Wooyoung al ser engañado por su novio decide acostarse con el hermano mayor de este para vengarse ,pero nunca habría adivinado que el hermano de su ex novio lo marcaría para que no pueda escapar de él.
-Eres mio Jung Wooyoung
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Seonghwa miraba con ojos soñadores y enamorados a Yeosang.
–Yeo —dijo mientras suspiraba, captando la atención del omega pelirrojo.
–¿Qué pasa, HwaHwa? —respondió mientras se sentaba en el regazo del contrario.
Seonghwa se quedó sin habla y sus mejillas se sonrojaron.
–¿Por qué no sabía que eres hermano de Sunmin? - preguntó tratando de sonar serio.
-No me gustaba estar en los medios. Odiaba tener la prensa tras de mí, así que decidí no salir en los medios y eso me llevó a estar alejado de mi hermana.
-A mí tampoco me agradaba mucho tener la prensa detrás de mí... Era jodidamente incómodo —dijo mientras inconscientemente acariciaba la pierna desnuda de Yeosang.
El pelirrojo no respondió, solo se volteó quedando cara a cara,algo que Seonghwa no desaprovechó y juntó sus labios en un dulce beso mientras con su pulgar acariciaba su mejilla.
El beso terminó con un chasquido, pero dejaron juntas sus frentes, jadeando por la falta de aire y se sonrieron.
-Seongie sabes a fresa–Yeosang se relamió los labios ante la atenta mirada del mayor– Delicioso.
-Más deliciosos están los tuyos —sonrió—. Te amo, Yeosang
–-Yo te amo más, mi hermoso Seonghwa.
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San dormía plácidamente cuando fue tumbado bruscamente de la cama, cayendo al duro y frío piso.
Confundido y con dolor de cuerpo, se levantó frunciendo el ceño cuando miró a Wooyoung sentado sobre sus rodillas mirándolo fijamente como si sus ojos fueran láser.
Con pasos lentos y cautelosos, se acercó al omega rubio, quien parecía un pequeño tigresito molesto,ese pensamiento lo hizo reír, ocasionando que la cara de Wooyoung se deformara en una mueca de furia pura.
–¿De qué te ríes?–preguntó enfadado.
–¿Yo?– se apuntó a él y el omega asintió de mala manera– De nada.
–Como sea –bufó– ¿Quién es Lia?–gruñó y a San le pareció ver a un pequeño gatito enojado.
–Lia... –sonrió– Es la esposa de Yeji, ¿ya no recuerdas?
Wooyoung se quedó un momento pensativo y después asintió con las mejillas rojas porque le daba vergüenza ser tan celoso.
–Ajá, dijo que la llamaras en cuanto despertaras– bostezó– que era urgente.
San frunció el ceño.
–Choi Wooyoung, ¿me tiraste de nuevo por un ataque de celos?
El omega se metió dentro de las cobijas rápidamente cuando San lo miró interrogante.
