PRIMER ERROR

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Dancing around poison love

𝗓 𐰁 𝗓 𐰁 𝗓 𐰁 𝗓 𐰁

Podría decir que mi relación con Emilian era prácticamente envidiable y era algo que cada persona que sabía de lo nuestro comentaba.

Noches de sexo interminable; vino tinto y películas; aprender deportes extremos porque Max era fan de la adrenalina; incluso probamos senderismo (y, honestamente, no lo recomendaría jamás)

Era como huir de una escena del crimen, la adrenalina de besarnos en cualquier lugar y contener las ganas hasta llegar al departamento para una buena sesión de anatomía.

Ahora, el conocer más a su familia fue algo que me cambió la vida alterando mi Brain chemistry, y es que era algo que le podía envidiar a Max; la excelente relación familiar que manejaba con su núcleo cercano.

Recuerdo la primera vez que fuimos a desayunar con sus padres.

Ese día yo acababa de despertar, él me había dicho que fuésemos a desayunar y, por el historial de salidas así, no había necesidad de irse demasiado producido pues con un jogger color verde olivo y una playera beige era más que suficiente.

Max no dijo nada sobre mi ropa y, en el futuro hubiese agradecido que lo dijese pues en el momento en el que vi que estacionamos frente a su casa, había algo que no me parecía del todo bien.

—Dame un momento —habló tranquilo mientras se desabrochaba el cinturón y bajaba del auto; yo, mientras tanto, buscaba una distracción en mi teléfono para evitar ver hacia arriba, escribía palabras al azar en las notas en busca de disimular un poco.

Aunque de reojo veía a mi novio hablar con sus padres; ya los ubicaba pues había visto algunas fotos que Max me mostró.

Lamentablemente fui atrapado en el acto donde una mirada indiscreta a la escena frente a mi causó que Max me hiciese una seña para que bajase del auto y no me podía morir más de vergüenza.

Limpié un poco mi jogger y bajé del auto con cautela siento recibido con efusividad por Limón, el corgi de Max. Antes de acercarme a los adultos, me agaché para acariciar al cachorro recibiendo unos ladridos de emoción y matando algo de tiempo para ver a los adultos.

—Buenos días —me reincorporé con Limón entre mis brazos acercándome a la pareja, podía sentir mis manos sudar y mi garganta secarse.

—Buenos días —exclamaron ambos al unísono.

—Soy Sophie, la Madre de Max —la mujer extendió su mano hacia mi, por mi parte tuve que dejar a Limón en el suelo, ya una primer mala impresión pues los impregnaría de pelitos de Limón.

—Un gusto, Soy Sergio Pérez —sonreí correspondiendo el gesto y acercándome para sellar la primera impresión con un saludo de beso en la mejilla —aunque bien pueden decirme Checo.

—Un placer, Checo, soy Jos —el hombre habló y sentí mi cuerpo temblar; tenía una voz muy profunda.

Por su parte, él solo extendió la mano manteniéndose estático, gesto que correspondí y no hubo mayor problema.

—Les estaba diciendo que fuesen a desayunar con nosotros —Max dirigió la atención hacia mi y yo quería golpearlo —digo, quería que se conociesen bien.

—Aunque ya te conocemos más de lo que crees —habló la mujer serena.

Sentí como la sangre bajó a mis tobillos —¿Disculpe? —cuestioné con una risa nerviosa jugando con el dobladillo de mi playera.

VINO TINTO | CHESTAPPEN AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora