Betty Cooper es una joven universitaria con padres estrictos y una vida supuestamente perfecta y Jughead Jones es el chico callado y solitario que se enfrentará a muchas cosas sólo por ella. Pero... ¿Podrá su amor triunfar cuando todo está en su con...
Betty lo miró y le sonrió amablemente. —Hola. Tu... ¿Trabajas aquí o qué?—
El chico negó, soltando una risa. —No. Yo... Soy Cristian, Cristian Coleman. Hace días que he querido hablarte pero siempre estabas en el celular y no quería molestarte—
—No... Disculpa el atrevimiento pero solo te vi, ví tu energía y tu optimismo y dije... Valla... Quiero hablarle a esa chica— Se justificó el rubio.
Betty alzó una ceja con diversión. —Mmmm... Okey... Gracias, supongo—
—Amor ya viene la cena, tranquila— Dijo Jughead, acercándose y mirando enseguida al chico nuevo. —Hey, hola. Soy Jughead Jones. Tu eres...
—Cristian, Cristian Coleman— Se presentó el chico nuevamente.
—Cristian, el es mi novio, Jughead— Lo presentó Betty. —Es la persona con la que hablaba por teléfono, llegó hoy. Jughead... Él es Cristian y lo acabo de conocer—
—Entonces... Tu novio— Dijo Cristian, mirando a Jughead y luego a Betty nuevamente. —¿Significa que no estarás más tiempo pegada a tu celular?—
Betty soltó una risa. —No... Ya lo tengo conmigo— Presumió.
—Y ahora estará muy ocupada todo el día, como por ejemplo ahora— Dijo Jughead, sentándose al lado de Betty y besando su mejilla.
Cristian se encogió de hombros. —Bien... Oye... Es una chica muy linda y muy especial, de seguro. Cuidala, sería una pena que te la quitaran— Dijo, retirándose.
Betty soltó una risa y miró a su novio. —Juggie... No le hagas caso. No sé de dónde salió, debe ser canadiense—
—No me interesa, quiero que se mantenga lejos de ti. Demasiada confianza para alguien que acabas de conocer— Se quejó Jughead, tenso, tomándose una copa de vino.
—Jug... Solo te amo a ti y tu lo sabes, no tienes por qué ponerte así— Aseguró Betty, besando dulcemente sus labios. —Te amo—
Jughead suspiró, mirándola, aún no muy contento. —Te amo—
Pronto llegó la cena, Betty estaba hablando y hablando, pero Jughead estaba raro. Estaba más callado de lo normal y parecía estar en otra órbita.
—Mi papá me regañó porque todavía cree que tengo la pierna débil por la fractura y...— Empezó a contar Betty, mirando a su novio, quien permanecía callado. —Juggie... ¿Qué te pasa?—
Jughead se encogió de hombros, tomándose un trago de licor. —Nada. ¿Por qué?— Preguntó.
—Jug... Te conozco— Le recordó Betty, firme. —Y sé que te pasa algo. Quedamos en que íbamos a contarnos todo. ¿Qué ocurre?—
Jughead suspiró, con la mirada baja. —Pagaré la cuenta y cuando salgamos te digo—
Así lo hicieron; El ojiazul pagó la cuenta, ambos salieron del restaurante y empezaron a caminar por a playa, tomados de las manos.
—Todavia estoy esperando una respuesta tuya Jug— Pidió Betty, mirándolo y sin soltar su mano. —¿Qué fue lo que te afectó? ¿Ese chico?—
Jughead suspiró, dejando de caminar y soltando la mano de su novia. —Betts yo... No sé si te lo dije antes pero soy muy inseguro— Admitió.
Betty alzó una ceja. —¿Inseguro? ¿A qué te refieres?—
—Pienso que eres demasiado para mi— Contestó. —Eres hermosa, eres lista, tienes un corazón increíble... Maldición, eres la mejor de la universidad. Y por otro lado estoy yo, soy... Soy nada. Solo soy el chico que logró salir con la muy querida y codiciada Betty Cooper—
—Ay Juggie...— Respondió Betty, posando una mano en su mejilla y mirándolo a los ojos. —La que se creía insegura soy yo. Jughead... No quiero que te sientas tan inferior a mi. Tu eres el chico más caballeroso, amoroso, atento y detallista que conocí jamás. Claro... Eres un poquito tímido pero eres muy listo. Tu y yo nos complementamos—
—¿De verdad piensas todo eso de mí?— Preguntó Jughead, con una pequeña sonrisa.
—Eso y mucho más— Aseguró Betty, besando su mejilla. —Y eres tan apuesto que eres mi dios griego personal— Admitió.
Jughead sonrió, la tomó de la cintura, la levantó y la besó energéticamente, empezando a dar vueltas con ella entre sus brazos mientras se besaban.
Luego la bajó a la cálida arena de la playa, se separaron del beso y se miraron con una inmensa sonrisa.
—Te amo, eres la mejor novia del mundo— Admitió Jughead, acariciando su cabello.
—Tambien te amo— Respondió Betty, acercándose a su oído. —Tenemos dos semanas sin vernos y sin hacer nada. ¿No quieres llevarme a tu habitación para demostrarme lo mucho que me extrañaste?—
Jughead sonrió con maldad. —¿Nuestros padres no se darán cuenta?—
—Estan muy ocupados— Aseguró Betty, dejando una pequeña mordida en el cuello de su novio.
No se dijo más; Betty y Jughead se escabulleron por el hotel hasta llegar a la habitación del chico, él cerró la puerta con seguro y se lanzó hacia su novia, besándola, chupando la piel de su cuello y aspirando ese aroma que tanta falta le hizo todo este tiempo.
Empezaron a desvestirse mutuamente. Jughead colocó sus manos en la espalda de su novia, retirando su vestido y dejándola solo en sus bragas frente a el. Ella le quitó la camisa, la bermuda y lo dejó solo en ropa interior.
Así, con tan poca ropa puesta, se lanzaron a la cama, en dónde él empezó a besarla en los labios, bajó a su cuello, luego a sus pechos desnudos, chupándolos mientras ella se desesperaba y soltaba largos suspiros y así empezó a bajar por su estómago, su abdomen y llegó hasta donde solo sus bragas lo obstaculizaban.
El se detuvo para mirarla a los ojos y verla así, perdida y llena de deseo por el. Él retiró sus bragas lentamente, abrió sus piernas y procedió a darle placer con su lengua, haciéndola gemir y arquear la espalda.
Se deseaban. Dos semanas sin verse y sin hacer nada parecieron una eternidad para ellos. Jughead la estaba elevando y enloqueciendo de placer cada vez más, hasta que se separó para extender su brazo hasta el cajón de la mesita de noche, sacar una caja de condones nueva y abrirla para sacar uno.
Betty miró la caja con una ceja alzada y luego lo volvió a mirar a él. —¿Enserio? ¿Viniste con ese plan hasta acá?— Preguntó con diversión.
Jughead sonrió con maldad, abriendo la envoltura del condón. —Tenia que venir preparado amor. ¿No crees?—
Betty asintió, agitada. —Solo termina lo que empezaste— Suplicó, excitada.
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Si creen que esto es hot, es porque no han leído el capítulo que viene😳🔥😈😏
