2 Corazones en conflicto

Capítulo 32: El 31 de diciembre

El último día del año llegó con un aire de anticipación en la cabaña. Todos estaban emocionados por la noche que se avecinaba, con planes de una gran cena y una pequeña celebración para recibir el nuevo año. La nieve seguía cayendo suavemente afuera, creando una atmósfera tranquila y festiva.

Kaithyn se despertó temprano, su mente aún envuelta en los acontecimientos de los últimos días. El beso con Jeireth seguía presente en su mente, pero se esforzaba por apartarlo. No quería que ese momento complicara más las cosas, especialmente ahora que todos parecían estar disfrutando las vacaciones.

Bajó a la sala de estar, donde encontró a su madre, Lis, y a Maily, la madre de Jeireth, preparando algunos de los platillos para la cena de esa noche. Ambas mujeres estaban de buen humor, riendo y charlando sobre la fiesta de fin de año.

"Kaithyn, cariño, ¿puedes ayudarme a preparar la mesa para la cena de esta noche?", preguntó su madre con una sonrisa.

"Claro, mamá", respondió Kaithyn, intentando distraerse con las tareas. Mientras ayudaba a organizar las cosas, su mente volvía a la noche anterior, recordando cómo se había sentido al estar tan cerca de Jeireth.

Por otro lado, Jeireth había salido temprano con su padre y Bengy a recoger algunas provisiones para la celebración. A pesar de que había tratado de actuar con normalidad, sus pensamientos seguían rondando a Kaithyn. No podía dejar de pensar en cómo ella había reaccionado después del beso. Sabía que lo había estropeado, que su impulso había sido demasiado rápido, y ahora no tenía ni idea de cómo arreglarlo.

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Al mediodía, la cabaña estaba llena de actividad. Bengy, siempre el animado, había comenzado a organizar algunos juegos al aire libre, como una competencia de muñecos de nieve y carreras en la nieve. Todos estaban riendo y disfrutando del día, pero entre Kaithyn y Jeireth, la tensión seguía siendo palpable.

Cuando regresaron de las compras, Jeireth apenas intercambió algunas palabras con Kaithyn, manteniendo una distancia que ambos notaron. Kaithyn fingía que todo estaba bien, pero su incomodidad crecía con cada mirada furtiva que él le lanzaba.

"Kaithyn, ¿quieres venir a caminar un rato?", le preguntó Bengy después de la competencia de muñecos de nieve. "Parece que necesitas despejarte un poco".

Ella aceptó, agradecida por la oportunidad de alejarse por un rato. Mientras caminaban por la nieve, el paisaje invernal parecía calmarla un poco, pero su mente seguía siendo un torbellino de emociones.

"¿Sabes? Siempre he pensado que eres diferente, Kaithyn", dijo Bengy de repente, rompiendo el silencio. "No como las otras chicas con las que Jeireth ha salido".

Kaithyn lo miró, sorprendida por su comentario. "¿A qué te refieres?", preguntó.

"Lo que quiero decir es que tú no solo eres su amiga por conveniencia. Se nota que te importa. Y creo que eso le confunde un poco", explicó Bengy. "Él es un buen chico, pero a veces no sabe cómo lidiar con sus propios sentimientos".

Kaithyn se quedó en silencio por un momento. Las palabras de Bengy resonaban en su cabeza. Quizás él tenía razón, quizás Jeireth estaba tan confundido como ella, pero eso no hacía las cosas más fáciles.

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Al caer la tarde, todos regresaron a la cabaña para prepararse para la gran cena de fin de año. El ambiente era festivo, las luces del árbol de Navidad seguían brillando, y la mesa estaba repleta de platillos deliciosos.

Kaithyn se cambió rápidamente para la ocasión, eligiendo un suéter festivo que su madre le había regalado. Cuando bajó a la sala, vio a Jeireth cerca de la chimenea, su mirada distraída mientras hablaba con su hermano. Intentó no prestarle demasiada atención, pero sabía que esa noche sería complicada.