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MIKO
|EL AMOR DE MI VIDA|

Hace 3 años...

Llego al set y veo que está decorado de una manera relajada, con luces cálidas colgando del techo, sillas de madera con cojines coloridos y una pequeña mesita de café a un lado, con tazas de cerámica y una jarra de agua. El ambiente se siente cómodo, casi íntimo, como si fuera una conversación entre panas y no una entrevista formal. Julián, el anfitrión, está concentrado revisando sus notas hasta que se da cuenta de mi presencia.

—Pero mira quién ha llegado, la baby Miko—, dice, sonriendo ampliamente mientras hace un pequeño baile moviendo los hombros. Su energía siempre es contagiosa.

—Acho, Julián, hola—, lo saludo de vuelta, riendo.

Nos acomodamos en las sillas, el set ya estaba listo para grabar. La cámara empieza a rodar y la charla fluye de lo más natural, como siempre que estoy con Julián.

Después de algunas preguntas normales sobre mi carrera, mis proyectos futuros y unas cuantas bromas, noto que Julián recibe una nueva tarjeta de preguntas, y su expresión cambia a una de curiosidad.

—Bueno, Miko, ahora ha llegado una pregunta que yo también me muero por saber—, dice él, levantando la tarjeta y mirándola con interés antes de fijar la mirada en la cámara—. ¿Tienes un amor insuperable?

Hago una pequeña mueca en mis labios, sintiendo una ligera incomodidad mezclada con diversión. Julián se ríe ante mi reacción.

—O uno que creíste no superar—, aclara, esperando con esa típica sonrisa traviesa.

—Maybe—, respondo, dejando un aire de misterio.

—Dale, Miko, danos más detalles—, insiste él, mientras me río nerviosa.

—Maybe una nena... y duramos unos tres años—, confieso, aunque sin dar demasiados detalles.

Julián me mira intrigado. —¿Era puertorriqueña? ¿Se conocían antes? ¿Tus fans la conocen?— pregunta, casi como si estuviera hilando un rompecabezas.

—Muchas preguntas, Julián—, respondo, un poco pachosa por lo directo de su curiosidad.

—Creo saber quién es—, dice, pensativo—. ¿Estuvo cuando empezaste tu carrera?

Suelto una risita y niego con la cabeza.

—No, ella es venezolana y, para cuando comencé mi carrera, ya se había vuelto a mudar. Lastimosamente, no estuvo a mi lado en ese momento.

Julián hace una pausa, asintiendo con empatía. —Acho, qué duro, eso sí debe doler.

—Sí, siempre hay una pequeña parte de ella en mis canciones—, digo, sin entrar en muchos detalles pero reconociendo que su presencia sigue ahí, en mi música—. Una que otra referencia, por ahí la pueden encontrar.

—¿Nos dirás el nombre o nos quedamos con la duda?— pregunta, en tono juguetón.

—No puedo decirles el nombre... Pero si buscan bien, lo encontrarán en mis canciones—, digo, tapándome la cara con una mano, mientras Julián me mira, entre curioso y satisfecho.

—Acho, Miko, me estás dejando con más dudas de las que tenía antes—, suelta él con una carcajada, sacudiendo la cabeza.

—Ese es el punto, Julián—, le respondo en tono travieso, sonriendo.

—O sea, ¿que la venezolana dejó su marca en tu música?—, sigue indagando él, sin soltar el tema.

Me río nerviosa, pero lo miro de frente. —Sí, no sé si fue consciente o no, pero definitivamente ella está en muchas de mis canciones. A veces es solo una frase, a veces una palabra que me recuerda a algo que vivimos juntas... Cosas así.

—¿Y alguna de esas canciones ha sido un hit?—, me pregunta, entrecerrando los ojos como si estuviera tratando de adivinar cuál.

—Puede que sí—, respondo misteriosa, jugando con él. —O puede que esté escondida en una que no ha sido tan popular.

Julián se echa hacia atrás en su silla, cruzando los brazos. —Acho, Miko, nos tienes haciendo trabajo de detective aquí—. Luego, tras una breve pausa, lanza otra pregunta que me agarra desprevenida. —¿Y has hablado con ella desde que se fue?

No, cuando empecé mi carrera ya no estaba a mi lado. Se mudó antes de que todo esto explotara.

—Acho, que duro. ¿Y nunca te ha escrito?—, pregunta, mirándome con curiosidad genuina.

Me quedo en silencio un segundo, dejando que sus palabras me golpeen. La verdad es que nunca me había hecho esa pregunta.

—No, no he sabido nada de ella desde que se fue—, admito con una sonrisa triste. —Perdimos contacto cuando se mudó. Fue todo tan rápido... Y nunca recibí un mensaje, ni de felicitación, ni nada.

—¿Ni cuando empezaste a sonar por todas partes?—, sigue él, aún intrigado.

—No, nada—, digo, mirando hacia abajo. —Ella siempre me apoyaba con lo de la música, decía que llegaría lejos. Pero no sé, tal vez perdió interés o cambió de vida. Uno nunca sabe.

—Acho, Miko. Eso suena como el amor de tu vida—, suelta Julián, en tono más serio, como si no pudiera creer lo que estaba escuchando.

—Sí...—, admito, sonriendo con melancolía. —Maybe lo fue, el amor de mi vida. Pero a veces, aunque lo tengas, no puedes quedarte con él.

Julián asiente en silencio, dejando que el momento repose unos segundos antes de cambiar el ambiente otra vez con su energía contagiosa.

—Acho, ya sabes que ahora todos vamos a estar buscando esas referencias como locos, ¿verdad?—, dice, riéndose.

—Lo sé—, le respondo entre risas, aliviada de que el tema cambió de tono. —Pero no te preocupes, les dejo un par de pistas en mis canciones.

—¿Te imaginas que ella también las escuche y se dé cuenta de que son para ella?— pregunta, arqueando una ceja con malicia.

—¡Ay, Julián, no me pongas a pensar en eso!— le digo, tapándome la cara con ambas manos mientras él se ríe a carcajadas.

—Acho, si algún día te aparece diciéndote "escuché tu canción y sé que es para mí", me avisas—, añade él, todavía riendo.

—Te prometo que te lo cuento—, le respondo, también riéndome, mientras el ambiente en el set vuelve a sentirse ligero y divertido.

Después de unos segundos, Julián se aclara la garganta, y yo sé que viene otra pregunta. —Bueno, baby Miko, vamos con otra que seguro te va a hacer reír... ¿Estás lista?




















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RINA PASA TIP PORFISSSSSSSS, buenoooo holi a todassssss, les traje un capítulo antes de irme a mimir🫶🏻

BESOS NIX💗

THE STORY OF US (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora