Decir que ver a Sylvia Sherwood no activó las alarmas en Twilight sería una mentira. Esa mujer no solo lo había formado como espía, sino también como el hombre que era y que había decidido dejarlo todo para formar una familia. Cualquier cosa que ella pudiera decirle tenía un peso considerable y no podía ser ignorada.
—Deja de pensar, Twilight. Me estás estresando —dijo Sylvia, interrumpiendo su monólogo interno.
—Lo siento —respondió él.
—¿Eso es todo lo que tienes para decirme después de abandonar una misión y desaparecer? —preguntó su superiora, levantando la voz. La molestia en su tono era evidente—. Creí que te había entrenado para responder mejor.
Twilight agachó la cabeza, sintiéndose arrepentido. En ese momento, no era más que un chico siendo regañado por su travesura, una travesura que había comprometido la posición de dos organizaciones secretas e importantes.
—¿Quieres que sea sincero? —exclamó, tratando de recuperar la compostura—. Después de rescatar a Anya, pensé en llevarla a un orfanato, pero ella puede leer mentes y lo supo. Desde ese momento, dejé de pensar como un espía y comencé a pensar como otra persona.
El silencio cayó tras sus palabras, y Sylvia suspiró de nuevo. Se quitó las gafas y masajeó su entrecejo antes de preguntar:
—¿Cómo quién pensaste, Twilight?
Él la miró detenidamente, comprendiendo que ella quería toda la verdad.
—Como el chico en el campamento, Sylvia.
A partir de ahí, Twilight fue dando detalle por detalle de todo lo que había transcurrido: el reencuentro con Yor, sus intercambios de palabras, la idea de formar una familia, el comienzo de la idea para cocinar pasteles con nueces y todo lo que los llevó hasta el encuentro con Matthew McMahon.
Cuando terminó su relato, fue el turno de Sylvia de añadir su parte a la historia: fue a través de una noticia en el periódico que se enteró del paradero de él, y por eso viajó a Woodlots. Sin embargo, en el camino se encontró con un viejo amigo.
—¿Matthew y usted...?
—Detenga sus pensamientos, agente. Todavía puedo dispararle.
Twilight cerró la boca, pero el ligero temblor en la ceja de su superiora le dio una pequeña satisfacción, confirmando sus sospechas. Soltó una carcajada interna, pensando que más tarde podría compartir esa información con Yor.
—Entonces, esa coincidencia mientras fuiste a buscarme hizo que terminaras aquí —expresó Twilight, volviendo al tema—. ¿Y qué ha dicho WISE sobre todo esto?
—Te consideran muerto. Todo lo que he hecho hasta ahora ha sido por mi propia voluntad —confesó Sylvia, relajando su expresión por primera vez—. Te dieron por muerto tan rápido que ni siquiera dejaron pasar una semana antes de asignar la investigación a otro agente.
El asombro apareció rápidamente en el rostro del espía.
—Espera, ¿eso significa que...?
—Que eres libre, Twilight. Tu aparente muerte te ha otorgado la libertad.
Nota de la autora: ¡Twilight es técnicamente libre de WISE! Pero ¿eso significa que podrá vivir como Loid Forger?
Eso toca averiguarlo en el siguiente capítulo.
Ciao.
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Creo que hay algo
FanfictionUn chico de Westalis y una chica de Ostania se conocieron en un campamento y, sin saberlo, plantaron una semilla que, al principio, no parecía tener importancia. Pero, con el tiempo, lo que habían iniciado creció en algo más profundo: una historia q...