Hacía años que no disfrutaba de tener una compañía en su casa aunque este fuera un niño de 6 años y un gato. Él trabajaba todos los días a excepción de los domingos y sábados medio día, y bueno, siempre estuvo sólo, sin la compañía de nadie a excepción de tal vez su vecino ruidoso Jeon Jungkook que de vez en cuando iba a verlo para molestarlo. Adoptar a Namjoon fue algo que jamás se imaginó, aquello se dió porque lo había encontrado en el parque llorando y pensando que sus padres tal vez lo habían perdido por un momento de descuido descubrió que en realidad el niño era huérfano y que vivía con su abuelo, el cual lamentablemente estaba hospitalizado y no tardaría mucho en partir al otro lado. El niño de cabello morado se encontraba en el hospital en un área verde del mismo pero al ver a un perro lo siguió llegando hasta aquel parque y al estar perdido se puso a llorar.
Aún recuerda ese momento con algo de ternura, Kim Seokjin salía del trabajo, en aquel momento prefería caminar que ir en su auto hasta su hogar y en el camino noto al pequeño infante quien lloraba mientras las otras personas alrededor suyo lo ignoraban. En cambio el rubio decidió acercarse, primero lo intento calmar diciéndole que no se preocupara y que él estaba aquí en lo que encontraba a sus padres pero el pequeño lo tomo de la mano y mirando sus pequeños pies le dijo que vivía con su abuelo pero que estaba en el hospital. Todo aquello diciéndolo con algo de tristeza en su voz.
=============
—Jin-Hyung, ¡mira! —La voz del pequeño lo saco de sus recuerdos y volteó a verlo, había dibujado algo.
—¿Qué es lo que dibujaste Nam? —Seokjin quién estaba sentado en el sofá se bajo quedando ahora sentado en el suelo.
El pelimorado sonrió alegremente tomando entre sus manos el dibujo para mostrárselo al mayor.
—¡Somos tú, Yoongi y yo! —El infante reía con ternura.
Por su parte el rubio observó el dibujo, en efecto eran ellos tres, Seokjin y Namjoon agarrados de la mano y Yoongi, su gato, en medio de ellos y atrás se podía ver una casa, arboles y el sol. Podría ser un dibujo simple a ojos de cualquier amargado pero para él quien había cambiado y ahora veía el mundo diferente gracias a su hijo adoptivo era una obra de arte. Sonrió con ternura parándose en seguida y captando la atención del pequeño.
—Ven Namjoon, sé dónde quedará perfecto tu obra.
El menor tomo al mayor de sus manos y con emoción empezó a caminar mientras el gato Yoongi también los seguía, llegando hasta el refrigerador.
—¿Aquí? —El pelimorado miro con curiosidad al más alto mientras Seokjin se inclinaba para cargarlo.
—Así es, mira. —Le señaló las figuras magnéticas que se encontraban pegadas en el refrigerador.— Escoge uno.
El infante aún con curiosidad miro cada figurilla pensando cuál se veía más bonito, y señalo el que lucía como una barra de chocolate mordido.
—¿Ese te gusta? —Seokjin observó a su pequeño asentir y sonrió tomando el dibujo que había dejado en un mueble para colocarlo enfrente de ellos.— Ahora pégalo aquí.
El pequeño hizo caso, despegando el magnético para pegarlo donde se encontraba su dibujo y luego sonrió con alegría notando lo bien que se veía pegado ahí.
—Ahora todos los que nos visiten podrán ver tu dibujo y apreciarlo.
Escucho reír al pelimorado mientras lo abrazaba del cuello y sonrió cálidamente a la vez que veía con orgullo el dibujo. En efecto, adoraba ya no estar sólo y tener compañía con él.
MÁS TARDE ESE MISMO DÍA
Aunque era domingo, la mayor parte del día se la habían pasado en ver películas para niños. No le molestaban en absoluto ese tipo de películas en las que siempre habían canciones de por medio pero a su pequeño parecía aburrirle aquello ya que estaba empezando a distraerse con el gato yoongi quien huía de él porque Namjoon quería pintarle el pelo con plumón permanente para que luciera como un tigre y al gato eso no le gustaba.Seokjin miró la hora, eran casi las 3 de la tarde y aunque ya habían almorzado temprano, más tarde debía hacer la cena y recordaba que no había hecho la despensa. Podría pedir la despensa en alguna aplicación pero desde que había comenzado la semana no pudo salir con el pequeño debido al mal clima de la ciudad y hoy era perfecto, no había ni una sola nube gris y el sol estaba brillando a todo dar.
—Nam, ¿quieres que vayamos al supermercado? Necesito comprar cosas. —Notó como al niño se le iluminaban los ojos al escuchar la palabra supermercado.
—¡Si, vamos! —Empezó a saltar emocionado mientras seguía a Seokjin hasta su habitación.
Lo primero que hizo fue cambiarle la ropa, ya que desde la mañana estaba con su pijama de cangrejo y sabía que al pequeño no le gustaba salir con ella por si se manchaba en el camino. Una vez vestido procedió a cambiarse él. Muchos pensaban que al ser un actor su guardarropas sólo estaba lleno de ropa extravagante de diferentes tonalidades de rojo y dorado pero en realidad si tenía ropa casual que aún así lo hacía ver formal y no tan informal.
Tomo al menor de las manos para ir hacía la puerta ya listo para salir pero hecho un vistazo al gato para ver si tenía agua y sardinas ya que no sabía cuanto tardaría, al ver que tenía lo suficiente salió con el menor en brazos para dirigirse a su auto e ir al súper.
Una vez ahí, se encontraba con el pelimorado el cual estaba dentro del carrito mientras miraba emocionado el lugar, siempre que iban Seokjin sabía que primero era comprar lo necesario y ya de último podrían ver los juguetes en donde usualmente Seokjin dejaba que eligiera algo, no siempre lo hacía para no mal acostumbrarlo sólo cuando sentía la necesidad de que se lo merecía y eso el infante lo sabía también.
Había pasado casi una hora desde que estaban en el supermercado y cuando llegaron al área de juguetes Seokjin vió con horror que Jungkook estaba ahí también con el pequeño que cuidaba, Hoseok. Ojalá darse la vuelta y hacer como que no lo vió pero escucho como su pequeño gritaba emocionado al ver a su amigo.
—¡S-e-o-k-j-i-n! —El tatuado grito con emoción mientras la gente que estaba cerca de ahí los miraba.
—Ugh, ¿que quieres? —Hablo con indiferencia mientras lo miraba con mala cara.
—¿Por qué no me dijiste que ibas a venir aquí?
—Porque prefiero no toparme contigo. —Escupió sin más dejando sólo al tatuado e ir con el pequeño de cabello azulado y el pelimorado.
Ambos niños estaban mirando unos juguetes de robots, asombrados por que hablaba y tenía armas. Aunque el peliazul era de muchas palabras siempre que veía a Namjoon o a Taehyung estaba con una sonrisa tímida, aquellos tres niños eran inseparables y sólo por esa razón dejaba a su pequeño en la guardería del otro adulto ya que se encargaba de cuidar a los niños del vecindario y porque bueno, sólo eso sabía hacer y era la única persona en quien confiaba para cuidar de su hijo adoptivo. Miro el reloj en su muñeca, pronto sería la hora de la cena y ya necesitaban irse. Seokjin miro al pelimorado quien entendió enseguida.
—Hoseoki-hyung ya me tengo que ir, pero mañana nos volveremos a ver. —Dijo con su voz alegre mientras lo abrazaba y luego se abrazaba de las piernas a Jungkook en modo de despedida.— Adiós kookie-hyung.
El otro niño no dijo nada pero se despidió con la mano mientras lo iba alejarse y volvía su mirada a su cuidador quien comenzaba a elegir juguetes para que todos los niños jueguen con ellos mañana.
El trayecto a casa era corto por lo que al llegar lo primero que hizo Seokjin fue ir directo a la cocina y empezar a cocinar o hacer algo ligero pero delicioso para él y Namjoon. Mientras tanto, el infante se quitaba sus zapatos e iba directo con Yoongi para darle un juguete que eligió para él y jugaba con el gato mientras corría de un lado a otro riendo. Pasados los minutos ya se encontraban en la mesa comiendo unos sándwiches de pollo. El rubio escuchaba atento al menor quien contaba lo que hacía el juguete de robot con emoción y sonreía. Sí, amaba tener compañía cuando antes disfrutaba de estar sólo, pero ahora que tenía su pequeña familia se sentía muy feliz.
=========
Debo admitir que adoro a Namjoon y Hoseok chiquitos pero nunca hay suficientes historias de ellos 😔👊🏽 (si las hay,son muy pocas)
ESTÁS LEYENDO
Seokjin y el pequeño Namjoon
Short StorySeokjin unos meses atrás era un hombre solitario que disfrutaba de su soledad y su trabajo de actor pero ahora que tenía un hijo adoptivo al que cuidar su forma de pensar había cambiado y ahora tenía motivos por los cuales disfrutar de estar en comp...