá, creo que aprecia el silencio tanto como yo. Estoy en la cocina, sacando un paquete de palomitas del microondas, listas para ver una película de terror.

—No tengo tiempo para estas estupideces. —Enzo está apoyado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados y esa mirada seria que siempre lleva puesta.

—Bien, me voy —doy un paso hacia la salida, pero él se interpone en mi camino, bloqueándome.

—Quítate —digo con un tono molesto, sin mirarlo, mientras mis labios se forman en un puchero que no puedo controlar.

De repente, me agarra suavemente del mentón y eleva mi rostro hacia el suyo, obligándome a mirarlo. Pero no le doy el gusto; desvío la mirada. Su sonrisa se ensancha, reflejando diversión, lo que solo me irrita más.

—Eres muy caprichosa, ¿sabes? —dice, mientras sus ojos buscan los míos con una intensidad que hace que el aire en la cocina se sienta más denso.

Permanezco en silencio, tratando de ignorarlo, pero mis ojos no tardan en encontrar los suyos.

—Mírame, Elena —su tono cambia; ya no es una petición, es una orden.

Aun así, me mantengo en silencio, negándome a obedecer.

—Voy a contar hasta tres. —su voz es baja, pero firme.

—Uno... —comienza, con esa confianza que me exaspera.

—Dos... —insiste, y puedo sentir su mirada clavada en mí, esperando que ceda.

—Tres. —respondo yo, desafiante, levantando la barbilla.

Su mirada cambia. Hay un brillo oscuro, algo que grita peligro, pero también deseo. Antes de que pueda reaccionar, su mano se desliza hacia mi cuello y me obliga a mirarlo.

—¿Qué crees que estás haciendo? —protesto, pero no me deja terminar. Su boca cubre la mía con un beso feroz, cargado de exigencia.

Sus labios son duros, desesperados, y su lengua reclama la mía sin pedir permiso. Me toma por la cintura y, antes de darme cuenta, mis piernas rodean sus caderas, y sus manos se colocan debajo de mis muslos, sujetándome con fuerza.

Elena interior... ¿No podías usar algo menos revelador, como unos jeans imposibles de quitar? Pero no, la niña decidió ponerse un vestido. Bien hecho.

La intensidad del momento nubla mis pensamientos. Con los ojos cerrados, siento cómo comienza a caminar conmigo en brazos, dirigiéndose a una habitación de huéspedes cercana.

Girls In Trouble +21 ©[Bilogía My Soul In Trouble  #1] Terminada ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora