𝓒𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 1

2 0 0
                                    

Una noche como cualquiera, estabas trabajando en la cafetería de siempre en la cual trabajabas hasta conseguir otro trabajo, usaste este trabajo como para impulsarte a hacer otra cosa. Era una noche aburrida a las otras, estabas sola y la cafetería estaba vacía, no había ningún cliente o personal contigo. La verdad no tenías miedo, llevabas tiempo trabajando en ese lugar y nunca te había pasado algo malo.
Estabas en tus pensamientos hasta que escuchaste el timbre de la puerta, era un cliente.

- Bienvenido, ¿qué puedo servirle? - Dijiste con una gran sonrisa.

- Buenas noches, un café negro, por favor. - Dijo el chico, tenía una voz muy profunda y ronca que te causo escalofríos.
Hiciste el café en menos de 5 minutos y se lo diste haciendo tu típica pregunta por política de la cafetería.

- ¿Qué tal tu día? - Preguntaste dejando el café sobre la barra.

- Bastante pesado para ser sincero. - Da un gran suspiro y toma un poco de su café mientras limpias un poco la barra de atrás y a la vez lo escuchas.
- No te habías visto antes por aquí a estas horas, ¿es la primera vez que vienes? - Dices y te das la vuelta.
- No soy de andar por esta zona, oí que está cafetería tenía buenos cafés así que quise probar algo nuevo. - Contesta dándole otro sorbo al café.
- ¿Cómo te llamas? - Pregunta.
- T/N, ¿y tu? -
- Dime Dabi. - Giño un ojo.

Sabías que te resultaba conocido, era parte de la gran Liga de Villanos y uno de los villanos más buscados incluyendo a la Liga.
Se termina su café y se levanta de la banqueta de la barra.

- Un gusto conocerte, T/N. Nos veremos en otra ocasión, debo irme. - Se despide y sale de la cafetería.

- Nos vemos...- Dijiste y recogiste su taza para lavarla y dejarla secar.
Era casi hora de cerrar y poder irte a tu casa, eran las 12 PM de la noche. Limpiaste los pisos, las mesas, barra, sillas, banquetas y las subiste arriba de las mesas. Apagaste las luces, cerraste la puerta y te dirigiste a tu casa, por suerte estaba a unas calles así que no estaba muy lejos. Cuando empezaste a caminar, oíste unos pasos detrás de ti, pensaste que estabas exagerando pero por las dudas aceleras el paso pero igualmente esos pasos seguían tu ritmo, hasta que empezaste a correr terminando en un callejón en sin salida. Antes de que la persona puedo ponerla un dedo encima, ves como empieza a quemarse viva por unas llamas azules.

- No debes correr hacia un callejón sin salida, princesa. - Dijo la voz reconocible.

Sabías quien era, te diste la vuelta y era Dabi.

- ¿Qué haces en este callejón? - Preguntas.
- Me gusta salir a caminar por las noches ¿a ti no? -
- Después de esto, no querré salir otra vez a la noche sola. - Ríes
El también se ríe contigo.

- Se que me acabas de conocer hace media hora, pero no me gustaría que una princesa como tu vaya sola a su casa a altas horas de la noche. Además, no sería para nada caballero de mí parte, déjame acompañarte hasta tu casa. - Dijo con una sonrisa y guiña un ojo.

No sabías si aceptarle, era verdad que lo habías conocido hace menos de media hora pero no querías ir sola por miedo a que te pase algo peor. Decides aceptar.

- Tu guiame, yo te acompaño. - Dijo poniéndose a tu lado.
Empiezas a caminar y el va a tu lado pegado. Está situación te parecía rara, al ser él un villano no te daba mucha confianza, no te gustaban muchos los héroes pero tampoco estabas a favor de los villanos.

- ¿En qué tanto piensas? , te veo muy callada y pensativa. - Dice mirandote.
- ¿Mmh? , estoy bien, solo estoy cansada. - Dices un poco dudosa.
- Ya veo, ¿siempre trabajas a esa hora? -
- Si, pero solo los días de semana, los fin de semanas no trabajo.
- Eso es bueno, ¿no? -
- Pues, no hago casi nada los fines de semana, solo me desvelo y veo películas o cocino postres. -
- ¿Te gusta cocinar? -
- Me encanta, mí madre me enseñó. - Dijiste con un tono un poco triste.
- ¿Qué le pasó? - Pregunta Dabi, dudoso.
- Era heroína, fue atacada por un villano tratando de salvar a un niño y murió. - Dijiste con un poco de dolor en tu pecho.
Te abraza por el cuello, te tensas un poco pero te relajas y cedes a su agarre. Llegan a tu casa y se paran en la puerta.

- Gracias por hacer que mí noche no sea tan aburrida, princesa. - Dice besando tu mano.
Te sonrojas, no sabías que decir.
- Ahora si, debo irme. Descansa, hermosa - Guiña un ojo.
- H-hasta mañana, descansa también. - Dices sonrojada por el beso en la mano, se da la vuelta y sigue caminando hacia una especie de callejón.
Entras a tu casa, habías sentido un sentimiento que habías reprimido por varios años y un villano logro liberarlos, te sentías extraña pero a la vez no te desagradaba.
Te acuestas a dormir un poco pensativa, haga que vino a tu mente la cara del chico, era atractivo y bastante alto, su cabello negro, sus quemaduras...Y esos ojos, esos ojos azules eléctricos que al verlos sentías que veían hasta lo más profundo de tu ser. Caíste rendida por el sueño.

Te despiertas a las 10 AM, te gustaba arrancar el día temprano, era viernes así que era tu último esfuerzo. Te levantas,  y te vistes para ir al gimnasio. Al terminar tu rutina, vuelves a tu casa y te bañas, te cambias y sales de compras para tu casa, querías remodelar. Luego de dar unas vueltas por el centro comercial, compraste varias cosas y volviste a tu casa.
Pasaste tu día normal como todos, hasta que cayeron las 7:30, entrabas a las 8:15 así que comenzaste a ponerte tu uniforme de trabajo, saliste de tu casa a las 8 PM y llegaste a la cafetería. Tu compañera justo se estaba yendo así que te dejo las llaves y te saludo para marcharse. Entraste y acomodaste un poco el lugar, tus primeros clientes no tardaron en llegar. Ya eran casi las 11 PM y no veías a ese chico de la otra vez, te parecía extraño pero no le diste mucha importancia. Estabas limpiando algunas tazas y platos cuando escuchaste la puerta.

- Buenas noches, princesa. - Dice aquella voz. Era Dabi.
Se sienta en la barra y pide su café negro de la última vez. Se lo dejas en la barra y empiezas con tu típica pregunta.

- Buenas noches, Dabi. ¿Qué tal tu día? - Preguntaste con una gran sonrisa mientras el hacía contacto con su mano y la tuya.
- Estuvo bien, un poco aburrido al no verte en todo el día. - Guiña un ojo.
Resiste un poco, el seguía con su mano sobre la tuya hasta que empezó a acariciarla con su pulgar.
- ¿Y tu día? , ¿cómo estuvo? . Muchas veces se lo preguntas a la gente pero, nadie te lo pregunta, ¿cierto? -
Lo miraste a los ojos, tenía razón, casi nadie te devolvía la pregunta, solo escuchabas el día de las personas, cosas buenas o malas que pasaron en su día.
- Pues, fue un día atareado la verdad. Hice muchas cosas. Nada fuera de lo común. -
- Sales en 20 minutos, ¿verdad? -
- Si, ¿por qué? -
- Ven conmigo, recorramos la ciudad. - Propuso.
- ¿Seguro? Es tarde, ¿no tienes que hacer algo mañana? - Dijiste preocupada.
- Tranquila, mañana tengo día libre y por lo que sé, tu también. - Dijo tomando tus manos.
- Está bien, pero deberás esperar hasta la hora de cierre, ¿no te molesta? -
- Si se trata de ti, no me molesta esperarte. - 

Llego la hora de cerrar, limpiaste un poco como siempre y cerraste. Dabi estaba a tu lado mientras cerrabas, seguiste a Dabi ya que había empezado a caminar. En un momento, Dabi tomo tu mano como un gesto de protección, la verdad es que esa calle era un poco peligrosa. Se frenó delante de un departamento en un callejón poco transitado...

_______

Final del capítulo.

| • ¿𝙌𝙐𝙀 𝙏𝘼𝙇 𝙏𝙐 𝘿𝙄𝘼? ᯓ » 𝐃𝐀𝐁𝐈 × 𝐓/𝐍  (𝐟𝐞𝐦 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora