Para mi amada hija...
Sentada en la sala de espera, nerviosa y sola. Cada que suena un nombre por los parlantes siento que es el mío.
Finalmente resuena mi nombre, el doctor que me hará el ultrasonido me mira fijamente, siento que me analiza y de cierta forma me intimida. Respiro.
Me hace sentarme en la camilla y me aplica el gel frío sobre la panza, comienzo a sudar frío; una sensación de miedo se apodera de mí, tiemblo un poco.
Todo se borra en cuanto escucho retumbar tu corazón en el parlante, una pequeña lágrima se asoma. Me entregan papel para que me limpie y salgo de la sala.
Vuelve el miedo, la gente mirando me hace sentir extraña; recuerdo el latir de tu corazón, una sonrisa aflora, una vez más se esfuma toda preocupación.
A partir de hoy la vida se siente más dulce, más bella, más liviana, todo brilla y huele mejor.
Ya no existe el miedo, solo el amor, uno incondicional, que aun sin verte te entrega todo de sí, que aun sin sentirte te jura amor eterno.
No importa el tiempo te amaré hasta el último de mis días, desde hoy y para siempre.
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C'est la vie...
Non-FictionConjunto de relatos cortos sobre experiencias de vida que podrían hacer que te identifiques. Buscando soltar los traumas y plasmando experiencias a través de la escritura.