"¿No sabes cuándo comenzó la Segunda Guerra Mundial? ¿No la viviste o algo así?"
"Uh, nací en los noventa."
En donde los ancestros Quileute piensan que es divert...
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La manada de lobos de La Push, Washington, estaba pasando unas semanas bastante agitadas. Debido a la intromisión de Jacob Black, Bella Swan se había enterado del secreto de su guerrero espíritual. Estaban en medio de la caza de un vampiro pelirrojo que tenía un don para escapar en el último momento. Harry Clearwater había muerto de un ataque cardíaco, lo que sin duda activo el gen cambiante en sus dos hijos, Leah y Seth Clearwater. Y ahora, según Jacob, el clan de chupasangres había regresado a Forks después de estar fuera durante casi un año.
Con los Cullens de vuelta en la ciudad, Sam Uley, el alfa de la manada, hizo que los lobos duplicarán patrullas cada día para asegurarse de que las fronteras estuviera seguras. Cuando no estaban patrullando, entrenando o enseñando a los Clearwater a controlarse mejor, se les permitiría un raro momento para relajarse. Sin embargo, con la mujer pelirroja, Victoria, todavía corriendo por ahí, nunca podían relajarse un poco.
Mientras Sam, Jared, Paul y Embry trabajaba en la casa de Sue Clearwater —Jacob estaba con Quil, Seth y Leah—, no podían dejar de pensar en todo el día lo que había sucedido. Pero ayudar a la mujer recién enviudada en su casa fue un comienzo para distraerse. Con la muerte de su esposo y su puesto en el consejo, Sue no había tenido mucho tiempo para ocuparse de las cosas en casa, como el fregadero de la cocina que goteaba y la tabla suelta del piso de la sala de estar, que los chicos de la tribu se ofrecieron a arreglar con gusto.
Sam y Paul estaban sentados a la mesa de la cocina, observando cómo Embry y Jared discutían sobre qué tubería era la que necesitaba ser reparada. Ambos chicos habían intentado meterse debajo del fregadero, algo que obviamente no cabía con sus grandes músculos. Sam y Paul habían terminado rápidamente su tarea de arreglar las tablas del suelo y no tenían nada mejor que hacer que ver a los otros dos chicos discutir.
Sam tuvo la tentación de darles una patada para que se llevaran bien, pero entonces Sue probablemente se enojaría con el. El simplemente esperaría hasta que ella se fuera para darles una patada.
"Gracias chicos por hacer todo esto", dijo Sue, apoyándose en su refrigerador.
"No hay problema, señorita C", gritó Jared desde debajo del fregadero. "¡Embry! ¡Cuidado con los codos!
"No tendría que hacerlo si te quitaras de en medio y me dejaras encargarme de esto", se quejó Embry. "Estás ocupando demasiado espacio".
"No es mi culpa que sea mejor que tú", se burló Jared.
"Dejen de discutir antes de que rompan aún más el fregadero de Sue" ordenó Sam, con voz firme, pero con diversión en los ojos . "Jared, Embry sabe más de fontanería. Deja que lo haga el. Tu pasale las herramientas".
Jared suspiro derrotado antes de salir debajo del fregadero. "Está bien", se quejó. Embry se rió de su derrota antes de pedir una llave inglesa.
Después de unos minutos más de trabajo, Embry logró arreglar la fuga y salió de debajo del fregadero justo cuando se abría la puerta principal.
