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El corazón de Jimin latía con fuerza, el aroma suave de madera de pinos en el aire la estaba llamando. Sin darse cuenta estaba mirando con ojos necesitados a la pequeña alfa a su lado, quien parecía absorta de sus intenciones.

—... pero creo que las gallinas son dinosaurios pequeños porque... —miró de reojo a la omega y sonrió nerviosa— ¿unnie?

Jimin parpadeó, pero no parecía estar tan despierta. Sus ojos bajaban cada tanto a los labios de Yizhuo.

Esto ha pasado un largo tiempo, Ning se volvió tan estúpidamente atractiva que su cerebro estaba fallando, tentada por hacer algo, cualquier cosa.
Todavía estaba ahí su pequeña alfa bromista, pero también podía ver esos músculos apenas ocultos con su camiseta de gran tamaño y sus pantalones holgados.

No la estaba escuchando desde hace un largo tiempo. Honestamente.

Estaban conversando en un salón desocupado del edificio que casi no ocupaban en las tardes, sentadas en el suelo tan cerca una de la otra, MinJeong y Aeri no tardarían en salir de clases.
Ning era la única de las alfas en su misma universidad, mientras que Aeri y Minjeong estaban en otra, pero hacían lo posible por ir por ambas, siempre.

—No es nada, Ningie. Disculpa— sonrió suave, apenas ocultando lo que realmente estaba pensando hacer.

La menor solo asintió con duda, pero siguió su conversación, cambiando el tema porque olvidó de que hablaba. Ella estaba sintiendo algo diferente en el aroma que emanaba Jimin, pero no quiso mencionarlo, no quería incomodarla, pretendió no sentirlo.

Entonces abruptamente Jimin cortó a Yizhuo a media conversación. Exasperada—. ¡N-no puedo con esto!

Ning se sorprendió la miró con temor—. ¿Con...? Unnie, ¿hice algo malo, dije algo?

Jimin frunció sus labios mientras la miraba, no, Ning no había hecho nada, pero sus sentimientos estaban ahogandola, solo quería terminar de hundirse en ellos.

—Te voy a besar ahora mismo.

Solo dijo eso, no le dejó más opciones a Yizhuo antes de tirarse a besarla, la alfa dejó salir un gemido de satisfacción, relajando su cuerpo.

Jimin la besaba lento, descubriendo cómo le gustaba o qué debía hacer. Ning solo se dejó besar, subiendo sus brazos hasta cruzarlos detrás de su cuello, acercandola más a ella, sintiendo las manos de la omega en su cintura, firmes con ella, atrayendo ligeramente su cuerpo contra ella.
Para ser honestos, Yizhuo se hubiera molestado de ser alguna otra persona, porque claro, su propia naturaleza la orillaba a ser la que lideraba, la que dominaba, pero algo en que Jimin lo hiciera no pareció molestarle.

Decidió no pensar mucho en eso.
¿Quién podría pensar con los labios de Yoo Jimin sobre ella?

El beso entre Jimin y Yizhuo se prolongó en una danza lenta, una mezcla de descubrimiento y necesidad que ninguna de las dos había anticipado. Las manos de Jimin, fuertes y decididas, guiaron el ritmo, mientras que Ning se dejaba llevar, dejando que el calor y el aroma de Jimin la envolvieran.

Cuando se separaron, Yizhuo abrió los ojos lentamente, encontrándose con la mirada de la omega, cuya respiración estaba algo entrecortada. Ambas parecían aturdidas, pero Yizhuo fue la primera en romper el silencio, claramente sorprendida.

—Unnie... esto fue wow —esbozó una pequeña sonrisa nerviosa, sus ojos brillando con curiosidad—. Me siento afortunada.

Jimin todavía atrapada en el trance del beso, apenas pudo procesar las palabras. Su corazón seguía latiendo con fuerza, y aunque no se arrepentía, no sabía cómo explicar lo que acababa de ocurrir. Se mordió el labio, sus ojos todavía fijos en Ning, que seguía tan cerca de ella, con los brazos colgando suavemente de su cuello, y esa sonrisa que la estaba poniendo más nerviosa.

Falling for Yoo || aespa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora