capítulo VI

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El cielo estaba cubierto de nubes, el sol no era visible y el día oscurecia, la lluvia caía a montones, empapando todo a su paso, incluyendo a Minho, el cual se encontraba completamente mojado, juraba que podia sentir sus calcetas totalmente húmedas, pero no le importaba, seguía sin saber donde se situaba aquél chico que parecía tormentar su mente cada día más. A primeras, intento contactarlo por telefono, pero solo consiguio ser mandado directamente al buzón; mantuvo la calma y espero sentado media hora en el parque mientras el estruendo furioso de los truenos amenazaban por soltar su energía total sobre aquella ciudad. Jisung nunca le marco de regreso. Ni el, ni Felix, ni Hyunjin. Estaba preocupado, ¿Dónde estaría el pequeño? Estaba decidido encontrarlo por su propia cuenta.

Comenzo caminando por las calles cerca de la casa del desaparecido, visito todos los lugares posibles con las esperanzas altas de que todo esto fuera un simple susto, pero no se encontraba por ningún lado. Mientras caminaba como loco, el cielo decidió que estaba cansado de esperar a que el profesor se resguardara y solto su tormenta, dejandolo mojado de pies a cabeza, de igual manera, poco le importaba, le preocupaba— por mucho más— que aquel estudiante suyo estuviera seguro y sin un rasguño encima. Ironicamente, parecia que las nubes compartian su ansiedad, los truenos resemblaban los latidos furiosos de Minho, la lluvia se asemejaba a los pensamientos del profesor, los cuales pasaban con tanta rapidez y agresividad que lograban dejar su mente un total ejambre de estos. No era creyente, y mucho menos religioso, pero en ese momento le rogaba a dios, quería arrodillarse y suplicarle a tal ser divino que aquel chico tan lindo estuviera a salvo. Quizás por amor crece la fé, quizás pedirle a alguien superior trae la paz de que el amor existe, por que es posible amar tanto a alguien, que devotarias tu ser entero a una entidad por el bien de tu querido.

El miedo lo consumia.

Después de un rato, consiguió llegar a una calle llena de locales, entre ellos, un restaurante. Miro por la ventana, solo unas cuantas personas comiendo solas, algunas parejas riendo juntos. Ese chico se parecia a Jisung. ¿Ese chico se parecia a Jisung? Desconcertado, Minho miro por mas tiempo al desconocido, reconoceria esa
sonrisa linda donde sea. ¿Qué hacia Jisung aquí riendo con un chico?, ¿Quién era el chico?, ¿Por qué no lo llamo si es que estaba bien?, ¿Por qué ese chico lo mira así?, ¿Por qué están juntos?, ¿Acaso lo estaba Ignorando?, ¿Estaría enojado con el?, ¿Era ese extraño su pareja? Las preguntas caían a él como la lluvia detrás. Malhumorado y empapado, entro al restaurante agresivamente, dejando confundida a la chica situada en la entrada que no recibio respuesta al saludarlo. El restaurante se encontraba con un ambiente hogareño y relajado, el murmullo de la gente pasando un buen rato combinaba con la leve música jazz de fondo y las calidas luces amarillas, si no estuviera furioso, se hubiera detenido a apreciar las mutiples plantas esparcidas por el establecimiento de manera estilizada. Llego a la mesa donde se encontraba el menor.

"¿Qué te pasa, Han?" escupió el mayor con un tono venenoso, "¿Qué te pasa por la cabeza? Te desapareces, sin dejar rastro, ¿Y te encuentro coqueteando con un total desconocido?, ¿Estás loco?" hablo fuerte, no le importaba su volumen, lo que hizo que el murmullo de el restaurante cesara y toda la atención se centrara en ellos.

El menor no sabia que pasaba, estaba muy confudido, ¿Qué le sucedia?... Nervioso, Han solo pudo mutar una corta respuesta.

"¿Mande..?" respondió el anteriormente desaparecido. "¿Mande?, ¿Es todo lo que puedes decir? MALDITA SEA, HAN. —Minho azoto su mano agresivamente en la mesa, logrando hacer temblar los platillos encima de esta— Te he estado buscando por horas en esta maldita tormenta, empapandome completamente, sin importar la puta enfermedad que me pegue, sin importar lo oscuro que esta el cielo y las desoladas que estan las calles y sin importar los estupidos truenos que suenan cada diez minutos, y tu, ¿Estás en un restaurante coqueteando con este idiota..?" soltó todo de una manera descorazonada, haciendo ver su obvio descontento, cada palabra como una daga hacia el menor. "¿Qué estas diciendo?" El menor
no entendia que le pasaba, proceso por un momento, quería responder, sin éxito, pues—sin aviso— sintió como la mano cálida de su mayor lo tomaba por la suya y tiraba de él, haciéndolo pararse. "Vamos." Su voz era autoritaria. Minho consiguió dar un solo paso antes de que el chico desconocido se parara abruptamente, tomando la mano libre de el chico con mejillas adorables.

La situación se pintaba así; Minho, con su mano izquierda, tomaba la mano derecha de Jisung, mientras de él otro lado, Jake se aferraba a la mano libre de el menor. "Una escena total...." murmuró un cliente que miraba todo el escándalo, siendo fulminado con la mirada de Minho poco después de sus palabras. "¿Qué te crees que haces?" El profesor cuestionaba, o más bien, amenazaba de cierta manera, al peli oscuro; "¿Qué te crees que haces tú?" Reiteró el amenazado. Sus miradas no dejaban al otro, furia evidente en el rostro de ambos, Jisung solo podía sentir sus mejillas enrojecer con cada segundo. "Es mío. Déjalo en paz, ¿Entendiste?" habló claro el mayor de los tres, dando un tirón a Jisung, logrando que su mano se resbalara de su nuevo enemigo, así llevándoselo fuera de el restaurante en pasos apurados, haciendo señas al primer taxi que vio para poder llevar al menor a casa.



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¿Es mío?, ¿Es mío?

Jisung no podía dejar de repetir esas palabras en su mente, el rostro furioso de su profesor notable. ¿A qué se refería con eso?, ¿Quizás solo fueron palabras espontáneas por el enojo? Todos saben que el enojo te hace hacer y decir cosas que uno no tenía intenciones de.. quizás este fue el caso. O quizás no lo fue. ¿Por qué diría eso?

La cabeza de el castaño no dejaba de dar vueltas, haciéndole pasar por encima el hecho de que Minho no hablaba para nada en el camino, resultando en un silencio total, con solo el sonido de las gotas cayendo contra el vehículo como fondo.

"¿A qué te referías?" preguntó en un murmullo, nervioso.

"Tu padre no te dejará quedarte en casa; me dijo que te comunicara que estás prohibido de ahí. Quédate conmigo por ahora, tengo una habitación extra, no tengo problema." Contestó rápidamente el chico con pelo color vainilla, sin voltear a verlo y evitando la pregunta inicial.

Sin más que hacer, y sin ganas, Han no insistió más, dejando que su mente hiciera revueltos de sus emociones y que su corazón se confundiera aún más.


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Ocupo a alguien que lea los capítulos antes de que los publique para que me de una opinión 😞😞😞

𝐯𝐢𝐨𝐥𝐢𝐧𝐢𝐬𝐭𝐚 [ᴍɪɴꜱᴜɴɢ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora