CAPITULO XLVI

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Nota: había olvidado explicarles que el idioma natal de los personajes es el griego antiguo. Es decir, que no solo lo uso para la recitación de hechizos sino que también para cuando se comunican entre ellos, para cuando cantan, para todo. De todas formas siempre les dejaré la traducción. En cuanto a la lengua antigua que Sahory estaba descifrando en el libro que encontró es el idioma hebreo.

De camino a una nueva guerra

SAHORY

Han pasado días y me siento muy orgullosa de lo que he logrado hacer. He mejorado mucho la telequinesis, puedo levantar una silla de madera con la energía mágica que fluye en mi cuerpo. Hank también me ha estado enseñando magia de defensa, dice que es importante para protegerme en caso de emergencia.

El día de la fiesta de primavera llega y me encuentro emocionada por ello. Makenna se ve hermosa con el vestido que le obsequié y la corona de flores adorna su cabeza con gracia. Parece una princesa de algún castillo hecho por hadas.

Las coronas quedaron estupendamente perfectas gracias a que Tarren me ayudó como prometió. Las dos nos encontramos en el carruaje de camino a la aldea mientras Tarren y algunos caballeros van a caballo escoltándonos desde atrás.

—Gracias por haberme traído, mi lady. —Makenna me sonríe —Y el vestido es precioso.

—No hay de qué agradecer. Tú también mereces disfrutar un poco de vez en cuando.

—Los demás sirvientes también lo merecen. —puntualiza.

—Lo sé, pero sabéis que eres diferente. —esbozo una cálida sonrisa. Ya tiene un mejor semblante.

Pasan algunos minutos y asomo la cabeza por la portezuela. Ya llegamos al pueblo y me maravillo con todo lo que captan mis ojos. No hay rastro de la aldea destruida y en miseria como aquella vez. Todo se ve increíblemente colorido.

Las nuevas casas son más amplias y están hermosamente decoradas. Los puestos de mercado abundan en las calles, la iglesia es magnífica, las tabernas tampoco se quedan atrás. Todo es maravilloso. Ya no hay nadie de luto, nadie tiene esa penuria en el rostro por la pérdida de las personas en esa batalla. Todos están increíblemente sonrientes.

—Esto es maravilloso. —a Makenna se le iluminan los ojos. También ha sacado la cabeza por la portezuela de al lado.

—Estoy de acuerdo. Es perfecto.

—Vamos. —aparece Tarren en mi campo de visión con una sonrisa. Abre la puerta de la carroza mientras me ofrece su mano. La tomo y Makenna sale por el otro lado.

Los soldados ubican los caballos en un lugar lejos del gentío. Tarren me muestra cada parte del pueblo como si fuese la primera vez. Supongo que está muy satisfecho por el trabajo que hizo. Todo abunda en este lugar, todo es bellísimo, todo está decorado con flores. La risa de los niños es contagiosa y la labor que cada persona ejerce es de admirar.

En un momento tomo a Makenna de la mano y nos detenemos en varios puestos donde venden objetos artesanales, listones, joyas y demás cosas. Es entonces cuando la nostalgia golpea mi pecho. Esto me recuerda el día que escapé del castillo con Lidxy y juntas recorrimos varios comercios entusiasmadas. Justo como estoy haciendo con Makenna.

—Este hace juego con tu color de cabello, mi lady. —exclama ella al mostrarme un encaje rojo.

—Es precioso. —sonrío —Me lo llevo —le digo a la muchacha encargada de la tienda. Tarren se acerca para pagar. —Y esto también —espeto con un listón verde entre las manos junto con un collar de perlas. Cuando está a pago se lo entrego a Makenna. —Ten, es para ti. La alhaja hará juego con tu color de piel.

UN TOQUE DE FELICIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora