4 valeria alvarez

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Edward Cullen no se había sentido feliz cuando regresó a casa desde Florida el domingo por la tarde y se enteró de que Victoria no había sido capturada ni asesinada

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Edward Cullen no se había sentido feliz cuando regresó a casa desde Florida el domingo por la tarde y se enteró de que Victoria no había sido capturada ni asesinada. Había intentado descargar su ira en Valeria, pero Jasper había intervenido tan pronto como le levantó la voz a la joven vampiresa. Luego dirigió su enojo hacia Emmett, quien era el verdadero culpable.

Valeria pensó que lo mejor sería irse de la casa antes de que empezarán a tirar muebles. No iba a ser su trabajo limpiar las ventanas rotas. Así que recogió su mochila y se abrió paso por el bosque, lo suficientemente lejos como para no oír a sus hermanos peleando.

Termino acomodándose en la misma zona donde habían estado persiguiendo a Victoria el día anterior. Carlisle, Jasper y Rosalie, quienes eran los más protectores con ella, no habrían aprobado que estuviera sentada a la vista de la línea del tratado, pero a ella no le importó. Después de descargar sus útiles y apoyarse en un árbol, comenzó a trabajar en su tarea de arte; estaba posponiendo las clases más difíciles.

La inmortal estaba en su propio mundo, tarareando una canción de ABBA y delineando toscamente las formas de los árboles al otro lado del barranco. Para alguien con un oído agudo y un olfato impecable, uno pensaría que notaría al gran lobo negro que emergió lentamente de la maleza.

Sam la había encontrado tan pronto como su tentador aroma llegó a su nariz. Había estado en el bosque con Seth, tratando de ayudar al joven lobo a cambiar.

El problema, el cual se dio cuenta rápidamente, era que todos los demás habían recurrido a la ira para cambiar, especialmente al principio. Pero Seth Clearwater era el adolescente menos enojado y más tranquilo que Sam había conocido. Incluso cuando los chicos se burlaban de él por ser el más joven o su hermana le gritaba dándole órdenes. Seth mantenía la calma.

Después de cuarenta minutos de intentarlo, Sam finalmente logró que Seth se transformara en su lobo. Sin embargo, se olvidó por completo de su progreso cuando las fresas y flores silvestres le hicieron cosquillas en la nariz. Sam salió disparado como un cohete, demasiado ansioso sin responderle a Seth, que lo seguía.

La encontró cerca de la línea del tratado. Seth se quedó atrás, oculto por los árboles, mientras Sam avanzaba sigilosamente. Esperaba que su chica se diera cuenta en cuanto llegara; después de todo, era una máquina de matar con sentidos superiores.

Pero mientras el se revelaba, ella se quedó quieta, escribiendo en una hoja de papel y cantando una vieja canción que a su madre le gustaba cabtar: Chiquitita. Sam estaba un poco desconcertado, siempre pensando que los vampiros se quedaban quietos para su gusto. Pero su vampiro tambaleaba ligeramente de un lado a otro al ritmo de la canción.

"¿Es ella? ¿Tu impronta?", preguntó Seth a través de su vínculo mental. "¿Vas a hablar con ella?"

Sam se detuvo un momento, recordando la larga reunión del consejo en la que todos estuvieron sentados la noche anterior. A pesar de que los ancianos no gustaban de los vampiros, se le recomendó a Sam que siguiera con su impronta. Incluso le permitirían entran en las tierras Quileute, aunque todavía no podía cazar en ellas. La impronta no afectaría realmente el tratado por parte de Sam. A los lobos siempre se les había permitido entrar en territorio Cullen, pero no podían transformarse. La noticia de que la chica se le permitiría entrar a la Push no había caído bien entre alguno de los miembros de la manada, pero dejaron de discutir después de un tiempo.

Invisible String - Sam Uley (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora