𝐯𝐢𝐨𝐥𝐢𝐧𝐢𝐬𝐭𝐚 [ᴍɪɴꜱᴜɴɢ]

capítulo V

Podía sentir su corazón retumbar ante su cuerpo, no notaba a dónde iba, sus pies pensaban por sí solos, lo único que sabía era que necesitaba pensar en que haría ahora que le contesto de tal manera a su padre, su padre. ¿Y si lo desheredaba? Peor aún, ¿Y si lo hacía desaparecer? Su mente daba tantas vueltas, existían mil posibilidades de lo que su padre podría hacer con el—

"¿Estás bien?" Jisung no lo había notado, pero estaba derramando lágrimas como un niño abandonado y sin darse cuenta, llamó la atención de un desconocido. "¿Estás bien?" volvió a repetir el extraño. Era un chico alto, de cabello un poco largo y muy oscuro, su nariz era formidable y perfecta, portaba una hoodie gris y unos oversized jeans; Tenía una vibra cálida, sus ojos emitían preocupación al ver al menor en tal estado. "Ah, sí. Estoy bien." Mutó Jisung, intentando disimular su voz quebrantada. "No pareces estar bien." Dijo suavemente el desconocido, utilizando las mangas de su hoodie para delicadamente limpiar las lágrimas del contrario, su toque se sintió sutil a la piel. "No es nada.." Jisung quería voltear la cara, después de todo, este era un extraño al que tenía peligrosamente cerca, pero aún así algo le impedía moverse y quitarle la mirada de encima. "Me llamó Jake ¿Cuál es tu nombre?" Se sentó a un lado del menor, situándose en el columpio que se encontraba allí.

"Es Jisung." "Hola Jisung." hubo un silencio largo, no incómodo, solo silencio y paz. "¿Tienes hambre?" preguntó Jake, siendo el primero en romper aquel momento; Jisung solo pudo asentir con la cabeza, sin poder encontrar su voz. Solo quería permanecer callado y pensar. "Te invito a comer, vamos, conozco un buen lugar donde sirven la mejor comida Italiana." Él pelinegro se puso de pie, mirando al menor con una sonrisa deslumbrante que dejaría en pena hasta al mismo sol. El contrario se puso de pie, le sonrío, y sin pensar más, caminó tras el, escuchándolo hablar sobre lo rico que era la comida de tal restaurante.

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    Minho se encontraba de camino a la mansión de los Han, pensaba en que quizás, podría convencer a Jisung de salir con el a comer algo, se moría de ganas por probar el nuevo restaurante Italiano que había descubierto hace pocos días. Expectante, tocó la puerta, esperando que Jisung o alguna señora del servicio respondiera. "¿Diga?" En su lugar, se encontró con el señor Han, aunque su palabra fue educada, su cara emitía molestia. "¿Esta Jisung? Hoy nos toca clase." "No está." Contestó el padre, "Y no se donde esté, antes de que preguntes. No se y no me importa, no quiero saber, y si te lo llegas a encontrar, dile que no piense nunca en regresar por qué no lo dejaré entrar." Minho no pudo reaccionar las palabras y el tono frío con el que hablo, la puerta le fue cerrada en la cara con un fuerte estruendo. No pudo evitar quedar atontado. ¿Jisung había escapado de casa?, ¿Su papá lo había corrido?, ¿Dónde estaba Jisung? Podía sentir el miedo apoderarse de él, las calles eran peligrosas y el menor muy rara mente salía, no tenía más que dos amigos con los que podría estar y ambos vivían lejos de ahí. ¿Dónde podría estar? Como si el cielo sintiera su corazón temblar, el cielo oscureció y los truenos se dieron a escuchar, una tormenta se aproximaba para arruinar el día soleado a mitades de otoño, pero al profesor no le importa, necesitaba encontrar a su estudiante cuanto antes.

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hola bebés se vienen cositas (me interno en un psiquiatra)