La noche continúa II

126 15 0
                                    

Selena terminó de quitarle la camisa y la dejó caer al suelo con una sonrisa satisfecha, mientras lo observaba detenidamente, como si estuviera tomando el control de cada movimiento. Anthony la miraba sin poder apartar los ojos, notando cómo la tensión entre ellos se iba transformando en una mezcla de deseo y algo más profundo, más peligroso.

Ella tomó asiento a horcajadas sobre él, acercándose lo suficiente como para que sus cuerpos apenas se rozaran. Sus manos recorrían lentamente el torso desnudo de Anthony, provocando una reacción que él no podía controlar. Sus ojos se encontraron de nuevo, y en la mirada de Selena había una chispa de determinación y algo de ternura, como si supiera exactamente lo que estaba haciendo.

—Dime algo, Anthony —murmuró ella, inclinándose para susurrar cerca de su oído—. ¿Por qué te resistes tanto?

Él cerró los ojos un instante, tratando de recuperar la compostura, pero el toque de Selena, la proximidad de su cuerpo, lo hacía imposible.

—No es... correcto —respondió, pero incluso a él le sonaron vacías esas palabras.

Selena sonrió, sus labios apenas rozando la piel de su cuello, lo suficiente como para que Anthony sintiera un escalofrío recorrerle la espalda.

—¿Y desde cuándo eres el tipo de hombre que hace lo "correcto"? —replicó ella con una risa suave.

Anthony soltó un suspiro, intentando no dejarse llevar del todo, pero era como si cada parte de su cuerpo la llamara, como si su voluntad se desmoronara con cada segundo que pasaba.

—Tú me pones en peligro, Selena —dijo él, levantando una mano para acariciar suavemente su cadera—. No puedo pensar con claridad cuando estoy contigo.

Ella inclinó la cabeza, divertida, y lo miró directamente a los ojos.

—¿Y eso te asusta? —preguntó, su tono suavizándose mientras deslizaba una mano por su pecho.

Él la miró fijamente, sintiendo el peso de la verdad en su pecho. Sí, lo asustaba. La intensidad de lo que sentía por ella, la atracción física mezclada con la conexión emocional. Todo lo que estaba a punto de romperse y cambiar si seguía adelante.

—Sí. Y me gusta a partes iguales—admitió, su voz apenas un susurro.

Selena se detuvo por un instante, dejando que sus palabras calaran hondo. Entonces, lo miró con una mezcla de comprensión y ternura que no había visto antes en ella.

—No tienes que tener miedo de mí, Anthony. No te haré daño.

Anthony rió con una amargura que no pudo disimular.

—Eso es lo que más me asusta, Selena. Tú puedes hacerme más daño del que imaginas.

Selena se quedó en silencio, observándolo con una expresión que mostraba que lo entendía mejor de lo que él pensaba. Pero en lugar de apartarse o detenerse, se inclinó hacia él, dejando que sus labios rozaran los suyos con una suavidad que lo desarmó por completo.

—Anthony —susurró, sus manos subiendo hacia su rostro—, no estoy aquí para romperte.

Los labios de Selena se encontraron con los suyos en un beso lento, cargado de una mezcla de deseo contenido y un afecto que ninguno de los dos podía negar. Anthony sintió cómo el tiempo se detenía mientras la besaba, como si el mundo alrededor de ellos dejara de existir.

Cuando ella se apartó, lo miró con una sonrisa suave, pero sus ojos seguían brillando con la misma intensidad.

—¿Quieres quedarte esta noche? —preguntó ella suavemente, su voz llena de ternura, mientras continuaba acariciando su rostro con una dulzura que Anthony no esperaba.

Entre luces y sombras (Anthony Bridgerton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora