13. Voy, voy

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Mauro

Todo se acabó y lo supe en el momento en el que salí por esa puerta, sin ganas de mirar a nadie, salí de la casa y caminé por las calles hasta llegar a mi coche, me encerré en él rompiendo a llorar como pensé que nunca lo haría, estaba triste y cabreado al mismo tiempo. Apenas hace dos semanas que la conozco y me ha destrozado de una manera que ninguna de mis exnovias había conseguido, encendí el motor cuando vi que alguien de la casa venía y, con miedo a aceptar algo, salí de allí antes de que se acercará al coche y conduje sin rumbo hasta que, sin saber muy bien porque, llegué a Almagro y tras aparcar, me encaminé a mi lugar preferido que está alejado de todo  donde me quedé toda la noche desahogándome solo, llorando, gritando cosas sin sentido y cuando estuve, dentro de lo que cabe, mejor. Volví al coche y terminé en mi casa, mi mente estaba ida.

Llegué a esta, me metí en la cama e intenté dormir pero no tuve éxito. No podía dejar de pensar en qué me había acabado enamorando de ella cuando yo fui el primero que le quise quedar claro que eso nunca pasaría para no hacerle daño, pero es que como no me iba a enamorar de ella cuando con ella puedo ser yo mismo desde el primer día, con una risa o sonrisa suya me alegraba el día, se puede hablar con ella de todo y nada a la vez, le he enseñado partes de mí que ni yo mismo conocía. Ella es mi musa y ahora, se acabó porque mañana vuelve a España. Me he ido enamorando sin darme cuenta día tras día, y aunque antes no quería hacerlo, ahora no sé cómo voy a vivir sin verla, sin poder ir a por ella de sorpresa o sin oírla cantar cualquiera de mis canciones y ponerse roja cuando la pillaba, sin que me hiciera reír con cualquier cosa o cuando se caía de maneras que ni la ciencia puede explicar. Me enseñará fotos de su gato o me hablará de los libros que lee.

Porque aunque somos completamente diferentes, la vida nos unió por algún motivo.

En algún momento de la noche, me dormí sin darme cuenta y cuando me desperté, la cabeza me dolía peor que en una resaca y seguía cansado, me di la vuelta para seguir durmiendo y vi la hora en mi despertador, las 10:55, y tuve una pequeña idea.

Me levanté metiéndome en la ducha rápido y apenas estuve cinco minutos dentro cuando volví a salir vistiéndome con una sudadera negra y un pantalón, lo primeros zapatos que encontré y salí al aeropuerto de Buenos Aires agradeciendo que mi casa estuviese medio cerca del aeropuerto, a una hora, pero como fui rápido llegué en 45 minutos. Aparqué en el parking en la zona más lejana y entré en él con la capucha puesta y unas gafas, me senté en unos asientos esperando verlos, había tanta gente que perdí la esperanza y me levanté cuando la escuché.

- Siempre llegamos tarde por tu culpa- soltó enfadada pasando cerca y yo aspiré su perfume por última vez.
- Exagerada, quedan cinco minutos- habló Eric.

- Como perdamos el vuelo, te mato- juró y él corrió hasta la pequeña cola que había. Ella le insultó y, minutos después, entraron corriendo a hacer el control.

- Sabía que vendrías- habló una voz, yo me giré y vi a Nicki, no pude decir nada ante eso y salí del aeropuerto agobiado oyendo como ella me seguía.

- Se fue, se fue Nicki- dije sin poder respirar, ella me abrazó- no la volveré a ver nunca-.

- No digas eso, claro que sí. Pero no pronto- habló.

- Eso no lo sabes- escupí y fui hasta mi coche arrancando de mal humor.

Conduje hasta el estudio dejando todo lo que sentía de lado y me centré en el álbum que pronto sacaremos. Nos pegamos hasta la tarde trabajando y, aunque ninguno dijo nada, yo sabía que ellos sospechaban que me pasaba algo. A las seis, salí del estudio para ir a mi casa, hoy venía la psicóloga a pasar consulta y preparé un café para cada uno que se estaba terminando justo cuando llegó.

- El café casi está- avisé al abrir la puerta.

- Gracias- dijo riendo, siempre la recibí igual.

- Listo- afirmé llegando con una bandeja unos minutos después.

- Bueno, empezamos- empezó a hablar ella y yo asentí- ¿cómo estás desde la última vez?- preguntó.

- Creo que bien, tipo ya no solo pienso en eso, pero es verdad que cuando veo una foto o una noticia, me remueve algo por dentro. Pero ya no es tristeza, al menos- respondí- lo entendiste- le pregunté riendo.

- Sí, sí lo entendí tranquilo- dijo ella- pues parece que ya estás sanando Mauro, obvio queda camino todavía- explicó.

- Eso espero- respondí con esperanza.

- Te noto cansado. ¿Hay algo que no me hayas contado?- interrogó.

- Y vos tenés una bola de cristal, a mi no me engañas- reí y ella me miró esperando que yo hablará- vale, sí. Hay una cosa a parte, pero es que ni yo mismo sabía que me pasaba- traté de explicar.

- ¿Una chica?- preguntó.

- Sí- respondí.

- ¿Me lo querés contar?- propuso.

- Desde el principio, no- pregunté y ella asintió.

Le conté todo desde el día que nos conocimos hasta lo de esta mañana, todo lo que sentía al principio y lo que siento ahora junto a todas mis dudas.

- Entonces ella hizo justo lo que tu le dijiste al principio- reflexiona.

- Sí, lo que pasa es que yo me termine enamorando de ella- contesté.

- Y no pensaste eso cuando le escribiste la canción- opinó y yo lo pensé.

- La concha de la lora- maldecí.

- Mauro ambos se quieren, pero tenés que superarla primero- dijo ella.

- Ya sé, pero es que y si ella no quiere nada conmigo después- le pregunté.

- No pienses en eso ahora, vamos paso por paso- comentó ella. - Además, si ella te dijo eso, es porque te quiere- dijo.

- Sí, eso me lo ha demostrado- sonreí recordándola a ella. 

Tras otra media hora de terapia que me quedó más relajado, me puse a mirar Instagram donde me salieron unas historias de Eric enseñando un pequeño vlog del verano y sonreí inconscientemente como un tonto. Comí algo que tengo en la nevera y subí a mi cuarto para estar un rato metido en twitter poniendo cosas, hasta que se hicieron las diez de la noche que me quedé dormido.

Me desperté al día siguiente sin ganas de nada, le puse un mensaje a los pibes comunicandoles que hoy no iría al estudio y encendí mi ordenador abriendo YouTube entrando en el canal del catalán viendo todos los vídeos en donde ella sale, no eran muchos y se notaba que el chico estaba comenzando en el mundo, pero los vídeos eran graciosos y divertidos.

Me estaba riendo por un chiste que dijo ella en un vídeo donde estaban jugando al among us y estaban esperando a entrar a la partida.

Mamá: Mau, estás bien.

Yo: Claro que sí, ma

Mamá: y por qué no viniste al cumpleaños de tu primo, te estamos esperando

Yo: voy, voy

Colgué y subí corriendo a bañarme en un tiempo récord, me vestí con un pantalón baggy azul oscuro, una sudadera del mismo color y unas zapatillas que encontré por ahí tiradas.

Continuará...

Inconmensurable- DukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora