Capítulo X: Bufanda

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Eran las 10:55 p.m. cuando los ojos de Suguru se abrieron.

Su estómago gruñía de hambre.
Se levantó de su cama y prendió la luz.

"¿Qué habrá de comer?" era lo único que tenía en mente y salió de su cuarto.
Todas las luces estaban apagadas y se le hacía difícil ver.

"¿Ya habrá llegado mi mamá?" Esa duda recorría su mente mientras encendía la luz de la cocina y buscaba algo para comer.
Observó una caja de cereal para después tomarla y echar el contenido en un plato, prosiguió vertiendo leche y empezó a degustar su cena.

"¿Qué estará haciendo Satoru? ¿Estará dormido? ¿Haciendo tarea? Lo extraño"
Su mente era invadida por imágenes y recuerdos de su mejor amigo y una sonrisa se dibujaba en su rostro.

Aceleró su ritmo al comer su cereal y una vez terminado regresó a su habitación.

Desconectó su celular y observó las notificaciones.
Tenía 6 mensajes de Gojo.

Satoru (⁠/⁠^⁠-⁠^⁠(⁠^⁠ ⁠^⁠*⁠)⁠/:

¡Oye!

¡Suguru!

Mi mamá vio los chupetones y mordidas.
Pero no dijo nada.

Si te soy sincero, esperaba una reacción más explosiva.

Incluso pensé que me mandaría a dormir en la calle.

Casi que no le importó.

¿Quién dijiste que fue?

Tras mandar ese mensaje a su amigo, ya veía venir un "Pues obvio le dije que fuiste tu".
Se preguntaba si Satoru fuera a contestar a las 11:00, aunque desvelarse es su pasatiempo favorito, el día de hoy fue cansado y sin duda debía tener sueño.

Su teléfono sonó, le había llegado un mensaje del albino.

"Satoru (⁠/⁠^⁠-⁠^⁠(⁠^⁠ ⁠^⁠*⁠)⁠/:

Le dije que fuiste tú, no había opciones factibles para mentir. Sabe cómo me llevo con Utahime, sabe que a Shoko ni en mil años le gustaría y de Meimei casi no hablo".

"¡Ay! Cómo la cagas, maldito seas Satoru, ¿Que va a decir tu madre de mi?"

Esas palabras cruzaron su mente cuando terminó de leer el mensaje, pero aunque no le gustó el hecho de que haya confesado que él es el responsable de las marcas, Gojo tiene razón, la madre del albino sabe que el ojiazul no habla tanto de mei y conoce cómo son sus relaciones con Iori e Ieiri.

"Bueno."

"Hasta mañana, ya me voy a
dormir."

Cómo está casi recién despertado, el sueño todavía está acompañándolo, así que si, se irá a dormir.

"Si, yo igual"

En cuanto Suguru vio el mensaje regresó a su cama.

...

Ya era ese "mañana" tan deseado por Geto y Gojo.

El día sin duda alguna estaría horrible en ámbito climático.
Una lluvia torrencial cae desde la madrugada, los truenos y relámpagos despertaron varias veces a Satoru, por lo tanto, su descanso no fue el más satisfactorio.

"Ah... vaya día de mierda" Pensó el albino mientras veía por la ventana de su habitación como caían las gotas de agua.

Se alejó del cristal y se fue a observar a su espejo. Los chupetones en el cuello se notaban más, pero esconderlos no sería problema para él.
Tenía una bufanda guardada, de un color azul similar al de sus ojos, Suguru se la regaló.
Ama a Geto, sin duda lo ama como nadie piensa.

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