¿Donde estoy ahora?

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Narra la Creadora

El cuerpo del rubio se sentía pesado, sus ojos cansados y su cabeza dolía un poco. Fue abriendo sus hermosos ojos lentamente hasta que pudo recuperar la conciencia y reconocer el lugar, no se encontraba en el bosque y mucho menos en el cielo. 

Estaba en una habitación bastante elegante, las sabanas estaban muy organizadas, as almohadas y el colchon eran tan comodos y suaves como su cama en el cielo. Pero por muy acogedor que fuera todo se sentía un poco asustado. Con algo de pereza pero rapidez se levantó de la cama. Sintió un escalofrío por el piso de temperatura tan baja pero de igual manera decidió levantarse y explorar el lugar. Abrió varias puertas de la recamara encontrándose con el baño y un pequeño balcón. Salió por el último lugar mencionado para investigar donde se encontraba de una mejor manera.

Pero quedó impactado al ver a miles de hombres organizados de manera casi perfecta en ileran de casi 500 hombres, tenían armas de fuego y uniformes negros pero tenían la cabeza gacha. MIró extrañado aquel gesto y solo siguió viendo. A los pocos minutos separaron las hileras en dos grupos pero aun con la cabeza baja, las puertas se abrieron lentamente de par en par dejando ver a un hombre de casi dos metros, castaño, ojos de color chocolate tan filosos como los de un gato, labios delgados que demostraban una sonrisa que no contrastaba mucho con su seria mirada, traje elegante, cabellos perfectamente peinado y lentes

A sus espaldas estaba un hombre con mirada igual de seria, medianamente alto, brazos cruzados y uniforme, al igual que su compañera a el otro lado del castaño, solo que esta no era muy alta, pero esta era pelirroja y se notaba más alegre que los otros dos hombres. 

La atención del rubio fue cautivada con la del castaño, pero fue sacado de sus pensamientos cuando el mismo hombre levantó la cabeza y lo miró con su penetrante mirada gatuna. Esto hice que el contrario se sonrojara y salió corriendo al interior de la habitación cerrando la puerta del balcón tras él, se tiró en la cama y se cubrió de pies a cabeza con las sabanas.

A los pocos minutos empezó a escuchar pisadas desde afuera de la habitación que se fueron acercando lentamente.

Las puertas se abrieron de par en par con fuerza y luego se cerraron, los pasos se acercaron a la cama con aún más lentitud.

¿¿¿: No trates de engañarme, querido. Se que estas despierto.

Esa voz gruesa hizo a Anthony dar una sensación tan nueva, se le revolvió el estómago y sintió cierta humedad en su parte baja. Sacó su cabeza para asomarse y ver su alrededor topándose con el castaño, pero ahora estaba sentado en un lado de la cama mirándolo, ya no tenía su abrigo y su camisa blanca transparentaba su piel morena y su abdomen tonificado.

¿¿¿: No piensas hablar lindura?

Anthony: Y-yo...

¿¿¿: No te sientas mal, no te haré nada, cariño.

El rubio volvió a sentirse un poco ahogado por el calor que subía y bajaba por su cuerpo.

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 Creadora

Buenas!! Vine a darles un dato curioso: Anthony por ser un Angel es hermafrodita (osea que tiene aparato reproductor femenino pero sigue siendo hombre). Solo es un dato para que no se me alarmen a la hora del yaoi. Espero que les haya gustado el capitulo, gracias por ver, no se olviden de votar y comentar, Bayyy. 


Diferentes Mundos, Mismo Amor-RADIODUSTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora